zombies galácticos

Un hombre muy misterioso

Regresaba de casa de Angelica Gianella en medio de la lluvia cuando un extraño hombre se me acercó, este llevaba una capa negra que cubría gran parte de su cuerpo dejando solo a la vista las botas negras hasta la rodilla, su rostro lo cubría una capucha que no dejaba ver más allá de su boca, antes de de dirigirme la palabra este saco una chaqueta impermeable de su abrigo.
-Cúbrete, antes de que pesques un resfriado.

-¿Quien eres tu?.

-Un amigo que te quiere ayudar.

-¿ayudar?¿ayudar a que?

-Es muy complicado de explicar, lo mejor será que te lo vaya explicando mientras vamos a tu casa.

-¿sabes donde vivo?

-Claro que se donde vives, cómo no iba a saber donde vive el Gran Miguel sequea.

-Ok, esto es muy extraño para mi, pero te daré el beneficio de la duda y la oportunidad de que me expliques lo que mas puedas, porque si te soy sincero, no entiendo en que podrías ayudarme.
-Por donde empezar, !ya se¡ En el universo existe una infinidad de especies, no todas están dotadas de una gran inteligencia, pero claro aquellas que sí han logrado grandes avances tanto políticos, económicos y tecnológicos. Desde los Dinkkus del planeta Vinner, pasando por los Gonbe de Forcros han hecho avances inmensos en sus civilizaciones, Una de las razas inteligentes que no hace mucho entró en una muy brillante era tecnológica es la Torus o como la conocemos nosotros la raza humana.

-¿qué me estás contando?

-se que suena muy descabellado, quizás te suene a película de ciencia ficción.

-Bastante pero que tiene que ver todo eso conmigo.
-Todo lo que te estoy contando lo vas a entender en su momento, por ahora solo escuchame.

-No estoy muy seguro pero te escucharé.

-Dentro de dos horas te encontrarás con Jimmy, El se vera muy alegre de verte, después de todo desde que se enteró hace un tiempo de su cáncer no te había visto, justo en el momento que te topes con él te contará acerca de su enfermedad y que pasado mañana ya podrá regresar a estudiar, tu le dirás que pasado mañana lo acompañaras de camino al Cole, Una vez te hayas despedido irás al parque y te seguiré explicando. Por cierto ten cuidado con el perro que está al lado de tu casa, Rompió su cadena y tiene hambre, cuando estés frente a él, dale esto de comer.

-Esto es un filete de Carne

-Una cosa más, No asumas nada, cuestiona todo.

Mientras se alejaba logre ver algo en su capa que se asemejaba a una catana, quizás un detalle insignificante, si no fuera por el hecho de que vivo occidente, donde no se cargan espadas de ningún tipo por la calle y menos en un dia lluvioso. Tras unos minutos andando recordé el saco que le había prestado a Angélica para que se cubriera de la lluvia, estaba tan inmerso en mi mundo que olvide pedirlo antes de despedirme, Mañana se voy pedir, dije en mi mente mientras llegaba a mi casa.

Llegando a la casa del vecino saque aquel filete y rápidamente se lo lance al perro, mientras este se encontraba distraído pase por su lado notando su cadena rota, se me hizo muy extraño, sin perder más que dos segundos entre a casa.

Tras Almorzar, me cambié de ropa y justo diez minutos antes de que se cumplieran las dos horas salí de mi casa tomando la ruta que lleva de mi casa al parque, tras caminar unas pocas cuadras me encontré con Jimmy, algo bastante raro, pero que ya me esperaba.

Hola Cruzó, dijo Jimmy con una bolsa de tomates en su mano, a pasado tiempo viejo amigo dijo mientras me daba un cálido abrazo de viejos amigos.

-Bastante, dos o tres semanas.