Cap 39...

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~ Nota de la autora:

Les pido lean hasta el final. Es todo.

Capítulo. ~

...

~ N. Kurt. ~

Asahi llevaba un paso inseguro frente a mi, así que lo empuje un poco mostrándole una sonrisa ya que yo estaría con él. ¿Quién vendría? ¿Algún mafioso?

Al llegar a la sala, el desconocido para mi pero perfectamente conocido para Asahi estaba casi sobre H en el sofá haciéndole pregunta tras pregunta a tal grado que era imposible entenderle. Asahi se aclaró la garganta y ambos dieron un brinco separándose el uno del otro.

- Asahi... - susurré supongo no muy despacio pues todos los presentes voltearon hacia mi.

- El hermano de Yuu.

- ... No se parecen en nada - y es que simplemente no pude evitarlo. Mis ojos dieron un paseo por todo su cuerpo esperando encontrar algo que delatará el parentesco entre ellos dos - ¿Seguro? Porque...

- Completamente.

- ¿¡Alguien me quiere explicar por que razón este maldito depravado saltó de un momento a otro sobre mi y comenzó a hablar sin sentido!?

- Tal vez por lo shota... ¿Por qué no le preguntas a él? O... Dime, ¿Ya se conocen? Querido, él... Él es "H", uno de los hermanos gemelos de Trevor, tu novio, ¿Cierto?... Y... H, él es Rui, él debe saber donde se encuentra la reina roja... - a mi me costaría creerlo, pero... Alguna razón debía tener Asahi para actuar de esa forma.

- Asahi, ¿No crees que ellos...?

- ¡Idiota! ¿¡Qué le has hecho a nuestra reina!? A cambiado el rojo de sus ojos, a cambiado el rizo de su cabello... Y tu... ¡Tu debes ser el culpable, maldito pedazo de mierda!

- Tu no puedes reclamarme... ¡No puedes!... Mi hermano... ¡Mi maldito hermano! ¡Trevor prefirió a Yuu antes que a mi...! ¡No necesito ese dolor nuevamente! ¡Ya no!... - él... Su hermano cayo llorando y aventó sus lentes al piso, dejando ver sus ojos reluciendo debido a las lágrimas... Ellos sí tenían parecido.

Sus ojos eran hermosos, su rostro y su piel... Se podía notar el parentesco aunque no lo quisieras ver.

...

~ N. Yuu. ~

Trevor me pidió que cerrara los ojos, pero como él era notablemente más bajito que yo, debí cubrimelos por mi mismo.

Choque con algunos árboles cuando Trevor se entretenía viendo alguna planta o tal vez un insecto... Se entretenía con cualquier cosa bella de la naturaleza.

- Trevor, siento que ya nos pasamos... Como por veinte kilómetros...

- ¡No, no! ¡Vamos perfecto! Es más, puedo ver desde aquí la entrada.

- Yo puedo ver desde aquí mis manos.

- Mmm... Supongo que puedes descubrirte los ojos ya.

Lentamente quite las manos de mis ojos para observar un arco de alambre adornado de flores secas que desprendía un exquisito aroma al acercarte tan sólo un poco a el.

- ¿Te gusta? - me miraba con esa sonrisa dulce.

- ¡Más que eso! ¿Podemos cruzar?

- ¡Esa es la idea! ¡Vamos! - me arrastro con una mano a través del arco a pesar de saber que se podía cruzar por uno de los costados. La magia era el pasar por en medio.

Caminamos unos quince minutos en línea recta hasta visualizar en medio del campo unas 16 mesitas. Era algo extraño pero interesante...

- Bien, tu dirás que hacer.

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