Me quedé en silencio, y miré a Simón, intentando encontrar respuestas de que hacía Pedro aquí.
Pero Simón se limitó a encogerse de hombros, dándome a entender que sabía lo mismo que yo.-Ey Pedro, ¿que haces por acá? -Le pregunta.
-Trabajo. -le contesta seco. -Abigail, ven conmigo. -me ordena.
Yo no replico, y le sigo muy nerviosa, al parecer vamos a su habitación.
El silencio incómodo no ayuda, el ambiente es tenso y tras darle vueltas, solo me viene en mente que Pedro se enteró de lo ocurrido con Esther y tiene intenciones de despedirme.Al entrar en su habitación, me indica que me siente en un pequeño sofá al lado suyo.
-Vamos a ir al grano, estoy aquí ya que estoy muy disgustado contigo, no veo normal que te metas en peleas con fans, eres la asistente personal de Morat y como tal tienes que dar buena imagen. -me explica cabreado.
-Pedro, no sé que versión te ha llegado, pero te aseguro que no fue así. -le respondo indignada.
-Me da igual la versión, pero la asistente personal de Morat no debería de meterse en líos así. -sigue insistiendo.
-¡Yo no me metí en ningún lío! -grito -Fue ella la que todo el rato me gritaba, la que se acercó y me preguntó textualmente "que si se la chupaba bien a Simón", y fue ella la que empezó a pegarme. -le doy la versión real cabreada.
-El problema es que tu no deberías de estar con Simón. -me responde serio.
-¿Me estás pidiendo que le deje? -Pregunto temerosa.
-No, estoy diciendo que entre vosotros no tendría que haber pasado nada...
-¿Entonces? ¿Me vas a despedir? -Le pregunto confusa.
-No lo sé ... Estaré unos días con ustedes y depende como vea como se desarrollan las cosas tomaré una decisión. -me dice directo.
Esas palabras me sientan como un cubo de agua fría, y en estos momentos solo deseo matar a Esther, ya que por su culpa cabe la posibilidad de que me despidan.
-¿No dices nada? -me pregunta.
-Prefiero callar, te voy a demostrar que valgo para esto y que sé separar de mi vida privada del trabajo. -le respondo sería, me levanto del sofá y salgo de la habitación enfadada.
Con un cabreo increíble me voy para mi habitación, necesito estar sola para procesar todo esto.
Y es que me da rabia verme en esta situación, ya que durante las 3 semanas que llevo trabajando jamás ha habido ningún problema, he logrado que nada vaya mal ni se salga de control y ahora, por culpa de una lianta, posiblemente pierda este trabajo que tanto me gusta.
Y es que Morat, si ya eran importantes para mi antes de conocerles, ahora eran imprescindibles.Mi tono de llamada, interrumpe mis pensamientos, y aunque no quiero hablar con nadie, no me puedo resistir a contestar ya que es Simón el que llama.
-Abi, ¿todo bien? -me pregunta preocupado.
-Pues no... ¿Puedes venir a mi habitación y te explico?
-Allá me tienes en 5 minutos. -me responde.
-Gracias.
-De nada, te quiero. -contesta y cuelga.
Y tal como me había dicho, en 5 minutos lo tengo picando a la puerta. Nada más abrirle, me lanzo a sus labios, ahora mismo lo único que necesito es sentir a mi novio, sentir su piel rozando la mía, sus suaves caricias y sus dulces besos.
Así que sin mucho demorarme, no tardo en desvestirle y perderme en el placer que solo él me provoca.-¿Después de este momento de pasión me dirás que ha pasado? -me pregunta Simón, una vez nuestras respiraciones han vuelto a su normalidad.
-Pedro me ha puesto a prueba, va a quedarse unos días para ver como lo hago... Y sino me despide. -le explico a Simón.
-No lo veo justo... ¿Y porqué? -pregunta indignado.
-Por lo que pasó con Esther...
-Estoy harto ya de esa chica, de verdad, voy a hablar con Pedro. -dice cabreado, y se levanta de la cama.
-No, por favor, no liemos más las cosas... Que vayas a hablar con él solo empeorará todo... -le pido, agarrándole del brazo, haciendo que vuelva a la cama conmigo.
-Abi, pero no es justo! -grita, dando un puñetazo al colchón.
-Ya lo sé... Pero lo único que puedo hacer es demostrarle a Pedro que valgo para hacer esto y ya...
-Abi, ¿y si aceptas ya ese papel en teatro? -me propone Simón.
-¿Y renunciar a esto? Ni loca, no le daría esa satisfacción a Esther. -digo convencida, cruzandome de brazos.
-¿Y si pierdes esa oportunidad y Pedro te despide? -pregunta Simón.
-Pues haremos que Pedro no me despida. -respondo obvia.
-Hablaré con los chicos, entre todos vamos a conseguir que te quedes con nosotros. -propone sonriendo.
-Me parece bien, gracias. -le beso. -eres el mejor novio del mundo.
-Lo sé. -presume. -Pero ayuda mucho ser el mejor cuando tengo una novia como tú. -me dice dándome una suave caricia en la mejilla.
-Que tonto eres. -me río. -Pero gracias, te quiero. -le abrazo fuerte.
Y es que en los brazos de Simón, todo iba bien, me sentía protegida y querida, donde por un rato mis problemas se fugaban y una gran sensación de tranquilidad invadía mi cuerpo.
-No me sueltes nunca. -le susurro mirándole a los ojos.
-No podría dejarte caer. -me responde dándome un casto beso en la frente.
Y esas palabras me hicieron sentir la tranquilidad que necesitaba, sabiendo que tendría su apoyo, que él haría lo posible para que las cosas acabasen bien.
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Noches de verano.
FanfictionAbigail tiene 17 años, acaba de terminar las clases y se le ha presentado el reto de su vida: trabajar durante el verano con Morat, su grupo favorito. Ella sin pensarlo dos veces acepta, sabe que junto a esos 4 va a pasar el verano de su vida.