OMEGA • Peter Hale •

"Humano"

-No me mataran unas 5 garras. Ni el fuego pudo conmigo.- habló como pudo.
Sonreí, sonreí feliz de que estaba vivo.

Lo besé una vez más.

Pero solo bastó con girarme para ver a Malia en el suelo, con sus ojos hacia donde antes estaba yo.

-Ven aqui, Dominique- dijo Peter, estirando su brazo.
Me acosté a su lado, en el piso lleno de polvo, pero no importaba. Porque eran sus brazos los que me reconfortaban.

Empecé a llorar, Peter acariciaba mi cabeza y me chistaba suave.
Isaac se había levantado y se había ido en el momento que me acosté al lado de Hale.

-Lo siento- dije entre lagrimas, con una mano en su pecho e intentando mirarlo a los ojos.

-Esta bien llorar- dijo, justo en el momento que oímos a Isaac aullar.

Me quedé allí, en sus brazos un rato mas.
Pero mi mente no creía que ella este verdaderamente sin vida. Asi que volví a mirar.
Y estaba en la misma posición, pero con los ojos cerrados.

"Gracias Isaac", pensé, pero volví a llorar.

Peter volvió a ayudar a calmarme, y alguien me agarró del brazo, intentando levantarme.

Me giré a ver y era Scott.

Me miró como si me hubiese fallado, con culpa. Y me abrazó.
Intenté calmarme... No por el, ya que nos conociamos desde hace tiempo, pero nunca quise acercarme mucho.

Sus brazos eran reconfortantes, porque sé que había hecho todo lo que pudo.

Lo abracé.

-Sé que hiciste todo. Gracias Scott- dije lo que pensaba y nos separamos.

Me dio un beso en la mejilla y con ayuda de Isaac, cargaron a Malia.
Stiles estaba frente a ella, arrodillado y llorando.
Fue lo pero que vi en mi vida.

Se amaban, claro que se amaban...

Me arrodillé a su lado, y me miró.
Su frente, sus mejillas, su nariz y sus ojos estaban rojos. Estaba muy mal.

Lo abracé de costado, mientras veíamos como cargaban a Malia.
O lo que antes había sido su envase, el lugar donde su maravillosa alma vivía.

Sentí una mirada, una mirada penetrante. Enfrentadora, quizas. Pero puedo decir, que esa mirada hasta me estaba doliendo.
Me giré, esperando que sea Corinne, pero solo era Derek. Me miraba, al lado de Peter.

¿Cuando había vuelto este hombre?

-¿La viste?- preguntó Stiles con la voz ronca.
Aparté la mirada de Derek y lo miré a los ojos.
Abrí la boca, pero nada salió de ella, y, otra vez, las lagrimas caían por mis ojos.

-¿Oyeron a Isaac?- pregunté.
-Lo oímos cuando veníamos en camino, su aullido nos confirmo lo que Lydia habia gritado- dijo, mientras pasaba sus manos por su cara, limpiando sus lagrimas desesperadamente.
-Stiles, ¿Puedes ayudarme?- Oímos a Derek hablar, intentando cargar a Peter, que a la luz de la luna se veía muy herido.

Tragué duro y dejé que pasaran los tres delante mio, para tocar la espalda de Peter y extraerle un poco de dolor.
-Sé que tienes buenas intenciones, pero el dolor lo mantiene vivo- dijo Derek, mirando hacia adelante.

Stiles se giró a verlo confundido, pero siguieron caminando.

Y si, tuve que dejarlo sufrir. Pero Derek tenía razón.

El dolor lo hacía humano.

El dolor lo iba a mantener vivo.