Seguro que desde pequeño te han metido en la cabeza eso de que la gente no es mala, que todo el mundo puede cambiar, que hasta tu mayor enemigo puede ser tu amigo si le tratas con amor. Quizá fueron todas aquellas estúpidas ideas haciendo eco desde nuestro subconsciente, las que nos hicieron siquiera plantearnos la idea de que Oscar y Carlos, que últimamente estaban muy unidos, no fuesen mala gente y solamente fueran un poco raros. Quizá por eso cuando nos anunciaron que los organizadores estaban organizando un campamento de dos dias de torneos de juegos de mesa fuera de casa, pensamos que no sería mala idea apuntarnos.
-¡¿Pero estáis mal de la cabeza o qué?! –Marta estaba histérica- ¡¿No habéis visto como me mira Oscar?! Yo no paso una noche cerca de Oscar ni aunque me paguen.
-A ver Marta- Siempre la tranquilizadora Belén- Aunque fuese un psicópata o un pederasta obsesionado contigo, no podría hacerte nada. Estarán los organizadores, todos los demás compañeros. No te tocará de día delante de todos y por la noche vamos a estar por habitaciones de tres.
-No, yo solo estaré contigo, no ves que nos separan por sexos. No hay ninguna otra chica de nuestra edad.
-Igual Oscar se pone en una habitación de chicas, porque con lo juntitos que están siempre el y Carlos.
-¡Pablo!–Le corté- Cállate la puta boca.
-Bua, pues yo también creo que es maricón, se le ve más pluma que a una gallina. -Añadió Dani.
-Pues ahora que lo dices tiene cara de gallina-Aportó Pablo
-¿Si? Yo le veo mas cara de conejo.
-¡¿Nos centramos ya en lo que toca o que?!-Dijo Javi chillando.
-Gracias Javi. A ver, te estás poniendo en lo peor, ni siquiera sabemos si el viene.
-¡Claro! Vamos y le preguntamos "¿Oye, tu vas a ir a el campamento donde vamos a dormir dos chicas indefensas para que me puedas violar tranquilamente?" ¿Qué te parece?
-Pero que dormiremos en habitaciones. Podremos cerrar con llave.
-A mi no me da buen royo ese tío.
-¿Si consigo que otra chica de nuestra edad duerma con nosotras te apuntas?
-¿En quien estas pensando?
-Sofía.
-Pero si ella no sabe jugar a nada.
-Pues aprende. ¿Si consigo que venga te apuntas?
-Esto es jugar con mis sentimientos.
-¿Si o no?
-Pfff... Vale. Pero solo si viene Sofía.
-¡Toma! Ya verás nos lo vamos a pasar genial.
-¿Dónde me he metido?
Como deducirás, entre Belén y la palabrería de Dani, consiguieron convencer con facilidad a Sofía.
Aun así, todos entregamos pronto la autorización y el pago, todos, excepto Marta. Ella decidió esperar hasta el último día para asegurarse de que Oscar no se apuntaba. Y así fue, ni Oscar ni Carlos se apuntaron. Marta entregó la autorización casi fuera de plazo, así que no pudieron pasar sus datos a el archivo digital en el que estaban las demás. Por suerte esto no fue un problema. Aquella tarde jugamos a dragones y mazmorras, esto lo recuerdo perfectamente por algo que, en su momento no encontré su lógica. No conocíamos muy bien a Oscar ni a Carlos, pero, si algo sabíamos de Carlos era que su juego favorito era dragones y mazmorras. Lo que me extrañó, fue que esa tarde no jugó. Salió dos o tres veces al baño, aumentando nuestra sospecha. Por lo demás fue una partida normal, bueno, obviamente una partida reducida.
Al día siguiente los organizadores nos dijeron que, durante la partida, el ordenador se había caído y todos los datos se habían perdido. Tuvimos que volver a entregar nuestras autorizaciones, al parecer ahora Oscar y Carlos habían decidido sospechosamente apuntarse. Cuando Marta lo supo quiso anular su autorización pero, su autorización, al no estar en el ordenador, no se había borrado y, los organizadores ya la tenían.
Así es como quedamos atrapados, durante dos días, en un lugar alejado de la ciudad, con nuestros mayores enemigos.
Ahora sabíamos de lo que eran capaces. Si habían sido capaces de destrozar un ordenador solo para apuntarse con Marta, no queríamos saber que más serían capaces de hacer.
Dos días enjaulados con nuestros dos mayores enemigos trabajando en equipo.
Esto ya no era una partida, era una batalla.
ESTÁS LEYENDO
OSCAR
Mystère / ThrillerUn grupo de amigos decide apuntarse a un grupo de juegos de mesa donde conocen a gente, juegan, quedan para comer algo... Pero no todo son risas. Un día se uniría al grupo un tal Oscar, un hombre demasiado extraño que no tardará en involucrar a nues...