Capítulo 2.
Los nazis finalizaron su búsqueda de esa noche, llevándonos, a lo tanto que he escuchado “Campo de concentración”, había por montones judíos con aspecto desagradable. Ya alejada de mi hermano, los nazis empezaron desalojar a los judíos, dieron órdenes, un lado derecho estaban mujeres, hombres y sin más, en cambio, en el lado izquierdo ancianos, mujeres en cinta y niños de todas las edades. Todos nos preguntábamos de por qué la división. Nunca pude visualizar a mi hermano, o por lo menos darle una pequeña despedida le pude dar. Vamos las mujeres caminando hacia unas celdas, se podría decir, y al parecer eran seis mujeres por cada una de ellas, me quedé en una celda enumerada 144, junto a cinco mujeres completamente desconocidas.
Al pasar la noche, decidiendo quién iba a dormir en donde, pude conocer a una mujer delgada llamada Zaricj, trabaja de enfermera en un hospital, la segunda mujer llamada Glomma, trabajaba de cocinera, la tercera mujer llamada Pulass, cuarta mujer, con carácter amargo llamada Hhosla, y la quinta mujer con quien me pude decidir y entablar mejor una conversación Bolatta. Me tocó dormir en la pared derecha, pegada a la pared. Había en la habitación, un pequeño cojín al cual, lo íbamos a turnar en las noches.
La noche, fue una de las peores en mi vida, lo que escuchabas eran sollozos, llantos, gritos… Soñaba más nunca volver a escuchar o presenciar algo más así. Ya en la mañana, nos despertaron a gritos los insolentes nazis, nos hicieron señales de que nos paráramos, y todas cumplimos su orden. Afuera de las celdas o cárceles, llamadas así en mi mente, había un nazi con otro uniforme, como si fuese un general con gran cargo; mandó a salir y entrar a una gran sala de cocina.
Aquí cocinarán para nosotros, quien haga la comida inútil, no le deseamos la mejor suerte. – Dijo imponente y serio, todas asentimos al escucharlo. - ¡Eine Arbeits!
Todas las mujeres, leyeron en una hoja, con ingredientes y como debíamos prepararlo. Había notado que la mitad de las mujeres no estaban con nosotras, uno respondió a mi pregunta “Las han llevado a limpiar.”, seguí al punto de la receta, terminé en total como 60 platos de ello. Llegaros otros nazis y nos mandaron a irnos, llegamos a las celdas. Al esperar más de 3 horas, nos mandaron comida, pero solo vimos una sopa, demasiado extraña, junto unos panes podridos. Tomé la mitad de uno de esos panes, y comí a fuerzas. Nos llevaron nuevamente a limpiar lo que hemos preparado.
…
Ya ha pasado más de una semana aquí, he visto obscenidades, mujeres llevadas al crematorio o simplemente disparadas. Me han dado más de 7 golpes con látigo por hacer mal algún trabajo. Un día ya fuera de lo común, llamaron a todas las mujeres, había más de 1.700 mujeres en el medio del campo, vino un nazi de altura mayor de cargo.
- Hoy se irán algunas de aquí. – Dijo en alta voz, todas las mujeres atentas al escuchar. – Trabajarán fuera, con varios de los nuestros.
Mujeres se alzaron en sonrisas, otras en tristezas.
- Nombraré el número de donde se ubican, y de ellas elegiremos. – Me dio el brinco en el corazón, y el hombre empezó a nombrar – La número 3 del 278, la número 1 del 078…
Todas emocionadas y conmocionadas quienes las nombraban, yo era la 5ta del 144, una muy mínima probabilidad de poder, pero nunca olvidaba mi esperanza de sobrevivir.
- La 2da del 521, la 3era y 5ta del 144…
Ahí fue mi momento de mi felicidad, voltee a ver a Pulass, y ella aunque tendría su humor tenía una sonrisa inmensa, nos paramos y fuimos a la dirección de ellos. Cuando lo logré, uno se dirigió a mi señalando al digamos, mi jefe por los momentos al cual le trabajaré, era uno de los generales con gran cargo, era corpulento y rubio, fui a su dirección y sólo me miro por segundos y cambio a otro lado su mirada. Al terminar después de tanto tiempo, las mujeres que no fueron elegidas, las llevaron al crematorio…
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Historia de una judía.
Adventure¡HOLA A TODOS! Esta es mi primera historia, soy una principiante por así decirlo jajaja, escribiré esto con lentitud, no me quiero apurar ni nada por el estilo, simplemente si me da el momento de escribir, con gusto seguiré. No estará completa pront...