(Ariel)
Después de aquel evento, el domingo transcurrió tranquilamente, en el desayuno rememoramos los acontecimientos del día anterior, lo habíamos disfrutado muchísimo, tanto que no regresamos a casa a la hora que creímos. Fue hasta que, literalmente, ya no podía mantener los ojos abiertos, que pedí ir al coche para recostarme. Mis padres entendieron que estaba cansada y nos fuimos.
Por alguna extraña razón, durante la mañana, papá me hizo muchas preguntas acerca de Marcos (cosas que yo no tenía idea) y le respondí lo que sabía. El papá de Marcos le había dicho al mío que trabajaba como ambientalista para la empresa y esa era la razón principal porque los invitaron (No pude evitar sonreír, para mí esa no era la razón, pero no podía decir más)
Después de un fin de semana normal, mi papá debía volver al trabajo el lunes por la mañana, ese día sería el juicio de Madame. Lo ocurrido en la fiesta no había hecho más que crear más dudas en mí, seguía sin zanjarlo.
Las acciones de Madame, su tranquilidad, educación y cero arrogancia me hacían verla como una mujer inocente, sin embargo, su estrecha relación entre ella y el agente Serrano me hacía pensar en si estaba tratando de evadir la justicia, usándolo de escudo humano, y eso elevaba mis dudas.
De todas formas, aunque intentaba pensar en otra cosa y dar vueltas al asunto para hacer que las piezas encajaran y poder señalar a un culpable, en el fondo, algo dentro de mí me recriminaba mis pensamientos y, poco a poco se fue afianzado una idea: Era inocente.Ese lunes por la mañana papá salió muy feliz y satisfecho a su trabajo. Yo estaba dentro terminando de ayudar a mamá a recoger la cocina, esa semana nos ocuparíamos de las habitaciones. Mamá aún estaba fuera despidiéndose de papá cuando sonó el teléfono, no era usual que alguien llamara tan temprano pero levanté la bocina.
— ¿Si diga? — hablé.
— ¡Ariel! Soy Esme — habló con el tono acostumbrado.
— Hola — saludé amablemente — ¿Cómo estás?
— Bien, eso no importa ahora. ¿Están tus padres en casa? — preguntó
— Mamá — contesté brevemente viendo que ya entraría pronto.
— De acuerdo— lo siguiente que escuché fue un sonido brusco por la bocina y un "Dile" en son de regaño. Después la voz de Marcos se hizo presente.
— Ariel, hola — saludó nervioso. Le devolví el saludo — Es mi deber anunciarte que hoy será la audiencia de Madame, por si lo querías saber.
— Si lo sé — contesté. Mamá entró en casa.
— Se suponía que tenía que decirte el agente Serrano, pero no logro contactar con él — anunció preocupado, agarré el teléfono con fuerza — ¿Sabes algo de él? — me preguntó con el mismo tono— No lo hemos visto y se suponía que debía estar aquí.
— No, no lo he visto — respondí pensativa intentado relajar el rostro. Mamá se acercó
—¿Quién es? — preguntó. Tapé la bocina y articule: 'Esme', ella asintió sonriente —¿Cómo sigue? — preguntó 'Ya mejor' respondí en voz baja.
— ¿Ariel? — habló Marcos a la bocina después de aquel silencio.
— Perdón Esme, mi mamá está aquí y quería saber cómo estás — dije por el teléfono.
— Permíteme — dijo mi mamá tomando el teléfono, el estómago me dio un vuelco y sangre fría corrió por todo mi cuerpo. Rogaba al cielo que Marcos lo pasará pronto porque, sino, estaría en un verdadero dilema. Mamá siguió hablando en el teléfono por un rato con... supongo que Esme y después de mucho me lo volvió a pasar, me dijo me esperaba en la cocina para seguir y, advirtió, no tardara mucho.
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Nadie es quien dice ser.
MaceraSi un día descubiertas que lo que conoces como tú realidad, tú pasado y tus vivencias no son exactamente de esa manera, ¿Cómo reaccionarías? Anny es una chica como tú y como yo, va al instituto y trata de seguir con su vida diaria como cualquier ad...