Unic part.

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Comparto con mucha gente la idea de que la vida es una maldita mentira, que la sociedad te hace sentir de la manera más jodida que existe. Odio profundamente este sentimiento de soledad y rechazo, sentir que nadas contra corriente, que lo que es "normal" para muchos, no lo es para ti, ¿Normal? Normal es una excusa inventada por alguien para sentirse bien consigo mismo, sentirse aceptado y parte de algo.

Bien, supongo que toda mi vida es una basura, pero tengo que seguir viviendo ¿No es así? Porque tampoco tengo el suficiente valor para suicidarme y sinceramente creo que es algo estúpido hacerlo, aunque claro no juzgo a quien lo hace.

La madrugada es mi momento favorito, puedo pensar todas éstas cosas, analizar la vida, inventar miles de historias que sé que jamás me pasarán pero bueno, está bien soñar de vez en cuando.

– Vamos Juan Pablo, ya es hora del colegio – Escuché gritar a mi madre haciéndome salir del limbo de mis pensamientos.
– ¡Demonios! Tengo que irme ya y no pude dormir nada – Dije mientras tomaba mi camiseta blanca de la escuela y cerraba uno a uno mis botones. Terminé de vestirme y me miré al espejo, acomodé mi cabello con un poco de agua y fijador, me lavé los dientes y bajé a desayunar.
– Venga mi amor, le hago el nudo de la corbata– Sí, mi mamá aún me anudaba la corbata.
– Gracias mamá, algún día aprenderé–
Respondí con una sonrisa fingida.
– Desayuné rápido que no puede llegar tarde a su primer día –
Tomé un plato de Cornpops con leche y comencé a comerlo tranquilamente mientras miraba Twitter en mi celular.
– Me voy madre, gracias – grité mientras salía de casa.

Comencé el camino al colegio poniéndome mis audífonos y esperando no perderme, pues tenía una semana de que habíamos llegado a México y prácticamente no conocía nada, seguí caminando algunos minutos, el colegio estaba un poco retirado y siendo sincero no quería que el camino acabará, tenía muchos nervios de llegar, estaba en una escuela nueva, con gente que no conocía y en un país en el que nunca había estado antes y aunque quisiera ocultarlo mi acento me delataba.

Llegué por fin, ponía 'Colegio México' en la entrada
- Es aquí, susurré – Di un gran suspiro y comencé a entrar buscando rectoría, para que me asignarán mi nuevo grupo.

– Parce disculpe, ¿Rectoría? Dije dirigiendome a un chico que se encontraba cerca de la entrada.
– ¿Qué? – Contestó con una cara súper disgustada y confundida.
Olvidé que en México no hablan de la misma forma que en Colombia y ellos decían "Dirección".
– Perdona, ¿me podrías indicar dónde está la "dirección"? – Dije reformulado mi pregunta.
– ¡Ah! – Dijo seguido de una pequeña risa –Claro, acompañame–
– ¿De dónde eres?– Preguntó.
– Bogota, Colombia – Contesté sonriendo.
– Aquí es – Dijo señalando una oficina.
– ¡Gracias! – Sonreí.
– ¡Bienvenido a México! –

Entré y hablé con el rector, me dió la bienvenida y me asignó un grupo, los nervios aún recorrían mi cuerpo, no sabía quieres serían mis nuevos compañeros, al parecer la gente era chévere acá, pero nadie sabía lo que realmente era y ciertamente el miedo es algo con lo que todos los días convivo.

Caminé aún nervioso al aula 205
– Buenos días – dije dirigiéndome al profesor que se encontraba frente al grupo.
– Tú debes ser Juan Pablo, pasa y preséntate al grupo, por favor–
– Hola, mi nombre es Juan Pablo Pelcastle, soy de la ciudad de Bogota Colombia, acabo de llegar a México y prácticamente no conozco nada.
– Toma asiento, bienvenido –

Busqué una butaca vacía con la mirada, justo al fondo vi una sonrisa muy linda, era él, el chico con el que hablé en la mañana, me hizo una seña pues junto a él había un lugar, me senté junto a él y tomamos la clase, sonó el timbre y me levanté de mi lugar, me quería dirigir a la cafetería cuando algo me hizo voltear, sentí que alguien me miraba.
– ¿Qué suelen comer los colombianos a esta hora? – Dijo el chico que comenzaba a agradarme.
– Una arepa con una colombiana de manzana – Contesté.
– Umh, pues aquí no tenemos eso aquí, pero una torta de huevito con jugó en bolsa también está bien –
– Me perece bien. Por cierto, ¿Cómo te llamas? –
– Soy Gabriel, pero puedes llamarme Gabo –
– Hola Gabo – Dije con una enorme sonrisa.

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⏰ Última actualización: Apr 21, 2018 ⏰

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De la persona equivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora