Ella se levantó una fría mañana de Diciembre, llevaba desde Junio sin abrir su red social favorita, llevaba desde Julio sin sonreír, desde Octubre no recibía llamadas y en Noviembre dejó de salir a socializar; sin embargo Diciembre era su época favorita del año debido al frío que hacía, las vacaciones desde casi principio de mes y lo más importante, las fiestas que se celebran, definitivamente era la época más feliz del año y era la única época del año donde podía sentir una calidez en su corazón que no sentía ni en los días más cálidos del año.
Se sentó en su balcón a ver el parque que estaba casi enfrente de su casa, para ver a los niños quemar cuetes y jugar con alegría el hecho que llevaban días sin ir a la escuela, todos ellos abrigados a más no poder, mientras ella estaba con su pijama, observando en silencio, con una mueca de felicidad en la boca hasta que su madre la llamó para que bajara a comer.
–¿Ya viste que horas son éstas y tú sigues en pijama?
–¿Ya viste que ni me has dado los buenos días y ya me estás gritando? – la mamá se sintió ofendida pero al ver que Janna sólo se sentó a desayunar sin más, decidió no hacer una pelea– ¿Y mi hermana ya va a venir a desayunar?, ¿tendremos que esperarla como siempre?
–Por favor no seas déspota con tu hermana, la pobre está atrofiada con su final de semestre que no sé si venga pues sigue dormida y no quiero despertarla.
– Si con final de semestre te refieres a irse a embriagar, drogarse y cogerse a un chico, pobre de ella, merece su descanso.
–Será mejor que te levantes de la mesa y te vayas a tu cuarto sin desayunar, porque si no lo haces en los próximos veinte segundos, estarás además de castigada, regañada por mí de una manera que no querrás.
Janna que apenas se había sentado se levantó y caminó hacia la escalera que estaba alado del comedor y antes de subir le dijo a su mamá con un tono serio – Será mejor que dejes de consentir a esa mujer, antes de que te siga viendo la cara de estúpida y no lo digo yo, lo ha dicho ella cuando habla con sus amigas, que sólo te usa para sacarte dinero y –antes de que pudiera terminar la mamá se levantó enojada y empezó a gritarle, lo que hizo que Janna solo subiera las escaleras sin prestarle atención a sus gritos, ya estaba acostumbrada a que ella fuera la gota que derrama el montón de estupideces de los demás.
Se encerró en su habitación que estaba fresca debido al frío que hacía, abrió la ventana y volvió a ver a los niños, que eran inexistentes en esos momentos porque todos habían ido a comer a sus respectivas casas; sin embargo ella se quedó ahí en silencio, imaginando las risas alegres de los infantes hasta que se cansó del silencio y se puso a escuchar Coldplay.
