Parte 2

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  No era secreto, en los grandes salones, que Kon El había cortejado los favores del príncipe Timothy Drake, del mismo modo que tampoco era secreto que al final el príncipe de Tenebra, segundo al trono, había optado por negarle sus favores en honor a la amistad que ambos compartían. 

Atendiendo a esa decisión el príncipe de Kripton había optado por alejarse un poco esperando que la separación hiciera mella en sus emociones y acabara con todas ellas, hasta regresarlas al principio, cuando el amor no era un enemigo sino solo un suceso entre otros.
Y ahí estaba, antes de que el amanecer hiciera su baile imperfecto en el espacio infinito entre el cielo imposible y las traicioneras aguas. 

La invitación del príncipe de Gotham había llegado en honor a su fama, el príncipe relataba su interés en su capacidad con la espada, su admiración por los rumores de sus hazañas y la necesidad de recordar la amistad que un día había unido a Kal-El y Bruce Wayne.
Hijo de Alexander Luthor –aunque por lo bajo, que de oficial era hijo de la esposa oficial- Kon había dudado un segundo, o dos, antes de escuchar a su padre relatar en contenta voz sobre su amistad con el antiguo soberano de Tenebra. 

Había aceptado al ver que negarse no solo ofendería a un príncipe menor sino también a su propio padre, de tal modo que no estaba loco.

Y allí se encontraba, a punto de cruzar el canal de una frontera de aguas marinas en dirección a conocer a un príncipe que era nombrado entre susurros por su astucia, su poder y su peligrosidad.

"De Damián solo has de saber una cosa" había dicho su adorado padre Lex Luthor "No tiene un corazón pero puede fingir, con gracia infinita, que si lo hace" 

La advertencia era clara a pesar del juego y la falta de palabras exactas, ya había caído por un príncipe de Tenebra... no debía volver a cometer ese error.

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Las trompetas tocaron al abrirse el paso para el príncipe mientras la escolta y los nobles avanzaban hasta mirar por el puerto el mar, aquel día llegaría desde Kripton una preciada carga, un invitado importante. Kon-El de Kripton

Y allí estaba la llamada corte oscura del príncipe de Gotham esperando atenta mientras el barco encallaba y sus puertas se abrían, Damián avanzo hasta ver la corte acompañante del príncipe de Kripton se revelaba poco a poco, primero bajaron sus guardias, que se colocaron a cada lado, después bajaron los nobles que hacían de compañía en la mar, su corte privada y entre ellos el príncipe, alto y gallardo como lo eran en su mayoría los nobles de Kripton, sus oscuros cabellos cortados antes de terminar de tocar la nuca, sus profundos ojos azules se cruzaron con los jade del príncipe de Gotham.

Bajo y cada paso lo dio como si avanzara por una alfombra roja, hasta que llego hasta su anfitrión, alto y hermoso como le habían anunciado cuadros en el pasado, la piel era un poco más oscura del común, sin llegar al dorado que, por el origen de su madre, debía tener... no era blanco por completo. Al mismo tiempo había en su arrogante porte una suerte de secreto silencioso, la fuerza de su personalidad que amenazaba con devorar dentro de su presencia a quienes les rodeaban.

Se plantaron cada uno frente a frente, una inclinación de cabeza, breve y apenas visible vino del último de los Wayne.

-Os esperábamos alteza, profundo honor nos hace contar con su presencia –audibles palabras, más para los que les rodeaban que para el mismo Kon, que admiraba callado sus rasgos.

-Estoy feliz de estar aquí –contesto al fin, relajando todos los músculos del cuerpo y devolviéndole la mirada, le había estudiado y quitado la desconfianza, aunque extremadamente hermoso no era de su gusto personal y no creía que fuera a correr riesgo alguno estando cerca del príncipe, riesgo para sus emociones es decir que otros riesgos siempre habrían de estar en su existencia. 

Por su parte Damián Wayne retrocedió apenas un paso hacia atrás y extendió un brazo, invitándole a continuar el intercambio de saludos en lugar menos visible.  

De un romance que no debería darseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora