La sangre se le helo en las venas y nadie podía culparlo, Kon-El pocas veces había temido, pero en aquellos momentos temía.
"Yo sabía que él me amaba" las palabras habían salido de la boca de Wayne de un modo suave, siendo casi un suspiro resignado pero sin llegar a serlo, por cierta falta de emociones que allí habían.
Lo había dicho como una realidad que, por ser de su conocimiento, era total. La historia que el príncipe le había contado era terrible, por la profundidad de los trozos que abarcaban la intriga palaciega que años en el pasado había acabado con la vida de su padre, la intriga que había puesto a los Drake en la corona y claro, como ese hecho se había extendido hasta obligarle a él, Damián, a convertir un principado en una fortaleza.
Las palabras eran lentas y sus movimientos semejantes, seductores por ser la figura del príncipe frágil en apariencia, aunque él mismo hubiera comprobado que no era tan débil como aparentaba, de hecho era fuerte y no dudaba en usar la fuerza para imponer su voluntad.
No le temía por su crueldad, pocos pueden temer la crueldad de otros hombres cuando son hijos de Luthor, cuyas sonrisas siempre esconden alguna crueldad, lo que temía el futuro soberano de Kripton era otra cosa más profunda.Tras conocer las verdaderas razones de su llegada a Gotham, las conversaciones que sostuviera con Damián habían extendido una nueva razón y poder, del mismo modo en que sus salidas tenían un nuevo idioma y razón.
No podía culpársele, si se veía de externo, que poco a poco comenzara a caer por Damián, Kon-El estaba aislado, en un reino hostil, sin amigos pues su corte era una mezcla de espías de su padre, de la reina y de su poderoso progenitor, su amistad con la noble protegida de Diana de Themiscyra era básica pues los ojos vigilantes sobre una hombre y una mujer solteros convertían en imposible dicha relación sin ver a futuro una boda que podría o no desagradar a su padre pues ninguna hija del reino de las amazonas aceptaría jamás someterse a un hombre.
De tal modo el príncipe de Gotham era su único "amigo" pues aunque de intenciones discutibles, eran aliados por el momento dado que sus cabezas se sostenían por el entramado de intrigas que eran sus existencias cruzadas; el tiempo que pasaban juntos parecía ser el único medianamente sincero entre toda la sensación de estar sometido a los planes de otro, así pues esperaba con agrado sus encuentros y la belleza exótica y fría del príncipe había terminado por no serle del todo indiferente.Sostuvo la copa de vino y saboreo su contenido, el jugo fermentado de las uvas era dulce y amargo, antiguo y delicioso, pues el sabor era tal que seducía sus sentidos, aparto los ojos y miro de vuelta a su interlocutor, que continuaba contándole aquella historia, prueba de que su relación comenzaba a volverse cercana de alguna forma también para él.
-Por tanto no fue difícil convencerlo de que actuara a mi favor, conocía las debilidades de la dama en cuestión y la principal era la que sentía por él... no puedo negar que me hirió en cierto modo tener que apartarme de sus caricias, pero abarcaba todo y se impedía una guerra, además de terminar todos contentos, él tuvo la pacificación, ella lo tuvo a él, el rey obtuvo un aliado y yo conseguí las notas que me informaron de los planes de la reina Lois –explico, al final, terminada la historia, podía ver cierto grado de melancolía en sus orbes jade y comprendió que debía extrañar al amante al que había renunciado en nombre de sus planes, Kon acepto en silencio que sentía celos por ello, pero guardo el pensamiento para sí.
-Así que fue entonces cuando se enteró –contestó en cambio, viendo por encima de su copa como los dedos del noble se removían un poco en el cuello de la copa –Y después de eso, Luthor lo contacto.
-Exacto, le interesaba lo que ocurría y por supuesto vuestra seguridad, confieso que sentí desconfianza pues sus intrigas son conocidas por haber alguna vez superado incluso la valla de los planes de mi padre, pero cuando entendí la base de estos comprendí también que no podía negarme.
-¿Puedo preguntar cuál era? Para usted es sencillo al parecer, pero yo no puedo entenderlo, aunque haya vivido siempre con él.
Damián se rio, ironía y desdén impresos en el sonido que escapaba de su boca, no supo si sentirse ofendido o admirado.
-Es evidente, alteza, que hay planes de asesinar al soberano de Tenebra–su corazón dio un salto y la sorpresa se pintó en su cara para su pesar –él conoce mi ambición y planes para hacerme, en algún momento, con la corona, del mismo modo en que yo conozco su ambición de que usted sea soberano total de Kripton, no es de raro que siendo yo hijo del antiguo soberano del reino sea quién más intenciones tenga de asesinar al actual rey –bajo la copa y un susurro frío escapo de sus labios –si el rey muere Timothy Drake será rey, y ordenara mi muerte si es inteligente, al mismo tiempo las sospechas solo podrían correr hacía Kripton, donde quedaría usted, amenazado por un afecto ingrato, el vuestro por el príncipe heredero, causaría en algún momento que fuese débil y sus emociones hablaran por encima de sus deberes...
-¡Eso no pasaría! –elevo la voz, ofendido hasta el completo.
-Confieso que ahora que os conozco espero que no, pero vuestros padres no pensaban así y yo odio a Drake, lo mismo que deseo que mi vida se sostenga el tiempo suficiente para que se me devuelva lo que por derecho y origen debiera ser mío –se encogió de hombros y Kon aparto el rostro, ofendido hasta lo profundo si acaso lo que Damian decía era cierto, su padre no podía haber pensado de ese modo de él, pero al tiempo no sería raro, su amor por Tim había sido excesivo hasta antes de llegar a Gotham, muy a pesar de su rechazo, así bien, era normal que hubiera dudas, el sabor del vino se le amargo en la garganta y pregunto, no sin cierto pesar.
-¿Y cuánto tiempo más he de decir que extiendo mi visita? –adivinaba que el fin se acercaba.
Damián elevo sus ojos y le miro, sorprendida su mirada.-Los planes de vuestro padre van muy bien, me atrevería a decir que bastará una semana más antes de anunciar el fin de vuestra visita –confeso, y le miro, sus orbes jade eran preciosas y competían en belleza con el resto de todo él, su piel de porcelana, sus gestos breves y serenos, su aire a guerrero invencible y también, otra cosa menos profunda.
Podía adivinar en esos ojos un ansia, ambos estaban envenenados aunque ninguno lo dijera.
Aquello, estaba seguro, no estaba en el plan de su padre, cuando le había advertido en voz clara por Damian, Luthor no esperaba que se enamorara de su anfitrión, pues era conocido por ser sanguinario y cruel con sus amantes, si Damián le había contado de su crimen era para hacerle entender aquello también, que era más conveniente no relacionarse de ese modo pues ambos saldrían dañados.
El actuar era sabio, pero tonto al mismo tiempo y Kon tuvo ganas de reírse de sí mismo.
Se levantó del sillón donde había estado y asintiendo fue en su dirección.Damián debió adivinar lo que pretendía, pues hablo y su voz se elevó una décimas, quien sabe si por miedo o algo más.
-Deteneos alteza, sería un error continuar lo que sea que planeéis –advirtió, apoyándose contra su propio sillón, y acaso buscando en su mente un modo de huir.
-Vos lo habéis dicho alteza.
-¿Es que acaso no amáis a Timothy Drake? Deteneos, sed sensato, si volvéis de aquí a la capital, el heredero será vuestro... lo juro –prometió, cuando el heredero de Kal El se inclinó a él.
-¿Es lo que desea? –pregunto y Damián apretó los labios, mirándole a los ojos.
-Sería un error- dijo al final, ignorando su pregunta –vos lo sabéis y yo también ¿Por qué arriesgarnos? No sería sabio para ninguno de los dos aun si es verdad que yo desee dormir a vuestro lado, es imposible y no deseo ni para mí ni para vos la tortura de una vida como la que Lex Luthor lleva, los celos y el odio terminarían por ahogarnos, pues yo aún deseo ser rey y no bajare la tez ante vos nunca.
Kon El sonrió y el príncipe de Gotham se preguntó, debió hacerlo, si sus palabras habían sido oídas.
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De un romance que no debería darse
ФанфикAU! kingdomWorld! un romance en medio de intrigas reales... un romance con sabor a veneno y traición.} KonDami