La Flor del Amor (Slug x White Hat)

La Flor del Amor

— ¡Bienvenidos, increíbles y asombrosos héroes! — Decía White con voz suave y aceitosa mostrando su sonrisa de marfil— ¿no les molesta que cuando quieran expresar su amor con palabras, no les sale ninguna? Pues, Dr. Slug...

—Este es el "Lis D'Amour"— presentaba Slug la flor en un envase de cristal, ésta parecía un lirio con un ojo en el medio, su iris tenía forma de corazón,- Un estúpido lirio genéticamente alterado cuyo aroma puede hacer que los verdaderos sentimientos de una persona florezcan y con ello las expresiones de amor— su voz se le oía incomoda y molesta.

— ¡Y corten! — Dijo White— estuvimos perfectos— cada palabra por más simple que fuera sonaba elegante como refinada— ¡Dr. Slug usted es un genio!

— ¡Soy un genio, sí, pero un genio muy mal aprovechado! —Gritaba molesto— imagínese, de todas la cosas que me puede pedir para hacer frente a los Villanos, prefiere pedirme una patética flor del amor ridiculizaba.

Sin perder la calma y la elegancia respondía White Hat — ¿Le debo de hacer recordar que yo soy su jefe, y que por más minúsculo que fuera mi pedido le pago muy bien?

— Pero, podría hacerle láseres que atravesasen a los malhechores— refunfuñaba— podría hacer quimeras de horror para que los devorasen— el chirriar de su dientes se le oían a través de la bolsa de papel— ¡Muchas cosas haría!

—Un favor Dr. Slug ¿podría llevar la flor a mi escritorio? — White ya se había acostumbrado a las quejas de Slug y aprendió a ignorarlas a pesar de que eso fuera de muy mala educación— ¿Me pregunto a qué olerá?

—Si — dijo Slug muy a su pesar, se dio cuenta que por más que se quejase White no le iba hacer caso— no sé a qué huele, pero el aroma de los lirios comunes es dulce así que supongo que esté tendrá un olor similar hasta un poco más dulzón— chirrió los dientes.

Ambos abandonaron el tenebroso laboratorio y caminaron hacia la oficina. White Hat suspiraba canciones de amor y lanzaba miradas de dulzura y paz. Abrió la puerta y dejo entrar primero a Slug— Por favor póngalo encima de mi escritorio— dijo— Me sorprende que usted al haberlo creado no haya siquiera olfateado un poco el aroma de la flor.

— Yo estas cosas las pruebo con ratas, no conmigo mismo— respondía Slug mientras tomaba asiento sin pedir permiso.

— ¡Oh, Dios mío!— De la impresión White cayó en seco sobre su asiento — ¡Pobres animalitos!

—Sip— dijo Slug con malicia— bueno, estos no sufrieron, solo les salió una especie de brillo rosado de sus ojos como una aurora, los que si sufrieron fueron las ratas que usé cuando me pediste una cura para el cáncer.

— ¿Qué les pasó? —preguntó White con la cara pálida.

—Bueno, primero intente una vacuna, pero a las ratas que les suministraba se le aceleraba tanto el corazón que en el mejor de los casos sufrían un ataque al corazón.

— ¿Y en el peor? — Preguntaba con miedo.

—Su corazón se les salía por la boca, literalmente- Slug hacía muecas para asustar más a White y simulaba plañidos de dolor— aún tengo esa vacuna, podríamos matar muchos Villanos con eso.

-¡No, definitivamente no!

—También traté con una especie de tratamiento basado en la quimioterapia pero... — se interrumpió así mismo.

— ¿Pero qué?

—Pero se les caía el pelaje, luego la piel dejando expuesto sus músculos a algunos se les caían las tripas.