Esa noche, esa horrible noche en el hospital, creo que nunca la olvidaré. Todo en esa noche empezó con normalidad, con tranquilidad, mejor dicho.
Fui aproximadamente a las siete u ocho de la noche, solo me sentía un poco mal, sentía algo de fiebre y dolor de cabeza. Al llegar me realizaron una revisión para darme un diagnóstico. Luego de un rato el doctor me dijo que solo era un resfriado, me colocaron una inyección y me dieron unas pastillas para que tomara ahí mismo, luego me dijeron que me acostara un rato en la camilla para ver si los medicamentos hacían efecto, y como buen paciente, obedecí. Luego fue donde todo lo raro empezó, escuche que los doctores se alarmaban, algo le ocurría a un paciente, escuche a los doctores decir, que aquello que le habían dado le causó una especie de reacción alérgica, también escuche a unas enfermeras gritar que no podía respirar y que su pulso se estaba reduciendo.
En ese momento por la curiosidad, quise ir a ver, así que me levante de la silla en la que estaba sentado. Al pararme me detuve un momento, al fin poder ver a aquel paciente, por alguna razón tuve una extraña sensación de familiaridad. Los doctores estaban casi todos alrededor de él, tratando de evitar que ese hombre muriese y por ello no pude ver claramente de quien se trataba. Después de un largo rato de observar como los doctores usaban la maquina de electrochoques en aquel pobre hombre, y como le colocaban diferentes inyecciones para cortar la reacción alérgica, recordé, casi de golpe, que donde estaban los doctores, se trataba de la habitación en la que yo estaba. En ese mismo instante me voltee y me pregunte, ¿Cómo demonios llegué a esa silla?, no recuerdo haberme parado de la camilla y haberme ido hasta aquel lugar. Entonces me acerque más a la habitación, el hombre que estaba muriendo, ese hombre que observé mientras moría lentamente... se trataba de mi.
Observé por un largo rato mi propia muerte, luego de unos minutos con el corazón prácticamente en la garganta por el miedo, desperté de esa horrible pesadilla -si, para mi suerte todo fue una pesadilla-. Al despertarme seguía un poco asustado, pero al estar en mi casa empecé a tranquilizarme de a poco. Una vez pasaron los nervios quise ver que hora era, eran las seis de la mañana. Luego de despertar la mañana fue bastante tranquila, pero después de un largo rato los nervios y el miedo volvieron cuando empecé a sentir un poco de fiebre y dolor de cabeza.
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Malestar
HorrorRelato ficticio en el que se relata la noche de un hombre el cual se ve obligado a ir al hospital luego de sentir un malestar, luego al estar ya en el hospital las cosas se tornan un poco extrañas para el y poco a poco se va dando cuenta de lo que o...