♥ Love Me Right ♥ → «Yuwoo • Luwoo»

2: ¿Sólo amabilidad?

Como me era de esperarse, era Jack, con cara de pocos amigos.

—¡Sueltame idiota! —dije tratando de soltarme en vano, ya que su fuerza era muy superior a la mía, solté un quejido de dolor, estaba ejerciendo más fuerza, de seguro me dejaría marcas.

—Repite lo que dijiste —dijo desafiante.

—¿Te crees que lograrás algo lastimándome? —hablé intentando inútilmente soltarme, dolía demasiado.

—No lo sé, tal vez si, que cierres tu boca —dijo con tono burlón y de un empujón estampó mi espalda contra la pared, haciéndome soltar un jadeo de dolor, para nada masculino, haciendo que se burlara más.

—¡Ya idiota! —dije tratando que dejara a mi muñeca, la podría fracturar, no sé si exagero, pero me dolía demasiado.

—Pide disculpas, y si es necesario besarás mis pies —yo reí irónico, ¿yo tengo qué disculparme?

—Será mejor que me sueltes o... —pero me interrumpió levantando la voz, cerré los ojos por sus gritos, odio, detesto cuando gritan.

—¡¿O qué?! ¡¿Saldrás corriendo?! —miré a mis lados si había alguien que me ayudara, sólo pasaron mis compañeros, ignorando el hecho que me iba a romper la muñeca, otros se rieron de mi situación. Entonces vi como venía Yukhei, dentro mío sentí un alivio, mierda la muñeca me dolía horrores.

—¡Ya! Sueltame cobarde —dije empujándolo en vano, cualquier intento de alejarlo era torpe. Me dolió más que la mano de Jack a punto de quebrar mi muñeca, el hecho de que Yukhei pasó ignorando que estaba siendo maltratado por un imbécil. Eso dolió miles de veces más que mi maldita muñeca posiblemente ya rota o fracturada.

—No volveré a repetirlo maricón, te disculpas o sino saldrás de aquí con tu muñeca quebrada —dijo amenazante, sentía que iba a llorar.

—Púdrete Jack  —y traté de empujarlo, pero sólo logré que aumentara el dolor en mi muñeca, haciéndome retorcer. En eso Jack calló al suelo, ya que alguien lo había alejado de mí fuertemente.

—¿Estás bien? —preguntó la persona que creí que me decepcionó, yo sólo asentí. ¿Si estoy bien? Mi muñeca estaba toda morada. Yo sólo salí rápidamente, para ser más específicos corriendo, corrí hasta llegar a mi trabajo. Que quedaba unas cuadras. Al entrar con las lágrimas empapando todo mi rostro mi hyung Kim Min Seok corrió a abrazarme, me llevó hasta el lugar donde descansábamos. Por cierto, creo que un amigo de Yukhei estaba en una de las mesas, mierda y más mierda.

—¿Qué sucedió? —me preguntó Min mientras me envolvía en sus brazos.

—Fueron ellos de nuevo... —él ya sabía a que me refería.

—Esos desgraciados, cuando pueda iré y les daré su merecido —dijo molesto, al ver mi muñeca soltó un grito— ¡Mal nacido! ¿Te duele mucho, verdad?

—Si... —dije suspirando.

—Veré si encuentro el botiquín, tu espera aquí —dijo y se marchó a buscar el botiquín. En eso escucho que habla con alguien, reconozco esa voz, ¡Es Yukhei! Sin dudarlo corrí al baño a esconderme. Me miré al espejo, mis ojos estaban rojos, me veía horrendo, como para salir en una película de terror. Lavé mi rostro como pude, la muñeca me impedía moverme mucho.

—Ya traje las vendas —habló Xiumin, ese era su apodo. No escuché otra voz, que supuse que no estaría ahí, así que salí y me senté en uno de los sillones, mirando al suelo, más peor no me podía sentir, humillado de esa manera, enfrente de Yukhei...

—Jung, él te ayudará, yo iré a atender —dijo Xiumin y se marchó, levanté mi mirada y me encontré con la persona que no quería que me viera. Desvié la vista, evitando contacto con sus ojos, me moría de vergüenza, él se sentó a mi lado, sin que notase escondí mi muñeca.