Amor después del amor - ("Te buscaré por mil vidas" Parte 2)

Capítulo 19

Ino caminaba junto a Deidara a toda velocidad por los pasillos del hospital en busca de la habitación de su mejor amiga, una vez que llegó a la puerta asomó la cabeza para ver a una Sakura cansada pero radiante de felicidad con una pequeña cosita en los brazos. No había dudado en tomar el primer avión rumbo a Tokio apenas se enteró del nacimiento.

Corrió hacia su amiga y la abrazó entre risas y llantos, luego le dio un abrazo a Sasuke y le entregó los regalos que traía para todos desde París.

—Ino estás hermosa sólo mírate, no puedo creer que seas tú.

—Es solo el exterior amiga, por dentro sigo siendo la misma—dijo la chica entre risas.

La mujer que estaba de pie frente a Sakura en nada se parecía a la Ino que partió de Japón vistiendo jeans y tenis, la mujer que estaba de pie frente a Sakura ahora calzaba botas de tacón, un ceñido vestido color verde inglés y abrigo negro de Chanel, su cabello brillaba como el oro, su perfume y maquillaje eran exquisitos, sin duda despedía un aura de clase en cada movimiento de su cuerpo. Dejó su bolso Louis Vouitton sobre una de las sillas y se sentó al lado de Sakura para conversar algunos minutos antes de marcharse, el horario de visita estaba a punto de terminar.

Itachi se acercó con paso decidido al pasillo de la habitación de Sakura pero alguien le cerró el paso, era Deidara que lo miraba con ojos desafiantes.

—No dejaré que te acerques a Ino.

—¿Y quién eres tú para impedírmelo?

—Soy el que la ha visto llorar en silencio cada noche durante meses, soy el que ha recogido del suelo los pedazos de su corazón y ha intentado unirlos nuevamente para que esa chica maravillosa vuelva a brillar y no dejaré que arruines todo mi esfuerzo.

—Dejemos que sea ella quien lo decida.

—Te lo advierto, no dejaré que cruces esa puerta Uchiha.

En ese preciso instante Ino salió de la habitación, Itachi se encandiló con la imagen de esa mujer completamente desconocida para él.

Ino simplemente pasó a un lado de Itachi con la mirada completamente indiferente y se alejó con su andar sofisticado haciendo que sus tacones resonaran en el vacío del ambiente, parecía una modelo desfilando por una pasarela, tanto Itachi como Deidara quedaron congelados ante esa magnífica visión con la excepción de que Deidara era el único que se iría con ella ese día.

—Te lo advierto una vez más, déjala en paz o te las verás conmigo—sentenció Deidara.

Itachi dijo nada, simplemente se quedó observando a esa pareja de seres perfectos que caminaban juntos y charlaban mientras se alejaban, una mano se posó en su hombro, al girar la cabeza vio a su hermano parado a su lado.

—Está muy cambiada—susurró Sasuke en voz baja mientras los observaba alejarse.

—Lo sé, ahora es una mujer fría y de mundo.

—¿Aún quieres luchar por ella?

Itachi suspiró y miró hacia el suelo para ocultar sus ojos húmedos.

—No lo sé...creo que ya no soy suficiente para ella.

Ino metió la llave en la cerradura y abrió la puerta, hacía seis meses que no entraba en su antiguo departamento, el tiempo estaba detenido en ese lugar, todo había quedado exactamente igual al día en que se fue de Tokio prácticamente con lo que tenía puesto y el alma rota. Sus tacones resonaron en la soledad del lugar, ni si quiera se tomó el trabajo de dejarlos en la entrada y ponerse pantuflas, tomó la cámara fotográfica que había sobre la mesa de la cocina y quitó la tarjeta de memoria para ver su contenido y recordar viejas épocas, al encender su computador portátil vio las fotos del viaje a las islas Jeju, sonrió al ver a sus antiguos compañeros de trabajo haciendo caras graciosas, poco a poco fue pasando las imágenes hasta que llegó a las que tomó el día que fue a la casa de los padres de Itachi y vio las fotografías que le tomó a éste en el tren, los diferentes rostros de Itachi y por último el perfil de su rostro recortado contra el cielo gris mientras miraba el horizonte melancólicamente, recordó con nostalgia ese momento y lo bien que lo habían pasado pero esos días ya no existían.