Sin título

Sehun y Jongdae andaban mientras hablaban de cómo se habían conocido. Estaba chispeando, se podía oír cómo las gotas de lluvia caían sobre los charcos. El viento soplaba levemente como si de un silbido se tratara. Era igual que el día que se conocieron.

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Jongdae estaba nervioso, era el primer día que iba a conocer a ese grupo de gente y no paraba de dar vueltas de un lado para otro esperando para salir de casa y coger el autobús. Estaba chispeando y hacía bastante frío, así que fue a por sus guantes, se despidió de su perro y salió camino a la parada del autobús. De camino a la parada solo pensaba en llegar y en cómo iba a reaccionar con tanta gente nueva, eso y que cada vez que salía y se alisaba el flequillo tenía que llover.

Una vez subido en el autobús iba leyendo, muy de vez en cuando ya que leer en el autobús le mareaba, el grupo que tenía con todos para ver si iban llegando y si iba a ser el último, que daba por hecho de que lo iba a ser porque vivía algo más lejos que los demás.

Llegó a la estación donde habían quedado y vio un grupo de gente a lo lejos, lo que le hizo dar pasos más cortitos y lentos porque le daba mucha vergüenza.

- Eres Jongdae, ¿verdad? - dijo uno de los chicos antes de que el pobre pudiera pronunciar una sola palabra.

- Sí... soy Jongdae - respondió, dudando antes de si gastar una broma típica suya o decir la verdad - ¿Queda alguien por venir?

- Si no me equivoco... solo queda Sehun para que estemos todos - dijo otro chico del grupo - cuando llegue empezamos con las presentaciones.

No mucho tiempo después llegó un chico bien abrigado y con un gorrito gris de lana.

- Hola chicos, soy Sehun, ¡encantado! - dijo el chico con el gorro mientras iba saludando a todos - Perdonad que tardara, es que no me daba tiempo coger el tren anterior y estos trenes pasan cada mucho tiempo.

Después de la llegada de Sehun se presentaron todos, salieron de la estación y se fueron a dar un paseo por el centro de la ciudad. Todos se vieron prácticamente por primera vez ese día, ya que muchos eran de la periferia del país. El ambiente se fue animando con el paso del tiempo y ya se empezaron a formar grupos dentro del mismo, hablando cada uno de cosas diferentes.

- Entonces, ¿eres de por aquí Jongdae? - preguntó Sehun al chico, los cuáles iban andando algo más lentos y estaban un poco alejados.

- No realmente, vivo algo lejos pero un autobús me deja por aquí en una hora más o menos - respondió Jongdae mientras se tocaba el ya rizado flequillo debido a la humedad.

Ambos se integraban de vez en cuando en el grupo de delante y estuvieron toda la tarde hablando de sus cantantes favoritos y las canciones que les gustaban.

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Ya había pasado un tiempo desde que Jongdae se había dado cuenta de que le gustaba Sehun. Ese día Jongdae no llevaba paraguas ya que por donde él vivía no llovía prácticamente, pero una vez llegó a la estación donde se vieron por primera vez, rezó para que Sehun se hubiera traído uno. De pronto sintió un golpe en la espalda y se dio la vuelta algo asustado.

- ¿Cómo se te ocurre salir sin paraguas, eh? - reía Sehun mientras le golpeaba con uno.

- Te mato, menudo susto me he llevado - suspiró Jondae - Bueno, ¿dónde vamos a comer? - dijo mientras se acariciaba la tripa y pensaba en deliciosos manjares.