Cuando el sol dejó de brillar- Borusara

Cuerdas y flores

Hola, les dejo un nuevo capítulo. Espero sus VOTOS y comentarios. Disculpen los errores que puedan haber.

Advertencia: este capítulo tiene lemon, así que leer bajo su responsabilidad.

De un salto la agarró por las caderas y la levantó, ella por impulso le rodeó las caderas con las piernas. Compatieron un beso intenso, ardiente y duro; Boruto la instó a abrir la boca a para luego introducir su lengua dentro de la boca de Sarada. Cuando perdieron el aliento él se separó y la soltó de golpe. «Espera aquí» le dijo en un susurró y luego salió disparatado. Ella se quedó viendo como se alejaba incrédula.

-¿Se estará desquitando?

Después de unos minutos el joven regresó. Sarada abrió los ojos, impactada, cuando se dio cuenta de qué era lo que sostenía en las manos.

-¡Una soga!

Él la levantó para que la observe mejor- Te dije que te voy a amarrar- con una sonrisa se fue acercando.

Ella se quedó en blanco, pero unos segundos después comenzó a reír a pierna suelta.

Se está burlando de mi. Ya le enseñaré yo.

Con una rápida maniobra de combate la colocó de cara contra un árbol y con su pecho bloqueando su espalda. De la misma forma le tomó ambas manos y se las colocó en la espalda. Sarada no se resistió, la curiosidad la atrapó. Después, con movimientos fluidos fluidos le ató las manos juntas.

-Listo. Ahora no te muevas.- Ella no respondió, conmocionada, estaba tratando de calmar a su corazón que latía desenfrenado. Mientras con los labios cálidos sintió a Boruto besarle la nuca, mientras le tocaba los pechos, de un tirón bajó en cierre de su bluza para continuar dejando besos sobre la superficie de su espalda. Repitió el proceso varias veces, dejando besos humedos y leves mordiscos hasta que por fin se detuvo en el hombro de Sarada. Se quedó ahí, besando y chupando esa porción de piel, hasta que vió aparecer una pequeña marca roja.

-Listo, Sarada- despacio la llevó hasta un tronco caído, tomó asiento y la colocó sonre su regazo. Sus mejillas sonrojadas, los labios humedos y semiabiertos, los ojos grandes y brillantes se le antojaron la visión más erótica del munco. La deseaba más que a nada, pero tenía que calmarse; al ver su rostro espectante, se aproximó nuevamente a sus labios para bersarla con vehemencia. Como la quiero.

Es genial, sus manos son suaves y calidas. Me causan escalosfríos, pero de los buenos. Casi no puedo respirar y me muero por tocarlo, pero con las manos atadas a la espalda no puedo. Siento mi cuerpo y mente atrapados en medio de una neblina sensual que no me deja razonar con claridad ¿Qué tipo de libro habrá leido? Me gustaría leerlo también. Siento unos movimientos bruscos, pero antes de que pueda asimilarlo por completo me percato del cambio de posición, estoy sobre sus rodillas, boca abajo y el acaricia mi trasero. ¿Y ahora que planea? Sigue con sus caricias desde la base de mi cuello hasta regresar a mi trasero.

-Shuuuu, no vayas a gritar o vendrán a buscarnos.....

-Por qué habría de querer gritar....- entonces lo sentí, su palma se estrelló contra mi trasero y mi cuerpo se sacudió en respuesta, luego una caricia sobre aquella zona.

-Te dije que te iba a castigar- otro golpe y otra caricia sobre la zona.

-¿Es que te volviste loco?- trato de contener los sonidos que salen de mi boca, mientras siento otro golpe y otra caricia. No es tan malo, aún así lo mataré cuando me suelte.

-No seas impertinente Sarada. Tal vez deba terminar de quitarte la ropa e iniciar de nuevo-

Me sacudí ante esas palabras, pensaba nalguearme sin nada en medio, piel contra piel....y luego acariciarme, no se oye tan mal. ¡No! Estamos en medio del bosque, pero sus manos ya tocan parte de mi piel bajo los pantalonsillos.