No quise hacerte daño y si lo hice, te pido perdón; no quise hacerte llorar y si lo hice, me arrodillo ante ti suplicando disculpas. Sé que no puedo tenerte ahora, cometí muchos errores y lo admito, entiendo que no puedas amarme más, pero no te hundas con los recuerdos del pasado, no llores por haberlo recordado, soy yo quien debería estar sufriendo por ya no tenerte a mi lado.
Cometí muchos errores, nunca debí compararte ni desconfiar de ti, y a veces me atormento con esa pregunta. ¿Qué hubiera pasado si nunca hubiera sucedido todo eso? ¿Seguiríamos juntos? No lo sé.
Han pasado solo dos meses, te fuiste y me dejaste solo, lamentando por todo, yo debería estar en tu lugar, haber sufrido lo que tu sufriste.
¿Qué hiciste en mí? ¿Qué fue lo que causaste en mí? Todos tenían razón, los polos opuestos se atraen y así fue como estuvimos juntos.
Yo no quería una relación por ahora y ella lo sabía, sabia la razón.
Me había enamorado perdidamente de una de las mujeres más bellas que ha estado en mi vida, pero al pasar el tiempo junto con ella me di cuenta de quién era en verdad, con engaños viví a su lado, dejándome por otros hombres y eso me llevo a ser posesivo, a ser una persona llena de odio, a ser un chico celoso. Y ser todo eso hizo que perdiera al amor de mi vida: T/N.
T/N T/A, así se llamaba aquella dama que me hacía suspirar, que mi corazón se acelerara y a veces poder perder el control. Este me pedía, sus labios, su cuerpo junto al mío, algo que al principio no pude obtener pero después si lo logre.
Aun la recuerdo, ella ahí sentada, con sus grandes anteojos que hacían resaltar sus bellos ojos color café, leyendo o simplemente escribiendo tonterías en sus carpetas, muy estudiosa y callada.
Todo lo contrario a mí, yo, un chico que no se queda callado ante algo, no leo, ni mucho menos estudio, esto de la escuela no se daba para mí. Pero si me encontraba en un salón, era solo para estar con ella y se gane al menos mi atención.
Recuerdo su olor, ese dulce aroma que me perseguía por todas partes, el color de su voz, tan suave y dulce, amaba cuando decía mi nombre. Y las palabras que intercambiamos por primera vez, jamás podré olvidarlas, así fue como comenzó todo.
Solo para poder acercarme a ella.
-¡Hey cuatro ojos! -Grite entre los pasillos, ella simplemente siguió su camino-. ¡Oye, me dejaras con la palabra en la boca! -No respondía-. ¡T/N! -Ella paro en seco, creí que al parecer ella no sabía que yo sé su nombre, me acerque a ella y toque su hombro, a lo cual ella reacciono y volteo para encontrarse conmigo.
-¿Qué deseas YoonGi? -Dijo ella con frialdad.
-Pues, bueno vine a pedirte un favor -Pase mi mano por mi nuca.
-¿Un favor? ¿Cómo cuál? -Arqueo una ceja, se vea tan linda así.
-Bien, tu sabes que yo no soy bueno en matemáticas -Abrí mi boca para decir más, pero ella interrumpió.
-¿Solo en matemáticas? -Rió ante mis palabras-. YoonGi ambos sabemos que no eres bueno para la escuela -Siguió su camino.
-Lo sé -La seguí.- Pero tú no eres muy buena en todo -La desafié.
-¿Ah sí? Pues dime en cual entonces.
-Educación Física y tú sabes que yo soy bueno en eso.
Medito sus palabras, sabía que yo tenía razón.- ¿Y eso que tiene que ver con tu favor?
-Pues, que te parece si yo te ayudo para que mejores en educación física y tu me ayudas en... -Ella volvió a interrumpirme.
-En todo -Rió y luego suspiro, ella sabía que no era buena en eso y pues necesitaba esa nota-. Bien YoonGi, yo te ayudare y tú me ayudaras. Hecho -levanto su mano para que yo la estrechara, pero yo solo me limite a abrazarla, cuando me di cuenta de lo que hacía, me separe, reí algo nervioso y me aleje de ahí gritándole cuando nos encontraríamos y en dónde.
