Amaya es una joven de 22 años que llega como practicante a la cafetalera "Laguna Seca", aquí conoce a su amor Remy heredera de dicha cafetalera y su problemática familia, la historia se desarrolla en los 70, una época donde la homosexualidad no esta...
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Era 1970 en esa época no existía la tecnología como nosotros la conocemos, en esas fechas todo era más romántico, serio y el amor entre mujeres era algo muy oculto.
Me llamo Remy soy una de las herederas de una cafetalera Laguna Seca, crecí en este pequeño pueblo llamado Garat, mi abuelo falleció hace 3 meses, actualmente mis primos y hermano estamos viendo quien se queda con cada parte de la empresa, también estamos dividiendo el como organizaremos el negocio, nuestra cafetalera es muy importante en México es la principal exportadora a nivel nacional, por eso es importante saber quién será la imagen, quien dirigirá el negocio y quien dirigirá todo desde el pueblo. Ah mi pueblo es pequeño pero muy acogedor en las noches la luces ámbar colorean de una manera muy exquisita las calles empedradas, mientras tanto en las mañanas se puede oler el pan recién horneado, los domingos son especiales en la catedral se celebra una fiesta para conmemorar el día del señor, el pueblo es frecuentado por turistas, los cuales les damos un recorrido por la hacienda y la cafetalera, cierto día 7 de septiembre, apareció ella, con sus aires arábicos.
Ella llego de la capital, según las malas lenguas decían que era estudiante de economía y venía a hacer prácticas en la cafetalera, delgada, frágil con una estatura que no rozaba los 1.60 cm, sus piernas eran fuertes, pero su pecho dejaba tanto que desea, esos ojos, dios, esos ojos negros, intenso recuerdo el primer día que los vi, me paralizaron. Era un martes, me levante de la cama con tanta pesadez que ni estirándome podía quitármela, abrí la persiana donde impactaba la luz del sol, al abrirla sentí que me deslumbraba, me cambie de ropa y baje rápidamente a la cocina, el olor era penetrante era delicioso, panques recién horneados, que suerte es tener una Nana así, tan amorosa tan bella, al verme sus ojos se iluminaron, dejando los panques en la mesita, la cual estaba adornada con una tela blanca y unas tazas con café recién hecho.
- Vaya hoy te levantaste temprano Remy- dice mientras deja la bandeja en la mesa.
- Así es Nana, por casualidad haz visto a mi hermano- digo con una cara de desagrado.
- No hagas esos gestos, respeta a tu hermano, por cierto, llego una postal de tus padres- dice mientras me entrega la postal.
- Vaya y ahora donde estarán- digo sin mucha sorpresa, mis padres ellos solo los veo en las fechas importantes como navidad, año nuevo y mi cumpleaños, pero son muy ausentes, mi familia tiene dinero, claro que, si y mis padres aprovechan ese dinero para conocer el mundo, dejando a sus hijos aquí-
- Creo que están en Portugal- dice Nana mientras se limpia las manos con su mandil.
-
Desayuno huevos estrellados con jamón y un panque, me levanto de la mesa y abrazo a mi nana con tanto amor, pero su voz, esa voz resuena en mis oídos.
- A donde vas, se supone que hoy tenemos que ver el plantío, nosotros dos nos encargamos de monitorear la producción, no quiero problemas Con José Luis- dice un hombre alto, pálido y con una cara llena de odio.
- Ya se- le digo, si ese es mi hermano
- Hoy llegara una estudiante de economía de la Universidad, tiene excelencia académica y es importante recibirla bien, espero no pienses en irte a poder al pueblo, ya tienes 22 años ya madura- dice mientras toma una taza.
- Está bien entiendo, ¿Cuándo llegara la tipa? - le contesto.
- En 20 minutos- sonríe maliciosamente
- ¿Qué? - la exclamación es tan fuerte que asusta a Nana
- Tranquilos, ambos póngase mas decentes para recibir a la muchacha, se supone que son hermanos y son socios- dice mientras agita la cuchara de madera.
- Si- contestamos ambos, aunque no me lleve bien con mi hermano el también tiene cariño y respeto por mi nana.
- Llego una postal de mis papás- le digo a mi hermano.
- No me importa- dice mientras se aleja de la cocina.
Y fue ahí ambos mi hermano y yo llegamos un poco mas arreglados de lo habitual, ambos compartimos la misma oficina, es grande, los sillones son de piel y tiene un aura un tanto profesional. Se escucha que alguien toca a la puerta y enseguida alguien abre, es nuestro secretario.
- Jóvenes ya llego la estudiante. - dice con pena, siempre tiene pena con mi hermano.
- Hazla pasar- dice este con una voz fuerte.
Miro a mi hermano de reojo, pienso ¨ bueno y quien o que le pedio a la universidad que nos mandaran a una practicante de economía, aquí lo hacemos a nuestro modo¨. Se escucha unos tacones, entra una jovencita de tez blanca, ojos negros, su cabello largo, a simple vista no tiene nada de especial, pero al verla detenidamente, tiene una gracia singular, su sonrisa tímida me cautivo y la manera en la cual posa su mirada en mí, dios que es esto, porque mi corazón palpita así.
- Mucho gusto- dice mi hermano mientras toma un papel de su escritorio – Tu eres Amaya si no me equivoco- me presento en nombre de mi hermana y yo ella es Remy y yo soy Martin, nuestra cafetalera se divide en secciones y a ti por lo que leo te toco hacer practicas con nosotros el área de producción.
- Así es- su voz es tan melodiosa, tan niña – espero poder ayudar-
- Nosotros también lo esperamos- dice mi hermano sonriendo, vaya ese hombre sabe ser tan diplomático, pro no decir hipócrita. - veo que te quedaras como nuestra invitada, eso es bueno en esta hacienda es muy grande solo para nosotros y nuestra nana- dice mientras mi corazón se estremece.
- Se quedará a dormir con nosotros- digo con sorpresa, ella me mira y mira hacia abajo con pena.
