14. Regreso De La Muerte

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Me desperté en la madrugada, Lily seguía dormida a mi lado, las pesadillas me atormentaban. Note mi frente perlada de sudor, y estaba temblando. Mis sueños variaban todas las noches desde Lily siendo asesinada hasta revivir la muerte de Evan. Ambas eran escenas que me dejaban vacío.

Acaricie el rostro de Lily, sus facciones perfectas, su cabello rojo bien arreglado incluso al dormir, sus labios, me reconfortaban en momentos difíciles, y sentía que ella era lo único que me quedaba en este mundo.

- Está todo bien? - Preguntó sin abrir los ojos, pero sonreía.

- Malos sueños, eso es todo - Aun seguía acariciandole el cabello.

- Aquí me tienes si necesitas hablar - Su sonrisa derretia algo dentro de mi.

Seguí observandola por un minuto, cada rasgo de su rostro merecía mi adoración.

- A veces pienso que Evan tenía que vivir y yo haberme ofrecido voluntario por el, era tan joven... Mi padre estuviese con el en el distrito 4 aún luchando por retenerlo, el no se hubiera corrompido.

- Las cosas pasan por algo, no digo que estuvo bien que Evan muriese - Dijo Lily cambiando totalmente su expresión, sus labios formaron una línea muy fina en su cara - Ahora tu estas aquí y confío en que saldrás vencedor, lo que si no me termina de convencer es mi victoria. No me siento capaz de asesinar a alguien James,no quiero ser mortifaga, no está en mí ser semejante Bestia, incluso si eso significa morir.

- No! - Grité lleno de pánico - Tu no puedes morir! Yo no sería nada! - Sentía el corazón latir muy rápido, y las lágrimas corrían por mis mejillas una detrás de otra, solo la imagen de Lily muriendo me dejaba devastado.

- Lo sé, lo se, shh - Me abrazó muy fuerte y dejó que me acostara en su regazo.

Pero en mi mente seguía dando vueltas esa situación, tenía que protegerla de cualquier cosa en los juegos, esa sería mi responsabilidad, sacarla viva de la arena..

- Tu vas a vivir - Dije en un susurro.

- No se si eso es lo que quiero - Dijo con la voz entrecortada. Pude ver una lágrima bajando por su rostro.

- Qué es tan malo para ti como para no querer salir viva de los juegos?

- Simplemente ser mortifaga, eso me aterra, no quiero tener el sentimiento de ver como la vida abandona los ojos de una persona. Ya se que mataste a Gilderoy, y no me siento a gusto con eso.

- Era necesario.

- Era un hombre que sólo hacia su trabajo.

- ¡Estaba insultando a mi señor! - Grité desde lo más profundo de mi ser.

- Tu señor? Hace pocos días no decías lo mismo James. Es magia oscura.

- Será magia oscura, pero lo hago por ti, para vivir junto a ti, porque tenerte a mi lado es la magia más hermosa que puede existir - Dije quedandome dormido en su regazo.

Me despertó el sonido de alguien llamando a la puerta, Lily se había ido, quien sabe a donde. Bellatrix entró en la habitación.

- Hola James querido - Susurró - Acompañame.

Me levante con los ojos casi cerrados, y la Seguí. Caminamos un largo rato por el edificio de los tributos, nos encontramos con los Targaryen que, tan sumergidos en su conversa, no notaron nuestra presencia. Hasta que por fin llegamos a una puerta de oro Negro labrada en escenas de muerte, hacia un frío infernal, ya sabía a donde íbamos.

- Potter! - Dijo una voz fría dentro de la habitación.

Voldemort estaba en el fondo de aquel salón oscuro, frío y silencioso. Dos dementores ocupaban los dos flancos del trono negro dónde el estaba sentado.

Los Dias OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora