Capítulo II.- La Regeneración es una Ruleta

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Cinco minutos después de que Derpy bajara a la cocina, el Doctor procedió levantarse de la cama. No podía aguantar más la Regeneración, pero no quería asustar a la niña, así que, tras cerrar la puerta con seguro, se dirigió al centro de la habitación.

Lo que entonces ocurrió, solo podría describirse como algo imposible.

La cabeza y las manos del Doctor parecían exhalar fuego. Era como si se estuviera consumiendo, como un papel que se arroja a la chimenea, pero visto de cerca, en realidad se asemejaba más a una piedra que es deteriorada por el viento: las facciones cambiaban, sus orejas y nariz se volvieron más pequeñas, su cabello creció y la estatura disminuyó un poco.

Y entonces, se detuvo.

Había un nuevo hombre en donde antes estuvo el Doctor, al menos en apariencia. En lugar de un hombre adulto de pelo negro corto y con una nariz y orejas grandes, ahora estaba un joven delgado de cabello castaño abundante y facciones menudas. Lo único en común entre los dos cuerpos eran sus brillantes ojos azules.

Sin perder tiempo, el nuevo Doctor corrió al baño que estaba en la habitación, solo para dar un primer vistazo a su nuevo cuerpo. Apenas se vio en el espejo, mostró una sonrisa de satisfacción.

-Veamos, la edad biológica parece ser... unos 16, 17 años aproximadamente.- Comentó mientras veía su reflejo.- Eso hará un poco más complicado el uso del Papel Psíquico, pero no es un problema que el tiempo no arregle. Ojos... ahh, excelente. Siguen siendo azules. Me gusta ese detalle. Orejas, nariz... bien, más pequeñas que antes. Cabello... puede que no sea pelirrojo, pero al menos es abundante. Sí, creo que este cuerpo me gusta.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por una voz femenina que repetía su nombre al otro lado de la puerta.

-¿Doctor? ¿Dónde está? Le traje su té. Y un muffin de plátano.

"¿Plátano?"

El Doctor salió del baño y tomó la bandeja como si se tratara de un pedazo de oro, ignorando a la chica que la portaba.

-¡Oh, señorita Hooves! ¡Cómo supo que me encanta el plátano! ¡Es una gran fuente de Potasio! Pero antes...- El Doctor tomó el té con prisa, ignorando que estuviera hirviendo.- ¡Mucho mejor! El té siempre ayuda tras una Regeneración. De hecho, creo que no tendré ningún problema con la energía residual después de esto. Básicamente estoy listo para cualquier...

Fue ahí cuando notó el silencio. Derpy estaba pálida, como si hubiera visto un fantasma.

-¿Q...q-q-quién es usted? ¿Dónde está el Doctor?

-Verá, señorita Hooves, su pregunta tiene una simple solución. ¡Yo soy el Doctor! Sí, ya sé: un poco raro el que me vea como un joven terrestre de su misma edad, pero eso no me preocupa. Lo que me preocupa es que no sé cómo soy.

-... ¿Qué?

-Exactamente. No sé si soy un cobarde, un loco, o incluso un criminal. Créame, esto de la Regeneración es como una ruleta: nunca sabes qué te va a tocar. Pude haberme regenerado en una chica. ¡O en un caballo! ¿Se lo imagina? Creo que eso le pasó a Rassilon y por eso...

-N-n-no, no me refiero a eso. Quiero decir... usted no puede ser el Doctor. Él es mucho más... bueno... viejo.

-Ah, sí. Olvidé que no sabes nada sobre... okey, te tendré que explicar unas cosas, pero prométeme que tendrás una mente abierta.

Ella solo asintió, asustada, y ambos tomaron asiento.

El Doctor tomó una bocanada de aire y procedió.

-Mi nombre es el Doctor. Soy un alienígena de la raza de los Timelords de 906 años (o algo así, uno más, uno menos). Vengo del planeta Gallifrey y tengo una nave que me permite viajar a través del tiempo y el espacio. Cada vez que estoy muriéndome, me Regenero, lo cual significa que cambio de cuerpo y de identidad. He salvado miles de planetas más veces de las que puedo contar, y solo por agregar, vengo de otro Universo por razones demasiado extrañas como para explicar. ¿Quedó claro?

Derpy parpadeó.

-Déjame ver si entendí. Eres... un alienígena.

-Ajá.

-Tienes 906 años.

-Sí, un poco viejo si me lo preguntas.

-Viajas por el tiempo y el espacio.

-Sípi Dípi.

-Y encima vienes de otro Universo.

-Creo que eso es un buen resumen.

Ella se quedó callada.

-Eso... es lo más raro que he escuchado en mi vida, y obviamente no lo creo.

-Entonces necesitas unas pruebas.- El Doctor sacó un estetoscopio de su bolsillo, para sorpresa de Derpy.

-¿Cómo... ? ¿De dónde...?

-Tecnología de los Timelords. Lo entenderás pronto. Ahora te pido que te pongas el estetoscopio y y lo coloques... por aquí.- Dijo mientras señalaba un punto de su pecho.

La chica lo hizo como indicó.

-Es tu corazón. Nada fuera de lo normal.

-Ahora procede a hacer lo mismo del otro lado.-Dijo mientras tomaba su mano y la movía a la derecha.

Derpy dejó de respirar.

-¡Esos... esos son dos corazones!

Una sonrisa se dejó ver en la cara del extraño.

-Y el que esté usando la ropa de mi anterior cuerpo prueba la Regeneración. Así que, bing bang boom, sigo siendo yo... eso no rimó, ¿verdad?

Reponiéndose del impacto, la chica de los ojos bizcos volvió a hablar.

-Okey, te creo cuando dices que eres un alienígena y que cambiaste de cuerpo. Pero lo del viaje en el tiempo y el espacio, eso aún me lo tienes que probar.

El Doctor se levantó animado.

-¡Entonces qué esperamos! ¡Acompáñame a tu sótano y prepárate a quedar sorprendida!- Acto seguido salió corriendo por la puerta

Girando los ojos, pero con una sonrisa, ella se levantó y lo acompañó escaleras abajo.  

Equestria Girls: Las Aventuras del Doctor y DerpyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora