Habían pasado dos horas del recorrido, pero el Doctor seguía fascinándose. Nunca había visto una escuela tan grande como esa, y estaba equipada con todo lo necesario para una educación integral. Lyra ya le había mostrado algunos de los puntos más interesantes del lugar, como el gimnasio (donde vieron como una chica de cabello rosado y piel amarilla tardaba diez minutos en completar una sentadilla), la biblioteca (enorme, pero nada impresionante para él) y el campo de football.
Mientras pasaban por los jardines, el Doctor empezó a divagar, preguntándose como estaría Ditzy. Sin embargo, una voz lo distrajo de repente.
-¡Oye! ¿Quieres comprar una manzana?
Lyra y él voltearon para encarar a la interlocutora. Era una chica de secundaria, de piel amarilla y con abundante cabello rojo, el cual estaba agarrado con un moño rosa. Los seguía desde un pequeño carrito lleno de manzanas y productos derivados, llevado por una chica rubia con sombrero de vaquera.
Ambos siguieron caminando, mientras el Doctor le contestaba.
-Um, no, gracias.
Apenas volvió a fijar la vista en el camino, la chica se le puso en frente.
-¿Por qué no?
El chico se movió un paso a la izquierda para seguir su camino.
-Porque, umm...- "Vamos, piensa algo", se dijo a sí mismo.- Tengo muchas en casa.
-¿Está seguro?- La niña se había vuelto a poner en su camino. "Diablos, ¿cómo hace eso?".
-Estoy muy seguro.- Respondió cortante, pero ahora ella le empezó a hablar en un tono amenazante, mientras sus ojos anaranjados lo veían fijamente. Lyra sólo siguió adelante con una sonrisa burlona.
-Está muy seguro, pero no está absoluta, positiva, completamente, super duper seguro, ¿verdad?
Era la segunda vez que una niña pequeña lograba asustarlo.
"¡Ahhh, ¿por qué no me deja en paz?!"
-Uhh... Si te compro unas manzanas, ¿me dejas ir?
-¡Genial!- Ella exclamó con una enorme sonrisa. Desesperado, tomó una manzana del puesto, puso unos dos billetes en las manos de la chica (sin siquiera revisar la denominación de éstos) y salió corriendo para alcanzar a Lyra. Lo último que creyó escuchar fue a la rubia gritándole que olvidó su cambio.
Cuando alcanzó a su guía, ésta se empezó a reír como una maniática.
-¡Ja ja ja! ¡Si tan sólo te hubieras visto!
-No es divertido, Lyra.- Comentó con seriedad.- Más vale que esa niña no quiera ser una vendedora en el futuro.
-Bueno, Doc. Al menos ya superaste tu primer encuentro con una Cutie Mark Crusader.
-¿Una qué?
-Es un grupito pequeño.- Dijo ella mientras le quitaba la manzana y comenzaba a morderla.- Son tres niñas que quieren descubrir sus talentos y ser populares. Generalmente lo intentan haciendo videos musicales en You Tube o cualquier trabajo manual que les pudieras encargar. Y tuviste suerte de que fuera Apple Bloom. Las otras dos son más hartantes.
Él no dijo nada. Su cerebro se desconectó cuando dijo que eran tres.
Lyra le pasó la manzana, pero el Doctor la rechazó con amabilidad.
-Y dime, ¿dónde te estás quedando? Ya sabes, con eso de ser británico y todo eso.
-Oh, con una estudiante de éste colegio. Puedo decir que ya es una amiga mía.
-¿Ah, sí? ¿Quién?- Ella volvió a morder la fruta.
-Se llama Ditzy Hooves.
Lyra abrió los ojos como platos y casi se atraganta con la manzana. El Timelord le empezó a dar golpes en la espalda, sorprendido por su reacción. Era como si de repente le dijeran que existía un universo poblado por versiones equinas de todos sus amigos.
-Esa habría sido una muerte estúpida, señorita Heartstrings.
Ella ignoró el último comentario.
-¿En serio? ¿Derpy Hooves, la chica más antisocial de todo Canterlot High?
-¿Antisocial? ¿De dónde sacaste eso? ¡Es una chica muy agradable y buena!
-Tal vez contigo, pero aquí no.- Lyra se detuvo para sacar un libro de su mochila. Se trataba de un viejo anuario de la Escuela Primaria de Ponyville.- La conozco desde que éramos pequeñas, y nunca ha sido alguien muy sociable.
El Doctor examinó algunas de las fotos. Derpy nunca salía en las fotos grupales, y en su fotografía personal se podía notar una cara de pocos amigos.
-Esto no tiene sentido.- Comentó.- ¿Por qué era (o es) así?
Lyra le dirigió una mirada triste.
-Es por sus ojos. Desde pequeña la molestaban por ello. Le decían que era tonta, retrasada, torpe... Yo jamás la consideré así. Me ayudó en un par de ocasiones, y siempre le estaré agradecida por ello, pero seamos honestos: años de insultos dejan grandes cicatrices.
-Y que lo digas.- El Doctor sonó frío, pero en realidad trataba de procesar lo que escuchó: Derpy, ¿antisocial?
Lyra guardó el libro y volvió a tomar su mochila.- Pero bueno, lo mejor es seguir. Ya casi es hora del almuerzo y tienes que ver el salón de música.
El dúo ingresó otra vez al edificio, y a pesar de que el Timelord tenía la cabeza en otro lado, todo iba relativamente normal.
Hasta que el Doctor chocó con otra persona y terminó en el piso.
-¡Ay, lo siento tanto!- Dijo una voz femenina.
-No te preocupes. Ungh... he pasado por cosas peores.-Él se levantó y miró a la persona con quien se estrelló. Tenía la piel color crema y cabello azul y rosa. Tenía la imagen tres envolturas de chocolate cosidas a la falda, y una pulsera con la misma forma.- Perdóname a mí. Soy el Doctor, ¿y usted?
-Un gusto, Doc. Yo soy Bonbon, a tus servicios.- La chica contestó con una gran sonrisa, pero ésta desapareció casi de inmediato y salió corriendo.
Sin entender nada, él volteó a ver a Lyra. Había una mirada amenazante en su semblante, como si quisiera convertir a una camada de gatitos en abrigos de piel.
-Disculpa Lyra, ¿algo te molesta?
-Sólo su presencia.- Su respuesta sonó seca e iracunda.- Mejor sigamos Doc.
Los dos tomaron el camino contrario. Él no comprendía lo que pasó. ¿Por qué Lyra actuó así? Y ahora que lo pensaba: en el anuario de su guía notó que una chica salía rayada en muchas de las fotos. ¿Acaso será...?
-Yyyy llegamos.- La chica que parecía menta mostró la puerta del salón. Se acercó para abrirla, pero tras unos segundos se alejó.- Ups.
-¿Qué pasa?
-Creo que hay alguien practicando. Y a ése "alguien" no le gusta que la interrumpan.
Acercando su oído a la puerta, el viajero logró notar una serie de sonidos hermosos, provenientes de un chelo. Era simplemente increíble, tanto como para no conocer a la persona que hacía esa música. Discretamente sacó el Destornillador Sónico y abrió la puerta, para sorpresa de Lyra.
Apenas entró, la música se detuvo. Una chica de cabello negro y ojos violetas se volteó, con una expresión seria.
-Lyra, sabes que no me gusta que me interrumpan mientras toco.- El Doctor sonrió al escucharla. Tenía acento británico, y eso le recordaba a casa.
-Perdona Octi, pero debo decir en mi defensa que no fui yo.- Lyra señaló a su compañero.- Ni siquiera sé cómo abrió la...
Él se adelantó y le tomó la mano a la chica.
-Mil perdones, pero escuché lo que tocabas y era simplemente hermoso. Soy John Smith, pero me dicen el Doctor. Por cierto, bonita corbata de moño. Son un buen accesorio- Agregó mientras señalaba su corbatita rosa, también notando la imagen de una Clave de Sol en su playera y falda.
Ella sólo retiró su mano.
-Un... gusto, Doctor. Soy Octavia, chelista principal de la banda escolar y expresidenta del club de Jazz de Canterlot High.- Su tono sonaba presumido, pero a él no le importó.- Veo que tiene gustos muy... curiosos... en cuanto a moda. ¿Acaso usted consideraría usar una corbata de moño?
-Oh, no. Para nada. No es mi estilo.
-También debo afirmar que es agradable conocer a alguien que aprecie la buena música. Por desgracia, no muchos pueden identificar ésta pieza particular.
-Bueno, eso se entiende. La parte de chelo que corresponde al Invierno de Vivaldi es difícil de notar.- Sin darse cuenta, él acababa de dejar boquiabiertas a ambas adolescentes.
-Eso es... bueno, usted sí que tiene un buen conocimiento musical.- Octavia tomó un violín que estaba por ahí y se lo pasó.- ¿Pero sabe tocar algo?
El Doctor agarró el violín con una mirada burlona.
-Oh, espera y verás.- Entonces empezó a manejar el violín como si se tratara de una guitarra, sacando notas perfectamente afinadas y de ritmo armonioso. Tras tres minutos de música, se hizo el silencio.
Octavia no podía contener su emoción.
-¡Eso ha sido lo más impresionante que he oído!- Gritó.- Suena como a la recreación de la Décima Sinfonía de Beethoven, la pieza perdida en la historia, el Santo Grial de los músicos, el misterio sin resolver de la música clásica. ¿Cómo conoce tal recreación?
Él nada más se encogió de hombros.
-Internet.- "Y el hecho de que yo le ayudé a Ludwig a escribirla. Si tan sólo la partitura hubiera sobrevivido a esa invasión de Sontarans...", pensó.
Ahora era Octavia quien le estrechaba la mano a él.
-Doctor, tienes mucho talento. Deberías unirte a la banda de la escuela.
Antes de que diera una respuesta, una voz se oyó desde la puerta, con un acento muy parecido al de la chelista.
-Pfftt. Yupi, uno más para la patrulla nerd.
Los tres voltearon. Una pálida chica de cabello azul alborotado estaba parada en la puerta. Venía cargando una gran cantidad de cables y discos de Vinilo.
Octavia la observó desafiante.
-¿Qué quieres ahora, Scratch?
-Quiero practicar, Octavia, pero lo genial de mi música se va cuando estoy rodeada de ñoños.
Lyra tomó la mano del Doctor y lo jaló hacia la puerta. Él sólo se despidió rápido de Octavia y saludó a la otra chica rápidamente. Notó que ella también tenía un símbolo común en su ropa: dos notas corchetes conectadas.
Cuando ambos estuvieron lejos del salón, él le hizo una pregunta a su guía.
-Lyra, ¿qué fue todo eso?
-Es complicado.- Contestó.- Octavia y Vinyl Scratch son enemigas mortales desde hace un año, generalmente por motivos musicales.
-¿Motivos musicales?
-Ya sabes: Octi es una chelista y Vinyl una DJ. Solían ser muy amigas hace años, pero últimamente se han distanciado demasiado.
-¿Acaso te sabes la historia de todos los alumnos del lugar?
Ella dejó ver una sonrisa.
-Nah, ese papel le corresponde a Pinkie Pie, aunque Carrot Top no se queda detrás. ¡Y qué decir de Bon--! –Lyra se interrumpió de inmediato y cambió el tema.- ¿Qué tal si vamos a la cafetería? Ya va a ser hora del almuerzo.
En la cabeza del Doctor surgían muchos datos, en base a todo lo que había visto ese día. Al parecer había alumnos que se conocían desde hace años. Sin embargo, en tiempos recientes hubo resquebrajamientos en éstas relaciones sociales, y ahora no podían ni hablarse. Y que se podía decir sobre Derpy. Parecía imposible que en realidad fuera como Lyra la describía.
-Doc, ¿está bien?
La voz de su amiga lo hizo volver a la realidad.
-Uh, sí. Sí, vamos a la cafetería. ¡Allons-y!
Mientras ella lo guiaba, él pensaba en todos sus aliados y compañeros de los últimos años.
"Necesitaré más aliados si quiero salir vivo de aquí".
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Equestria Girls: Las Aventuras del Doctor y Derpy
FanficEl Doctor finalmente llega a la ciudad de Canterlot, en esta ocasión contará con el apoyo de una nueva compañera: Derpy Hooves. Esta historia narra los eventos anteriores y posteriores a las películas y especiales de Equestria Girls. Historia origin...