✧༝┉˚*❋ CAPÍTULO 25: CONFESIÓN ❋*˚┉༝✧

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RENESMEE POV.

Entrelace mi mano con la de Alec al ver a Jane viéndonos fijamente con sus ojos carmesí, se veía que estaba confundida mientras veía a su hermano, pero cuando volteo a verme a mí su mirada estaba llena de ira y odio, así que no tuve otra opción más que alejar mi mirada y ver a Alec. Él no miraba a otra cosa que no fuera su hermana, pero la alejo cuando sintió la mía, me dedico una tierna sonrisa y yo hice lo mismo.

—Ve Alec, ve con tu hermana, estoy segura de que tienen muchas cosas de que hablar— dije refiriéndome a nuestra hija.

—Volveré, te doy mi palabra— asintió para después besarme delicadamente mi frente, sentir sus suaves labios sobre mi piel hizo que mi corazón comenzara a palpitar de prisa.

—Volveré, te doy mi palabra— asintió para después besarme delicadamente mi frente, sentir sus suaves labios sobre mi piel hizo que mi corazón comenzara a palpitar de prisa

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—Lo sé— dije segura de aquella promesa que me había hecho, sé que lo haría por nuestra hija, por nuestro amor. Asentí mientras sonreía, él no perdió más tiempo y después de darle un ligero apretón a mi mano camino hacia el porche para después correr a velocidad vampírica hacia el bosque, donde Jane había desaparecido.

ALEC POV.

Podía oler su esencia, estaba cerca, pero aun así escuchaba su rápido correr por el bosque, ¿por qué quería alejarse de aquí? Me esforcé un poco más, pero claro, los dos habíamos tenido el mismo entrenamiento, por lo cual no podía alcanzarla, pero tampoco podía perder su rastro. Quería gritarle que se detuviera, al ver que no tenía otra opción, pero de antemano sabía que no lo haría, era tan rebelde para recibir órdenes de otra persona que no fuera Aro.

Finalmente, pude ver su capa negra ondearse por el viento mientras corría, podía usar mi don, pero no lo haría, no con las personas que amo. Cuando estuve lo suficientemente cerca la tome a la altura del codo para que así los dos pudiéramos detenernos.

—Espera por favor, hermana— susurré.

—¡No, suéltame!— grito mientras se deshacía de mi agarre, pero en ningún momento intento correr nuevamente, al parecer esperaba una explicación.

—¿Qué haces aquí, Jane?— pregunte, ¡pero claro que era una pregunta tonta! Sabía que lo había hecho por mí, que me había seguido mientras yo creía que había obedecido mis órdenes de regresar a Volterra, —Pensé que estarías en casa.

—La pregunta es, ¿qué haces tu aquí Alec?— argumento, —Por la híbrida, ¿no es así? ¡Tú me diste tu palabra Alec! ¡Dijiste que regresarías conmigo a Volterra! Y lo primero que haces cuando estás lejos de mí es ver a esa...— se detuvo, respiraba agitadamente, reteniendo su ira.

—Escucha Jane, hubo cambio de planes— la miré fijamente, no sabía que como darle esta noticia, es más, no sabía como tomaría esto, —Algo con lo que no contaba-

—¿Y qué me vas a decir, que sigues enamorado de esa hibrida? ¿Por qué?— soltó un sollozo, lo cual me pareció extraño. Me dolió verla sufrir por mí, pero como muchos dicen, en el amor no se manda, y ahora lo estaba comprobando, amo a Renesmee, y aunque me duela, no la dejaría por nadie, ni siquiera por mi hermana.

—No lo niego— sollozo más fuerte, obviamente sin lágrimas estaba llorando,-la amo como nunca pensé amar a alguien. Pero aparte de eso, hermana... Hay algo más— bajé mi mirada para poder tomar fuerzas, —Renesmee está embarazada.

Silencio absoluto. Eso era lo único que había, Jane no se atrevía a decir una sola palabra, y no fue hasta segundos después, cuando finalmente logre verla, mi hermana se encontraba en completo shock, sus ojos estaban abiertos como platos, me veían fijamente.

—No— logro soltar en una voz baja, —No— repitió, —Ella no...— tomé su cara en mis manos.

—Si Jane, voy a ser papa, y tú... Tú vas a ser su tía— le dije con una sonrisa, porque a pesar de este duro y difícil momento, el solo saber que sería padre hacía que todo se iluminara.

—No es cierto— negó con su cabeza Jane, —¡No, no es cierto!— grito, —¡Alec, por favor!— sollozo aún más fuerte mientras gritaba sin control, trate de abrazarla, pero ella me impidió alejándome unos pasos lejos de ella. Pero aún lo volví a intentar, lo cual ella me lo impidió nuevamente, sin tener otra opción volví a tomar su cara en mis manos para que me pudiera ver a los ojos.

—Sé que es un giro inesperado en nuestras vidas, Jane, pero...— me interrumpió.

—¡Es que acaso no lo entiendes, Alec!— arrugé mi frente.

—¿Entender qué?— pregunte sin poder entender.

—Que...— trago saliva, —Que yo te amo, te amo— soltó.

—Yo lo se hermana— ella soltó una sonrisa irónica, pero desapareció de su cara al segundo siguiente, se atrevió a tomar mi cara para poder acariciarla.

—No te amo como hermano Alec... Te amo como hombre, como mi hombre.

Aleje sus manos de mi cara al escuchar aquella confesión, abrí mis ojos a causa de aquella confusión y yo mismo me aleje de ella lentamente, pasos que ella acortó mientras me dedicaba una sonrisa. Hice memoria de todo lo que Jane había hecho con tal de mantenerme cerca de ella, los celos que le tenía a Renata, y a todas las vampiresas con las que había tenido mis aventuras.

—No es posible, Jane— negué con mi cabeza, —Tú y yo somos hermanos.

—¡No es así!— alzo su voz, —Lo dejamos de ser cuando aquellos vampiros tomaron nuestra sangre, nuestra hermandad desapareció en ese justo momento que dejamos de ser humanos, por favor-pidió como niña de cinco años, — Déjame ser yo la que te ame, la que este contigo, ¡Yo te puedo dar más que Renesmee!

Me encontraba desorientado, esta noticia había sido demasiado para mí, mi propia hermana me estaba confesando que me amaba de otra manera más allá de la hermandad que nos unía. ¡Y yo fui tan estúpido! Nunca me di cuenta de sus sentimientos, pensé que aquella sobreprotección que tenía hacia mí, era porque quería que estuviera bien, porque no quería que nadie me hiciera daño, y ahora me doy cuenta, que más allá de eso, Jane solo me quería para ella... Para nadie más.

—No, Jane— dije decidido, —Lo siento, pero yo no te puedo amar de esa manera, para mí tú siempre serás mi hermana.

—¡Cállate! No me vuelvas a decir hermana, nunca más— apretó su mandíbula y su voz tenía cierto toque de amenaza, —No sabes cuanto odiaba las veces que me decías hermana, como deseaba besarte cuando te acercabas solo unos centímetros cerca de mí, cuando podía oler tu aliento, tu esencia Alec-cerro sus ojos como queriendo recordar esos momentos.

—Lo único que te puedo ofrecer es que te unas a los Cullen, que vengas conmigo— le extendí mi mano, ella lo vio como una oferta tentadora, y rápidamente levanto su mano para acercarla a solo centímetros de la mía, pero nunca nos tocamos, al parecer volvió a pensar en la oferta que le había dado, y alejo su mano lentamente.

—No— respondió decidida, —No te quiero compartir con Renesmee... Ni con esa hija que van a tener— hizo un gesto de desagrado, —Y quiero que sepas que yo no seré la tía de esa niña— sonrió, —Ya lo verás.

Y sin más me dio la espalda para comenzar a correr a velocidad vampírica, trate de detenerla, pero fue demasiado tarde y no quise correr detrás de ella nuevamente. Lo único que temía ahora, era que le dijera a los Vulturis de aquella noticia que le acababa de dar, volteé hacia el camino donde se había alejado.

—No hagas una tontería hermana— susurré.

✧༝┉˚*❋ DE LA OBLIGACION AL AMOR ❋*˚┉༝✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora