esa ley contraria dada de
vivir observando tus ojos
tenue y sin brillo me deja,
como un cultivo de rosas
sin horticultor.▯d-1∦2907
I
esa ley contraria dada de
vivir observando tus ojos
tenue y sin brillo me deja,
como un cultivo de rosas
sin horticultor.▯d-1∦2907