Combatientes de Acción Temporal, C.A.Ts.
Esa era la sigla con la que se denominaba a los subclones creados para combates de entrenamiento, o para ser enviados como carne de cañón a las misiones. Daba igual el sitio; fuera o dentro del laboratorio, su destino ineludible era ser masacrados. Y su espectro de vida normal tampoco era demasiado largo; al ser subclones de otros clones, la descomposición de sus células era mucho más veloz que la de cualquier clon normal. Si vivían tres meses, es porque tenían mucha suerte.
Los científicos habían estado experimentando con el gen cambiaforma, a fin de crear sujetos cuya vida útil durara un poco más. Ese fue el caso de "Jonghyun", un engendro creado a partir del esperma de cambiaformas gato, único superviviente de la experimentación que les dio vida. El resto de los especímenes de su camada fueron desechados. Él logró crecer, desarrollarse y sobrevivir a los duros entrenamientos, ampliando su esperanza de vida útil al menos durante más meses que las anteriores creaciones. Durante su primera batalla real sin embargo, perdió el brazo derecho y le fue reemplazado por uno artificial. Podrían haberle desechado como a la mayoría, pero era adaptable, ágil y obediente. Todo un super soldado. Y era el único que quedaba. Tras su nacimiento, los científicos se habían abocado a la tarea de crear más como él, mucho más perfectos y precisos, pero habían fallado. ¿Por qué? Usaron el mismo esperma, les dieron a los supervivientes el mismo adiestramiento y condiciones de vida que a Jonghyun, incluso usaron genes de otros cambiaformas más fuertes y veloces; pero no funcionó. Ninguno de ellos pasó de los seis meses. Jonghyun tenía más de un año. Seguía siendo único e inimitable, invencible con brazo mecánico y todo; era el único que se resistía a perder en las batallas. ¿Por qué? Los científicos no se lo explicaban. Genéticamente, no era distinto a otros clones creados por ellos. Era algo inexplicable.
Siempre supo que era diferente, pero se cuidó mucho de no demostrarlo, de fingir ser un soldado sin cerebro, un engendro entregado solo a la lucha, una marioneta más. El único que conocía su secreto era Número 13, único clon que tenía el acceso permitido a toda la central. Y era el favorito del profesor, favorito para ser torturado. Jonghyun sabía su número porque lo había leído en el tatuaje de su brazo, cuando venía a visitarle a la sala donde había nacido junto al resto de su camada. Y sabía que antes de 13 habían existido otros como él, todos ellos muertos por diferentes causas que no conocía, aunque tenía un vago presentimiento de que no habían alcanzado los estándares que el profesor quería. Él parecía siempre al límite, todos lo estaban, esperando que cualquier día se decidiera a matarle para extraer sus órganos, literalmente. Pero a pesar de los riesgos, 13 era gentil. Hacía lo que podía por darles una vida tranquila y hacer que los otros engendros se sintieran en casa. A veces cantaba para ellos o les leía, o les enseñaba. De todos sus hermanos, fue Jonghyun quien más aprendió de él, ávido por cualquier trozo de conocimiento que llegara a sus manos. Y eso le ayudó a soportar la pérdida de los otros, los crueles experimentos en su cuerpo al que los médicos le sometieron para maximizar sus potenciales de lucha, los crueles entrenamientos. Cada vez que abría los ojos, con las pupilas dilatadas por las drogas tras una nueva sesión de experimentación o recuperándose de sus lesiones, 13 estaba allí, pasando una mano con esfuerzo por la puerta de la celda donde le mantenían, para acariciarle, susurrando palabras de consuelo.
-Tranquilo, duerme. Yo cuidaré tu sueño- solía susurrar, comenzando a cantar la canción de cuna que siempre les cantaba a los fetos. Y él dormía, teniendo en su mente siempre sueños de venganza.
El Día de la Liberación, muchos engendros como él fueron sacados y llevados por los cambiaformas lobo a instalaciones secretas, a fin de protegerles. Pero él no necesitaba de protección; no la había necesitado nunca en las misiones, porque era y siempre sería un maldito bastardo testarudo. Y se negaba a morir, antes de ver satisfecho el único y mayor deseo que le había mantenido con vida hasta el momento: Matar a quien les había creado. Para ello aprovechó sus habilidades y se ocultó en el laboratorio, espiando a los lobos que quedaron en el recinto. Estos estaban a cargo de encontrar donde se hallaba oculto el "Profesor" para de capturarle. De ellos dependía encontrarle cuanto antes, y recabar la información necesaria, a fin de acabar con los malos manejos de la Corporación Kraiser. En cuanto reunieron los datos que tenían y se aseguraron de su veracidad, fueron en su busca. Jonghyun salió de las instalaciones y les siguió la pista sin ser visto. Su cuerpo tenía depósitos de energía que podía aprovechar al máximo mientras viajaba largamente en busca de su objetivo, dejándose guiar por su excepcional sentido de la orientación. Antes de que los lobos le capturaran, él le encontró.
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Gato de Batalla
FantasyAutor: Carol Leons Pareja: Jongkey Adaptación: Adileni S. La primera ves que la leí hace un par de años me encanto, y pensé en hacer una adaptación, nunca supe de quien la haría, bueno ahora ya esta echa espero que les guste y esta es la primera que...