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Mirando al techo fijamente, acostado en su cama, se encontraba Taehyung en un hermoso y templado domingo. No tenía nada que hacer, y tampoco digamos que quería hacer algo más que descansar. Estaba cansado del instituto y quería vacaciones, pero lamentablemente mientras más lo quieras, menos lo tienes.

Extiende su brazo a su mesa de luz, cogiendo el celular para atraerlo a el y apretar el botón de encendido para desbloquearlo.

Ingresa la contraseña y se extraña de no tener diez llamadas de Jimin, porque digamos que el siempre se aburría los domingos y le pedía que vayan a comer o a caminar, dependiendo de lo que quiera Jimin.

Jimin ama pasar tiempo con Taehyung, como pasa al revés.

Eran amigos desde que tienen memoria, se conocían entre sí como la palma de sus manos.

Y Taehyung sabía perfectamente que Jimin odiaba estar quieto o no hacer nada en un día totalmente libre.

Frunce el seño, extrañado al volver a recorrer la barra de notificaciones y asegurarse de que de verdad, no tenía ni una señal de vida de el pelinegro.

Si, sin duda, era extraño no hacer nada. Todos los domingos hacían algo nuevo y la verdad es que estaba algo decaído, y quería estar un buen rato con Jimin para no dejar de sonreír y reír con él.

Bufó algo decaído, enserio que estaba aburrido y no le gustaba estar en ese estado. Con un pequeño puchero, colocó nuevamente su celular en la mesita que acompaña su cama y se levantó lentamente de su cama.

Eran recién las diez de la mañana y seguía con algo de sueño, por esta razón se encaminó al baño con una cara de dormido que no se la sacaba nadie más que una buena ducha.

Después de escasos minutos, se encontraba colocándose ropa, después de haberse secado su cuerpo.

Se colocó una playera negra y unos jeans azules, acompañados por una campera del mismo color que su remera. No pensaba arreglarse esos rebeldes risos que saltaban cada mañana, sabiendo que no iba a salir con nadie ni ir a algún lado más que a la panadería de la esquina.

Terminando de arreglarse, comenzó a caminar en dirección a la cocina de su casa, pasando antes por unos pasillos llenos de fotos de su hermano, él y su mamá.

Ya en la cocina, se sentó en la isla que se encontraba en medio, mirando a su hermano de hebras castañas claras cocinando un delicioso desayuno.

- Hola Tae - Murmuró lo suficientemente fuerte su hermano para que Taehyung escuchara, sin quitar la mirada de la cocina.

- Hola - contestó al mismo volumen y dejando de mirar a la pared para moverse de lado a lado buscando una pequeña señal de que estaba cocinando el castaño, sin tener algún resultado. - ¿Qué cocinas?

- El desayuno.

Contestó como si fuese obvio y Taehyung aplaudió energéticamente en forma de burla.

- Nuevo acontecimiento científico, hermano. - Taehyung sonríe por su burla, que logra hacer que el felicitado lo miré con los ojos entrecerrados.

- Gracias, regálame un Óscar y de paso el premio de los Billibord.

Taehyung ríe mirando a su hermano que todavía cocinando, le sigue la corriente.

- ¿Cómo te va en el estudio, TaeTae? - Pregunta el castaño, asercandose a la isla de la cocina con dos platos en mano.

- Bien, nada nuevo.

- Con "Nada nuevo"... - Hace comillas con los dedos después de haber dejado un plato en frente de el y uno en frente de su hermano menor, sin antes haberse sentado al lado suyo. - Te refieres a que no hay más nota que 10 para ti. Si hubiese más de 10, de seguro que te la sacarías como plata del banco.

¿Enemy? || KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora