"Hyung..." [JIKOOK] [지국]

Mi pequeño celoso.

Después de haber pasado el día en casa de Jungkook y esperar más de dos horas para que se arreglara, fuimos a cenar a uno de mis restaurantes favoritos. Sabía que Jungkook no lo conocía, así que pensaba sorprenderle. La comida era deliciosa y el ambiente muy agradable. Sin duda le gustaría.

Estacioné el coche cerca de la entrada y ambos bajamos. Reí al ver la cara de Jungkook. Estaba impresionado, y era normal. Cualquiera diría que ese restaurante era para ricos, cosa que ninguno de los dos eramos desgraciadamente. Cogí su mano para tirar de él y entrar antes de que la barbilla le llegara por completo al suelo. Las expresiones de su rostro iban cambiando conforme caminábamos, cada vez más graciosa que la anterior. No podía dejar de sonreir al mirarle. Era perfecto tener a alguien como él en un lugar tan hermoso. El lugar adecuado con la persona adecuada.

ㅡMesa para dos por favorㅡ. Le hablé a un chico moreno bastante joven.

ㅡSíganmeㅡ. Indicó educadamente con una amplia sonrisa. Tiré de Jungkook para que me siguiera. El pobre seguía embobado con la decoración del lugar, observando las grandes lámparas de araña que colgaban del techo y los diferentes cuadros que decoraban todo el restaurante. Al sentarnos en una pequeña mesa alejada de los demás, me di cuenta de que Jungkook no paraba de morderse el labio inferior. Se lo iba a romper.

ㅡ¿Qué pasa Jungkookie?

ㅡ¿Esto no es muy caro?ㅡ. Preguntó preocupado. Era eso, sonreí para mis adentros. ¿Por qué tenía que ser tan jodidamente tierno?

ㅡNo te preocupesㅡ. Le dije sonriendo. ㅡNo es tanto como parece.

Asintió dejando de morderse el labio y clavó su mirada en mí. Sin darme cuenta, entré en otro universo junto a él. Su mirada me tenía totalmente hipnotizado y mi corazón dio un brinco cuando su sonrisa apareció. Ahora yo también sonreía.

El chico joven volvió con las dos cartas. Le sonreí agradecido. Me volví a Jungkook y él ya estaba con la boca más que abierta mientras ojeaba los numerosos platos. Solté una risilla al verle tan concentrado.

ㅡQuiero esto. Y esto. Ay, esto también suena bien. ¿Podemos coger un poco de-

ㅡPuedes coger lo que quieras bebéㅡ. Le dije dulcemente. Sus mejillas se tornaron rojizas al escuchar el apodo y asintió lentamente mordiéndose el labio inferior.

Nos habían ofrecido tomarnos una copa vino, por invitación de la casa. El camarero nos comentó que habían decidido empezar a regalar los vinos más baratos que tenían en el almacén, ya que iban a llegar otros y no sabían qué hacer con ellos. Me pareció extraño que los regalaran. Los vinos tenían esa característica de que contra más tiempo estuvieran sin abrir, más buenos eran. De todas formas no negué su regalo. El camarero amablemente nos dejó la botella en la mesa y apuntó nuestros pedidos, yéndose a paso ligero al interior de la cocina. Este vino está delicioso, pensé mientras relamía mis labios. Muy bueno.

ㅡMe sorprende que no tengas hermanos.

La voz de Jungkook me obligó a mirarle, encontrando esos ojos negros en mi camino y quedándome varios segundos observándole antes de responder.

ㅡNunca dije que no.

Alzó las cejas sorprendido, con el vaso pegado en los labios. Le dio un pequeño trago y lo dejó justo enfrente de él, con cuidado. Lamió su labio inferior, atrayendo mi mirada durante un segundo, y se apoyó en la palma de su mano. Esa camisa blanca le quedaba terriblemente bien.

ㅡ¿Tienes hermanos?ㅡ. Preguntó aún sin creerselo.

ㅡUnoㅡ.  Indiqué con el dedo índice. ㅡMas o menos.