Prólogo

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Ayer a la tarde tuve una charla con tía Karen. Todo el dia había estado rara, Miraba para todos lados, mantenía las cortinas cerradas y no me había permitido salir a la calle en todo el dia.

Su actitud me desconcertaba ya que se tornaba muy paranoica algo que no era normal en ella siempre era extremadamente segura y bastante liberal. Razón por la cual nunca había sido demasiado firme ni autoritaria conmigo. Siempre fue más como una amiga que como mi figura de autoridad. Pero no la culpo nadie la preparo para de un dia a otro comenzara a criar una niña que no era suya. Hace su mejor esfuerzo y la valoro totalmente.

Pero esa tarde en particular su actitud era mucho más que solo una emoción repentina. El pánico se sentía en sus ojos.

Yo estaba sentada en la mesa a la expectativa de sus palabras, mi tía no era una persona particularmente silenciosa, al contrario de mi que una de mis características era lo muy silenciosa que podía ser aveces.

Una taza reposaba en sus manos, estaba de espalda a mi con su alborotado cabello rubio cayendo como cascada en su delgada espalda. Aunque no pudiera ver la expresión de su rostro podía sentir la manera en la que se sentía, sabía que cuando estuviese preparada me diría la causa de su estado.

Sin embargo no fue hasta casi la noche que abrió su boca y me dirigió la palabra. Entro a mi cuarto con una caja de cartón aparentemente vieja y gastada. La acercó hacía mi y la puso en mis manos.

-Ábrela- me ordenó

La mire a los ojos donde unas verdosas bolsas se observaban. Mire la caja y posteriormente La abrí. Dentro había muchos papeles y una foto donde se podía ver  muchas personas. A simple viste eran bastante raros, todos vestían de una manera particular. Observe la foto y los identifique. Jóvenes, felices y sobre todo vivos. Unidos, siendo ellos dos, como siempre habían querido ser. Mis padres.

Deje la foto a un costado para evitar traer recuerdos y examine los papeles. Realmente me intrigaba aún cuando parecían archivos aburridos y códigos indescifrables.

-¿Por qué me muestras esto?- pregunté mientras dejaba todo como al principio.

- Quiero que los leas y los memorices. Tal vez ahora no sean importantes pero podrían salvarte la vida-

¿Como unos simples papeles podrían salvarme la vida? y ¿porque mi vida debería salvarse?. ¿Acaso estaba yo en peligro?. Todas y más preguntas se formulaban en mi mente pero solo me atreví a preguntar:

- ¿Cómo estos papeles salvarían mi vida?

-Eres valiosa. no solo lo digo porque lo eres como persona y porque soy tu tía y te amo. Hay un valor del que aún no conoces, que puede exponerte a muchos peligros- Mentalmente quise reírme porque sus palabras parecían salidas del guion de una película, pero claramente esas palabras no eran un juego- Tienes que prometerme algo aunque pienses que es estúpido y aunque no entiendas mis palabras. Prometeme que no confiaras en nadie y que te cuidaras. La verdad solo puedes descubrirla tú.

Entendí con esas palabras que aunque hiciera mil preguntas no iba a obtener respuestas y que aunque no entendiera porque tenía que prometerle eso debía hacerlo. También me pregunte si mi tía había perdido la cordura, pero por sobre todo ¿Si tan importante era que me cuidara no sería más fácil saber aquello de lo que no quería hablarme? Pero aunque las dudas me carcomía no era tonta y mi tía se refería a que debería descubrir las respuestas por mi misma.

-Lo prometo- dije aunque no estuviese segura de como cumplir tal promesa.

_

Dos semanas después estaba en la calle. Había salido de la Universidad y me dirigía a mi casa. Tal vez un día normal me hubiese quedado en alguna cafetería. Pero prometí cuidarme, aunque no se realmente de que o de quien.

Estaba a unas pocas cuadras de mi casa cuando un auto negro aparcó bruscamente en frente de mi camino. De el salió un hombre robusto, alto y aterrador.

Tenía puestos unos lentes de sol negros y aunque no podía ver sus ojos sabía que me estaba mirando. Comenzó a caminar hacia donde Estaba, el terror camino por todo mi cuerpo y me paralizó. Mire a los lados para ver si había alguien más en la calle, pero no.
Estaba sola.

Cuando reaccione ya era muy tarde, intente correr pero tomó mi brazo. Tan fuerte que grite, pero mi voz salió muy pobre casi como una queja.

Forcejeo, pero el hombre era mucho más fuerte que yo. Volví a forcejear.

-No te resistas, de todos modos vendrás conmigo- su voz era atemorizante.

Grite fuerte para que alguien me oiga pero fue en vano y  estúpido, porque a continuación sentí un fuerte golpe en mi cabeza y pronto casi sentí como mi cuerpo y mi mente se sumía en un oscuro sueño.

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Ay que emoción!!! Estoy publicando el prólogo de lo que es mi primer novela!!!
Antes de empezar quiero decirles que no les aseguro una subida de capítulos rutinaria.  Aveces va a pasar bastante tiempo entre uno y otro capitulo. Esto se debe a la exigencia que tengo a la hora de escribir, así que anticipadamente les pido disculpas por dejarlos intrigados.

Hay una pequeña presentación mia en mi perfil, pero a medida que los capítulos avancen voy a contarles algunas cositas mías.

En fin, espero disfruten esta novela y ojala les guste. No sean muy duros que es lo primero que me animo a escribir para publicar. Y lo primero suficientemente largo para hacerse llamar novela. Admito que eso ultimo me aterroriza un poco, pero tengo fe de que esto se va a poner bueno.

Besos,Sofi.🌠

Amatista - Saga IntineribusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora