Narra _______.
Todos estábamos sentados en el living de la casa de los Vega.
Cornelio me tenía abrazada por encima de lo hombros, yo seguía en mi llanto, Cornelio ya se había tranquilizado.Todo estaba en silencio, solo se escuchaban los sollozos de Alma y mis llantos inconsolables.
—Todo es culpa mía— Cornelio rompió con el silencio llamando la atención de todos.
—¿Por qué lo dices?— dijo el señor Cornelio.
—Yo hice algo malo y me han estado buscando. Tal vez se lo llevaron en forma de venganza.
—¿Qué hiciste?— saltó su mamá.
—No puedo decirselos— me miró.
—¡¿Por qué?!— gritó exaltada Alma.
—¡Por qué los decepcionaria!— dijo Cornelio, se levantó de su lugar y se fue.
—Ire a verlo— dije levantándome de mi lugar y corriendo detrás de Cornelio.
Entró a su habitación cerrando la puerta. Recé porque no hubiese puesto seguro.
Gire la perilla y abrí su puerta lentamente.
Asomé mi cabeza para verlo ahí acostado boca abajo, en su cama.—¿Puedo pasar?— susurré para que él pudiera escucharme. Él alzó su cabeza y me miró.
—Adelante— volvió su cabeza y se recostó de nuevo.
—¿Estás bien?
—Si— se sentó en su cama.
—¿Cómo estás seguro de que se llevaron a Lito por eso?— pregunté.
—No estoy seguro, lo presiento.
—Pero han pasado cuatro años— me senté a un lado de él.
—¿Y crees que eso les importa?
—Pero no les hicimos nada, solo escapamos.
—Yo hice algo...— agachó su mirada. Lo miré atentamente tratando de adivinar.
—¿Qué?— le pregunté, ya que al parecer no decía palabra alguna.
—Maté al jefe— dijo por fin, mis ojos se abrieron como platos, no podía creerlo. Cornelio había matado a uno de los tipos más temidos en México.
—No sé que decir— sacudí mi cabeza tratando de analizar las cosas.
—No tienes que decir nada, solo te quería a salvo. No quería que me obligará a hacerte daño, o peor, que él te lo hiciera.— ¡Dios mío! Lo hizo todo por mi.
—Gracias— tomé su barbilla haciendo que me mirara. El se acercó a mí con la intención de besarme pero me moví un poco.— En verdad.— lo abracé.
Nos separamos y nos regalamos una sonrisa.
—Vamos a salir de esta juntos— dijo.
—Claro que si, vamos a recuperar a nuestro hijo— las lágrimas me comenzaron a salir.
Cornelio me jalo hacia él y me acurrucó en sus brazos.
—Perdón— beso mi cabello— Perdón por todo el daño que te he hecho.— me abrazó más fuerte.
(...)
Abrí mis ojos poco a poco, mire a mi alrededor y vi que estaba en mi departamento.
Lito, mi bebé. Todo fue un sueño, él debe estar acostado en su camita.
Quite rápidamente las cobijas de encima de mí y corrí hasta la habitación de mi hijo.
No estaba ahí, la cama seguía tendida.—¡Lito!— grite llorando y tirándole en su cama— ¡Mi bebé!
A los pocos segundos vi como Cornelio entraba rápidamente a la habitación y corría hacia a mi.
Me abrazó tratando de calmarme.—¿Que pasó?— preguntó.
—Quiero a Lito de vuelta— lloré.
—Lito estará de vuelta muy pronto mi amor, te lo prometo— beso mi cabello.
—No me digas mi amor, no somos nada.— me aparté un poco de él.
—Perdón, solo quería calmarte.
—¿Puedes irte?
—¿Qué?— me miró confuso.
—Vete, quiero estar sola.
—Esta bien— me miró extrañado— Estaré en el living por si necesitas algo.
Se levantó de la cama y salió de la habitación.
Mi llanto se volvió más intenso en cuanto cerro la puerta.
Amaba con todo mi corazón a Cornelio, intenté olvidarlo saliendo con algunos chicos, pero el siempre ocupó mi corazón.
Pero sinceramente me hizo demasiado daño y aún no lo he perdonado del todo y ahorita menos puedo pensar en eso, lo único que me importa en este momento es mi hijo y saber cómo está. No saben lo frustrante que es para una madre el no saber dónde y cómo se encuentran sus hijos, es un dolor en el pecho horrible.
Me levanté de la pequeña cama de Lito y salí de su habitación.
Mire a Cornelio desde atrás, estaba sentado en el sillón, con sus codos sobre sus piernas y sus manos tapando su cara.
—Corne— me acerque a él.— ¿Estás bien?— me senté a su lado.— Perdón si te grite, pero entiendeme, estoy desesperada.
—Te entiendo— me miró— Yo estoy igual. ¿Puedo abrazarte?
Asentí.
Cornelio se acercó poco a poco a mí y me envolvió entre sus brazos.
Estuvimos así por varios minutos, en absoluto silencio.—Te extrañe— susurré. Error.
—¿Qué?— dijo separandome de él y tomándome de los hombros para que lo mirará a los ojos.—¿Que dijiste?
—Que lo extraño— dije de lo más tranquila, tratando de disimular mi nerviosismo.— A nuestro bebé.
—Ah— me soltó agachando la mirada.— Lo siento, escuche mal entonces yo... ¿No tienes hambre?— cambio de tema— Porque yo si— se levantó del sillón.— Podemos ir por pizza, unos mariscos, hamburguesas, tacos... Tú elige, yo te llevo a donde quieras comer.
—No tengo hambre, gracias. Ve tú si quieres. O si quieres te acompaño, pero no tengo hambre gracias.
—Tienes que comer— se sentó de nuevo a mi lado— No has comido nada desde ayer en la tarde.
—No tengo hambre— me crucé de brazos mirando hacia otro lado.
—________—me tomó del mentón haciendo que lo mirará a los ojos.— Tienes que comer algo, no quiero que te enfermes, cuando nos devuelvan a Cornelio él tiene que ver que estás sana y feliz de verlo. Hazlo por él ¿Si?
Lo miré por unos segundos.
Él se acercó más a mi cara. Sabía sus intenciones, pero yo no hacía nada.
Acaricio mi cara y me miró por varios segundos.
Ambos comenzamos a acercarnos poco a poco. No podía detenerme, lo iba a hacer. Iba a probar sus labios después de mucho tiempo.
Escuche que tocaron el timbre. Reaccioné y me separé de Cornelio para correr hasta la puerta.
Abrí la puerta y ahí estaba ella.
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Hola! Perdón, ahora si me pase y las dejé super abandonadas:( en verdad me quedé sin ideas 💔 suele pasar, espero me comprendan. Las quiero mucho y gracias a ustedes por seguir aquí.
También gracias porque nombraron está fanfic número 880 en categoría "fanfic", ya sé que no es la número 1, pero de tantas fanfics, está está en las mejores y eso me hace super feliz🙏🏼💕 gracias en verdad 🤞🏼
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Stockholm syndrome | Cornelio Vega Jr.
FanfictionTodos los derechos reservados. Historia 100% original.