[Prólogo]

328 43 25
                                    

El cielo, ese lugar al que muchos desean ir después de la muerte, y el que tantos otros desconfían de su existencia. Aguarda muchos secretos y está gobernado por criaturas que muchos conocemos por historias o mitos. Pero esos cuentos son verdad, y el cielo está repleto de esos seres a los que llamamos ángeles. Algunos se encargan de vigilarlo, evitando que otras criaturas malignas entren. Estos son los llamados ángeles protectores. Hay varios cargos según el tiempo que lleven como ángeles, y cada uno se sitúa en una zona distinta del cielo ya que este, al igual que el infierno, tiene varios niveles. Otros simplemente están allí sin ninguna función aparente, solo siguen viviendo su segunda oportunidad. Y por último están los ángeles de la guarda, quienes después de un tiempo de adaptación regresan a la Tierra para cuidar a un humano asignado por los ángeles protectores.

Hace unos años llegó al cielo un nuevo ángel, nada inusual ya que miles de ellos llegan cada día. Su nombre Arthur, y ahora sería un nuevo ángel de la guarda. Después de que decidieran a su llegada que se convertiría en uno, estuvo 5 años adaptándose y aprendiendo todo lo necesario para poder ser un ángel en la Tierra. Cuando ya terminó su formación, fue con uno de los ángeles protectores que le diría a quién debía proteger, regresando así al mundo donde estuvo por 24 años. Se dirigió hacia la sala central donde se reúnen los superiores de aquella zona, y llamó a la puerta antes de que le dieran permiso para entrar.

- Oh Arthur, estaba esperándote. Pasa.

El joven ángel entró acercándose a la mesa donde, esta vez, solo había un ángel protector sentado. Los demás estaban de guardia por los alrededores, viendo que no se acercara ningún demonio.

- Lo siento, estaba terminando de arreglarme.
- No te preocupes~ Toma, la ficha sobre tu nuevo y primer humano.

Arthur se acercó un poco más a la mesa para recoger la hoja y miró curioso por unos segundos los datos sobre el chico que tendría que cuidar. De 24 años, rubio, con ojos azules, claramente americano. El ángel novato se sentía algo nervioso y ansioso por empezar este "trabajo". En los 5 años que llevaba en el cielo, solo estuvo una vez en la Tierra y fue para ver su tumba. Es una costumbre que, después de unos días de haber llegado al cielo, los ángeles protectores se lleven a los nuevos de vuelta a la Tierra para enseñarles dónde murieron y cómo, ya que pierden todos sus recuerdos al llegar al cielo. Eso, y otras pocas cosas más, son los únicos datos que pueden proporcionarles.

- Sabes cómo ir a la Tierra ¿verdad?
- Sí, no hay problema. Con su permiso Iván.
- Que te vaya bien~

Ambos se despidieron y Arthur salió de la habitación para dirigirse ya hacia el portal que conectaba el mundo humano con el del cielo. Se acercó hacia el ángel protector que custodiaba aquel artefacto tan importante y Arthur le entregó la ficha para que pudiera localizar al humano.

- Mm... Nueva York, Quinta Avenida. Parece ser que te ha tocado un ricachón.

El guardia le sonrió amistoso a Arthur, el cual ya lo conocía de haberlo visto otras veces patrullar por allí. Le correspondió con una leve sonrisa y cogió el papel una vez que terminó de meter los datos en aquella máquina que parecía salir del futuro. Aunque después de todo ellos eran seres mucho más avanzados, y lo más importante, sobrenaturales.

- Eso parece. Adiós Antonio.
- Suerte~

Mientras el portal se abría, Arthur fue escondiendo sus alas, quedando vestido con un traje negro, y esperó nervioso a que el portal estuviese listo. Segundos después todo estaba preparado para su salida y, algo indeciso, lo cruzó para llegar a su destino: la casa donde vivía aquel humano llamado Alfred.

[Pues nada~ Aquí tenéis el comienzo de otra historia más a mi colección :D ¿Os molah como va la poca trama que he metido? xDD Y pls mirad que zenzuah es Arthur de ángel 7v7r Nos vemos la semana que viene~ *Eva out*]

My AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora