• Lo siento, Jimin, voy a ser egoísta pero te quiero sólo para mí.
• Esta historia es totalmente de mi autoridad, se prohiben las adaptaciónes o copias de la obra.
• Heterosexual.
• Lenguaje explícito.
• Park Jimin.
🌙•Honeyteaheaven. :-)
Me encontraba recogiendo ropa del suelo, hasta qué mi mirada se encontró con una sudadera vieja cuatro tallas más que la mía. La observé detenidamente y mi mirada viajó hacía el conjunto qué había preparado anteriormente para el encuentro con Jimin, una falda y una camiseta algo corta para mi gusto. Observé de nuevo la sudadera y me encogí de hombros.
No sé en qué estaba pensando, yo después de todo no era de faldas.
Me vestí la sudadera y me calze las zapatillas que usaba todos los días desde hacía 2 años, cuando decidí comprarlas de casualidad en unas rebajas de una tienda cercana.
La sudadera me tapó por completo el short qué llevaba y sentí como el calor llenaba mi pequeño cuerpo congelado, agradecí internamente.
Salí por la puerta y aspire del oxígeno qué a duras penas disponía en mi hogar, ya qué siempre era reemplazado por los ambientadores de mi progenitora.
Hoy iba a ser un día largo.
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Movía el pie izquierdo en un tick nervioso mientras me mordía el labio inferior, creando en el proceso una pequeña herida de la fuerza con la que presionaba a este, pero no me importó.
Había llegado apróximadamente unos 15 minutos antes a dónde Jimin me dijo qué nos encontraríamos.
En una parada de bus, al frente de la residencia real.
Al instante, me llegaron recuerdos del arrebato de mi madre y sonreí insconcientemente. Al final, fue bueno qué se molestara conmigo por una vez.
- ¡Emi! - exclamó Jimin mientras corría a mi lado. Llevaba una gorra de color carbón qué le tapaba parte del rostro, pero aún así pude percibir una gran sonrisa de oreja a oreja en su rostro.
Amaba sus sonrisas, y ser la causante de estas.
Le devolví la sonrisa de dientes abiertos y observé como me cogía la mano, suavemente, y entrelazando nuestros dedos en el acto.
- Tu sígueme. - dijo mientras reanudaba sus pasos.
Al poco tiempo ya nos encontrábamos dentro del recinto y ahora el me conducía por uno de los pasillos.
Habían algunas plantas decorativas de todos los tamaños y una gran alfombra de color rojo sangre bajo nuestros pies.
A medida qué nos acercábamos se oyeron algunos gritos y carcajadas.
Aquellos sonidos se intensificaron cuándo Jimin llegó al frente de una puerte, con relieves de color blanco y dorado. Me dirigió una mirada rápidamente, y tocó la puerta con su mano echa en un puño.
Inmediatamente, todo aquel estruendo se silenció.
La puerta se abrió de golpe y una gran mano se abalanzó sobre el chico de cabellos plateados, agarrando el cuello de su camisa y arrojandolo al interior de la habitación.
Nuestras manos se apartaron al momento, y sentí un pequeño hueco en mi interior. Auch.
- ¡Jimin-ah! - exclamó una voz masculina mientras al chico se le escapaba una carcajada mientras yo no entendía un carajo.
- ¡Ah, espera! - Jimin volvió a aparecer en mi campo de visión y atrapó mi mano entre sus dedos para luego empujarme hacía el interior de la habitación, junto a él.
En un abrir de ojos, me encontré rodeada de 6 chicos, de cabellos teñidos de multiples colores.
❤ Al final decidí subir otro capítulo, para la próxima será más largo, no tengo mucho tiempo para escribir así qué últimamente han sido cortos. :'v
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