Mi Querido profesor l.p (Adaptada)

Capítulo 55.- (ULTIMOS CAPITULOS)

CAPITULO PERVER SI NO TE GUSTA NO LEAS.

Desabrochó su camisa tan desesperadamente como solo él la sabía poner. Ansiosa por tocar su cuerpo, por abrazarlo, para sentir su corazón latir, su respiración agitarse y su garganta tensarse por los gemidos de placer. Enredarse en su cuerpo, lamerlo y besarlo. 

Deseaba tanto a ese hombre que creía que era eso… demasiado hombre para ella sola. Liam ya la tenía desnuda. Sus manos agiles la habían desprendido de la ropa en menos de dos minutos. En cambio ella, parecía tener problemas con la puñetera hebilla del cinturón.

— ¿Te ayudo, mi amor? —Se burló Liam—

—No. —Dijo ________, frunciendo el ceño—

Se agachó a la altura del cinturón… y de otra cosa que también sobresalía del pantalón.

_________ prestó más atención a la segunda cosa que no a la hebilla. Presionó los labios contra la erección, aunque aún estaba cubierta por los vaqueros. Liam entreabrió la boca. El pene le dolía demasiado, y que __________ se lo besara por fuera, lo ponía aún más duro y más dolorido.

—Desabróchame ya el pantalón, por favor… —rogó a ___________—

—Espera… 

__________ sonrió. De vez en cuando, era divertido torturar a su profesor. Pasó la lengua. El sabor a lluvia hizo que sus papilas gustativas quedaran descontentas. Liam gimió ante la visión.

—Joder, __________... no podrías… hacer lo mismo… pero sin el pantalón…

—Si así lo quieres.

Fue a desabrochar la hebilla de nuevo. Pero Liam le cogió las manos.

—Un segundo. —Un movimiento de muñecas, y el cinturón ya estaba en el suelo— Ahora.

¿Te ayudo con la cremallera también?

—No soy tan tonta.

—No tienes nada de tonta, pero cuando estas excitada te vuelves patosa.

__________ se sonrojó. Liam la conocía como la palma de su mano. Al fin bajó sus pantalones y liberó aquello que tanto le dolía. Liam suspiro de alivio. Él mismo se bajó el bóxer. A ________ le dio gracia ver lo empalmado que estaba Liam. Podría torturarlo un poco más… Se levantó de nuevo y se metió en la ducha.

— ¿No tenías que terminar algo? —dijo Liam mirándola desesperado por una de sus buenas mamadas—

—No lo recuerdo. —Dijo ___________ poniendo cara de pensativa— Que tal si me refrescas la memoria. —Sonrió, guiñándole el ojo y dándole la espalda—

Liam entró en la ducha con ella. La rodeó por la espalda, colocando su polla entre las piernas de __________. Ella sintió su rigidez. Ronroneó como una gata y apoyó la cabeza en el hombro de Liam. Él mordió su cuello, mientras a la vez paseaba su lengua, dejando un rastro de besos y saliva.

— ¿Cómo quieres que te lo recuerde? 

Sonrió Liam, dirigiéndose a su boca, mientras que con el otro brazo la cogía por debajo del pecho… y presionaba sus duros pezones.

—Dime que es lo que quieres que te haga. 

_________ apartó sus muslos de la erección de Liam y la cogió con una mano. Apretó. Él gimió. Ella sintió como el miembro empezó a latir en su mano. Quería torturar a Liam, pero se estaba torturando a ella, también.

— ¿Qué, qué es lo que quiero? —Liam rió, aun sintiendo la presión de la pequeña mano en su pene— Aprieta más y masajea… de arriba abajo… lento… —ella siguió las instrucciones— Así, muy bien…