Un Amor del Cielo a la Tierra

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CELESTIAL

-Abuelo Kang, cuéntanos una historia, por favor.

El pequeño de cinco años lucia suplicante y deseoso de escuchar otra de las grandes aventuras de su abuelo favorito. El abuelo Kang era famoso por escribir cuentos para niños, donde hablaba de héroes con poderes ilimitados y niños soñadores que podían lograr lo que quisieran. Y ya se había hecho costumbre visitarle todos los domingos en compañía de sus amiguitos y sentarse en el suelo de madera de la sala, mientras el abuelo Kang contaba alguna historia mágica que nunca llegó a escribir. Su imaginación no tenía límites y lograba arrancar sonrisas de todos los rostros.

El abuelo Kang era un ente maravilloso que lograba hacer feliz al más triste de los niños. Lastimosamente, el abuelo nunca se casó ni tuvo hijos, pero eso no impidió que todos los niños del vecindario le llamaran abuelo, porque al final de cuentas, era uno y de los mejores. El abuelo horneaba galletas y eran las más deliciosas, además, su chocolate caliente era el mejor en las noches frías de invierno, así como su deliciosa limonada lo era en las calurosas tardes de verano

Los niños más pequeños decían que tenía como 100 años y que nunca moriría porque él era un ángel, otros; que eran mayores, aseguraban que no viviría para siempre, pero que tenía un lugar especial en el cielo, por ser el mejor abuelo del mundo.

Nadie sabía a ciencia cierta qué fue de su vida y su juventud. Pero el pequeño Vernon aseguraba que su abuelo favorito siempre había sido perfecto. Él sabía que no viviría para siempre en la tierra, que a sus pasados 70 años ya estaba agotado y que pronto tendría que partir; sin embargo, estaba total y completamente seguro de que nunca, jamás moriría. Porque su abuelo favorito era perfecto, y las personas perfectas simplemente no morían, sólo van a un lugar mejor, como le aseguró su madre un día. Por eso entendía que el abuelo caminara tan lento o se cansara más rápido. Se prepara para un largo viaje y debe guardar energías, le dijo su padre en el almuerzo ese día.

-Mmm, a ver, ¿de qué quieren la historia de hoy?- preguntó el anciano rezagado. Con mirada brillante y hermosa a pesar de los muchos años.

-Cuéntanos la historia del ángel de tu pintura.

¡Ah! El abuelo también pintaba, aunque nunca se hizo famoso por alguno de sus cuadros y muy probablemente nadie haya adquirido ninguno de ellos, pero en su sala, justo encima de la chimenea, reposaba un enorme y majestuoso retrato de un ángel. Con hermosas alas blancas. Su sonrisa era tan amplia, que sus ojos oscuros parecían medias lunas negras y brillantes. Sus blancos dientes contrastaban con su pálido rostro y unas mejillas ligeramente sonrosadas. Un cabello sedoso y rubio decoraba su cabeza. Mientras el fondo era un matiz entre azul creep deep y rosa, una combinación algo excéntrica si le preguntaban al pequeño, pero que nunca dejaba de gustarle.

-El ángel, es un relato antiguo, tanto o más que sus padres. Lo conocí hace muchos años, cuando yo apenas había cumplido los diecisiete.

Los pequeños guardaron silencio total, no queriendo perderse ningún detalle de lo que sería, por mucho, la más bonita y real historia que el abuelo Kang jamás haya contado en su vida. Un relato que nunca tocó la tinta ni el papel, porque fue escrita con besos, lágrimas y rayos de luz, en un formato antiguo y sublime. Celestial.

-Yo apenas estaba por mi tercer año de secundaria y no sabía qué hacer con mi vida. Los jóvenes en aquella época vivíamos muy deprisa, desorientados y con pocas ganas de asentar cabeza. Tejíamos sueños con papel, no sabiendo que cuando la primera lluvia salada corriera por nuestros ojos, se romperían. Él era quizá, más antiguo que el sol, proveniente de un lugar tan lejano como imposible de alcanzar. Pero si se asoman a la ventana por las noches, es muy probable que vean una estrella que sonríe.-Los pequeños, por acto reflejo, dirigieron su atención al gran ventanal, como buscando esa estrella de la que hablaba, cuando sólo eran las seis de la tarde y el sol apenas se había ocultado, dando paso a un cielo ligeramente oscuro.- Ese es él, dando las buenas noches a la tierra, a ustedes y a mí.

Celestial-BaekMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora