Siempre tarde

Oneshot

Esta historia está basada en los personajes propiedad de Rumiko Takashi, sin fines de lucro y solo por entretenimiento.

Cuando el príncipe azul llegó era muy tarde, la princesa se había enamorado del dragón.

Años después de la boda fallida...

Era una tarde nublada, me encontraba de regreso, el lugar donde te conocí, después de 4 años de ausencia, muchos lugares seguían igual, pero había cambios, algo había cambiado...

Esperaba poder convertirme en todo un hombre que te mereciera y al cabo de este tiempo al fin puedo regresar con la confianza suficiente de serlo, de poder hacerte feliz.

Recuerdo que, cuando me encontraba a tu lado siempre fui tan feliz, buscaba como siempre llegar a ti quería volver a sentir nuevamente ese júbilo al verte.
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El dojo Tendo tu hogar, se veía tal como lo recordaba no había cambiado en estos años, antes de entrar logre escuchar tu risa que encantaba a mis oídos cada vez que la escuchaba.

Toque la puerta y atendió tu hermana quien se sorprendió pero como siempre amablemente me invitó a entrar, la dulce Kasumi, me comentó que llegaba a tiempo que estaban festejando y apunto de comer invitándome a seguir adelante me sonrío dulcemente diciéndome que se alegrarían de verme.

Fue entonces que entre en el comedor estaban todos sentados jubilosamente alrededor de la mesa, yo no sabía entonces pero, se había cumplido uno de sus sueños.

Salude y al fin te vi me sonreíste con tu cara angelical, por ello no me percaté de su cercanía, no me percaté de él.

Te acercaste y me abrazaste sonriéndome, fui tan feliz en ese breve momento, te alejaste y murmurando articulaste que llegaba en un gran momento; aunque para mí seguro que no, entonces lo vi detrás de ti y me saludo feliz y tranquilamente como un amigo tomándome el pelo de por qué había tardado tanto.

Tu padre me invitó a tomar asiento y entonces sucedió, tu mano se entrelazaba con la mano de él y tú le dedicabas una de esas sonrisas que tanto me hacía vibrar, aunque era diferente parecía que tenía una intensidad aún mayor, el té regresaba la misma sonrisa y tu rostro enrojecido se iluminaba ante su mirada.

Todos se encontraban muy felices de la situación y como no habrían de estarlo si llevabas al fin un anillo en tu dedo, comprendí entonces que había pasado, el se había acercado a ti y tú al darte cuenta de sus sentimientos le abriste tu corazón, por fin disfrutaban de un mismo sentimiento.

Siempre viví perdido pero solía pensar que mientras él no se declarara yo tendría una esperanza, una oportunidad, pero tú sonrisa me confirmó que había llegado tarde... de pronto comenzó a llover.