Al siguiente día, Kam ya estaba en su casa, y pues ahora tengo planes de salir para donde mi abuela a saludarla de paso y así luego ir al Hospital ya que me toca cita con mi Doctor Ortopeda, a quien me refirieron por el problema de mi rodilla, pues así mismo lo hago y ya después de unos 10 minutos llego a la casa de mi abue.
—Bendición abuela, —le digo abrazándola y ella responde el abrazo igual saludando, me encamino a su cocina para tomar un poco de agua, y luego voy a la sala de estar a sentarme junto a ella.
—Y dime a ver mi hija, ¿cómo has estado? ¿Y el novio? —suelta mi abuela y yo sonrío mirando a mis pies ya descalzos.
—Jeje, he estado bien, mejor de salud al menos, no me puedo quejar, y pues Ryan está bien, hace unos días le mando saludos por cierto, —digo, y ella sonríe.
—Ah entiendo, ese niño es tan noble, y se nota que te hace muy feliz jeje, como ustedes dicen ahora, ¨te está volviendo loca¨, jaja, eso se nota, ¿sabías? —dice y yo levanto la cabeza un poco sorprendida.
— ¿Como que se me nota abuela, enserio? Jajaja, esa no la sabia, —digo y luego ella pone su mano encima de la mía y mirandome a los ojos.
—Si querida, se nota, y sé que si lo amas, las cosas irán bien, además se nota que igual te ama, porque una sonrisa como esa, no se ve todos los días, jeje, debes orar mucho para que Dios los guie y puedan seguir sus pasos, espero que hagas siempre lo correcto mi niña, sabes que te quiero mucho, —finaliza mi abuela y jalando con delicadeza uno de mis cachetes, la cual sonrío ante este acto.
—Jeje si abuela, así debe ser, e igual la quiero mucho, —le digo dándole un pequeño abrazo antes de despedirme para luego ir al Hospital, la cual no me quedaba lejos, como a 4 esquinas solamente, entonces llego y luego de hablar con la secretaria del Doctor, me siento a esperar mi turno, no habían muchos pacientes pero yo era la número 2 y ya el número 1 estaba dentro, espero y al instante siento mi celular vibrar, veo la pantalla, sonrío y luego recibo la llamada.
—Ternurita mía, —digo en voz baja y sonriendo al tomar la llamada.
—Jeje, maaaaah, no digas eso, me pones loquito frente la gente, —dice y oigo pequeñitas carcajadas.
—Jeje, está bien, y dime, ¿qué haces? ¿Qué has hecho hoy? —le digo.
—Aquí saliendo de buscar un trabajo pendiente, full cansado y con calor, jeje, ¿y tú, ya estás en el médico? —pregunta Ryan.
—Si nene, ya espero mi turno, y casi me llamaran, —digo y levanto la cabeza al ver doctores pasar a mi lado.
—Ah pues te dejo para que estés pendiente y escuches tu nombre amor, muaah, te amo, —dice con ternura y haciéndome bajar la vista de vuelta.
—Jeje, está bien, te escribo cuando salga, igual te amo, chao, —digo para luego colgar y al instante escucho mi nombre.
—Marinette, puede pasar, —escucho y pues le levanto y veo salir al primer paciente de la consulta del doctor, pasa a mi lado y luego yo entro para encontrarme con aquel doctor que me atendió ya hace un par de semanas atrás después de ser referida por el médico de cabecera cuando me llevaron a urgencias aquella vez.
—Puede sentarse Marinette —dice el doctor, buscando algo dentro de su gaveta de su escritorio, me siento en la silla del frente y luego el me observa con paciencia.
—Hola doctor —digo observando mi mochila que la quito de mi espalda para ponerla en mis piernas.
—Cuénteme ¿cómo ha estado? ¿Ha tenido malestares últimamente? —dice observándome y esperando mi respuesta.
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Ni lo Intentes ©
Krótkie OpowiadaniaMarinette, chica que conocio a Ryan en un campamento de jóvenes y que fue el más inolvidable de todos. Dos Jóvenes que apesar de la distancia se aman y buscan la manera de amarse cada vez más. Porque lo principal de todo debe ser el Amor. Ni lo inte...