Salí caminando a la escuela. Me gusta caminar por las mañanas, así puedo empezar el día bien… pero justo hoy no era esa ocasión.
Cuando llegué Paul me estaba esperando en la entrada así que decidí tomar la puerta de atrás tratando de evitarlo. Pero él no era de darse vencido; me siguió y me alcanzó, como siempre lo hacía. Ya ni sé porque intentaba esconderme de algo inevitable.
-Ayer no me saludaste, yo quería hablar contigo maleducado. -dijo irónicamente en tono de burla.
-Tengo que entrar a clase. -dije cortante.
-Yo quería que te quedaras conmigo. -se burló. -Bueno, vos anda que yo te la cuido. -dijo señalándo mi espalda y empujándome para sacarme la mochila.
No reaccioné ante su burla, en fin no me importaba, todos los días era lo mismo. Seguí caminando, sin mi mochila. Pero a él no le bastó eso, a él le encantaba verme sufrir o al menos eso parecía.
-Oye idiota, no es gracioso si no peleas. -dijo empujándome contra las escaleras haciendo que mi boca se pegara contra un escalón. Luego me tiró la mochila sobre la cabeza.
“Es solo un año más, solo uno más” pensaba en mi cabeza.
Él iba a quinto, el año que viene ya egresaría. Ya no estaría más, ya no me molestaría más, ya podría ir todos los días en paz al colegio. Pero todavía me quedaba un maldito año. Un año que no se iba a pasar del todo rápido.
Luego de eso él se fue a clase y yo al baño, como todos los putos días. Él comenzó a hacer la tarea y yo a limpiarme la sangre, como todos los putos días. Él estaba riendo con todos sus compañeros y yo llorando solo, como todos los putos días.
Estaba cansado de tanta mierda… como todos los putos días.
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De eso se trata.
Teen FictionJosh tiene 16 años. Su madre muerta y un padre que no conoce. Tiene que empezar las clases con Paul, su acosador. Y su único amigo es Sam, su perro. 16 años, tanto dolor, tanto sufrimiento... tanta mierda. Pero bueno de eso se trata la vida, ¿no?