One shot 2/3

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Olivia dejó que la guiara e intentó evitar mirar a las personas a su alrededor. Elliot vio salir a una pareja de detrás de una cortina y miró dentro, notando que era un área privada. Sin pensar, se movió en esa dirección, arrastrándola detrás de él.

Cuando estuvieron dentro de la habitación, él la hizo girar y la escuchó jadear levemente cuando su espalda chocó contra la pared. Apoyó ambas manos en la pared al lado de su cabeza.

—¿Qué estás haciendo? —susurró ella.

Él la miró a los ojos, tratando de descifrar lo que veía allí. Tenía que tomar una decisión. Estaban solos. Nadie podría verlos ahí. No estaban jugando a marido y mujer. Eran Elliot y Olivia. Se preguntó qué haría ella si la besara.

Se inclinó más cerca y dejó que sus labios rozaran su oreja. 

—¿Qué quieres que haga? —susurró.

No esperó a que ella respondiera. Bajó la boca al lugar justo debajo de su oreja y colocó un beso donde tenía su pulso. La sintió saltar ligeramente y vaciló, su cálido aliento calentando su cuello. Pero ella no lo apartó y no dijo nada, por lo que continuó colocando besos con la boca abierta en su cuello. Él movió su mano derecha hacia abajo y la apoyó sobre su cadera, la palma de su mano presionó el hueso de su cadera y su pulgar frotó hacia adelante y hacia atrás. Presionó su cuerpo contra la pared mientras su boca se movía hacia su mandíbula. Podía sentir la tensión en su cuerpo mientras su boca se deslizaba sobre sus labios. Dudó sólo un segundo antes de presionar sus labios contra los de ella.

Sus ojos se cerraron cuando se deleitó con la forma en que sus labios se sentían contra los de él. Abrió su boca con la suya e inclinó su cabeza, profundizando el beso. Él lo sintió entonces. Su sumisión. Al instante ella estaba pasando sus brazos alrededor de su cintura, atraiéndolo más cerca. Él podía sentir sus pechos empujados contra su pecho y no pudo evitar presionar sus caderas contra las suyas. Sabía que ella podía sentir su deseo por ella.

Su mano se deslizó por su costado mientras deslizaba su lengua entre sus labios y sintió una sacudida cuando su lengua se encontró con la de él. Ella soltó un pequeño gemido y sintió una ráfaga de calor pasar a través de él. No podía creer que estuviera allí, su cuerpo presionado contra el de ella. Eso era como cada sueño que él había tenido alguna vez haciéndose realidad.

Estaba besando a Olivia Benson.

Y mejor aún, ella estaba devolviendo el beso.

Su mano estaba extendida sobre su tórax y pensó que podría estar hiriéndola con sus dedos porque la estaba abrazando fuertemente. Él no podía evitarlo. Había querido eso por tanto tiempo.

Su boca dejó la de ella y bajó su boca hacia su cuello. Ella dejó caer su cabeza hacia atrás contra la pared y él arrastró su lengua hacia la curva de sus pechos. Sintió que se quedaba sin respiración cuando su lengua se sumergió entre sus pechos.

Y luego sintió sus manos sobre su pecho. Ella lo alejó. 

—No —dijo con voz ronca. Él apartó la boca de su enrojecida piel y la miró.

—Liv —jadeó. No sabía si debía disculparse o besarla de nuevo.

Él podía ver que ella estaba tan conflictiva como él.

—Tenemos un caso. Tenemos que irnos.

Él supo entonces que ella no iba a reconocer lo que acababa de pasar. Lo que ella había dejado pasar. Ella empujó su pecho ligeramente otra vez y él se apartó. Observó mientras ella pasaba sus manos sobre su vestid, alisándolo y luego a través de su cabello. 

Bombshell - BenslerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora