-Capítulo 53-

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-Nacho, ¿crees que me puedes prestar un rato la compu?, quiero enviar un mensaje a mis amigos, quedé en hacerlo.

-Si, no hay problema, usala- me dice sonriendo- Ahora vengo, voy a comprar a la tienda.

-Si, yo no tardo nada aquí.

-Esta bieen- se retira.

Abro mi cuenta de Facebook lo más rápido posible, tecleo el nombre de Eznaider en el buscador de personas, me doy cuenta que tengo una solicitud de amistad de él, ya no veía mucho mi Facebook así que no habia podido confirmar, abro la ventana de chat y comienzo a escribir...

-"Mostroooooo, ya llegué, llegué ayer en realidad y disculpa por no haberte escrito antes, estaba algo ocupado y se me fue, pero ya nos vemos dentro de una semana, cuidate"

Ahora busco el perfil de Mariel, aparece muy rápido, no tengo solicitud de amistad de su parte, le envío una y ahora puedo escribirle.

-"Mariel, hola, oye disculpa que no te pude escribir antes, estaba haciendo algunas cosas aquí, tenías razón o bueno tus deseos se hicieron realidad, la estoy pasando bien aquí, espero que estés bien y cuidate mucho, ya estamos hablando"

Cierro la ventana de chat y me dispongo cerrar mi sesión. Pero entonces me llega un mensaje, a primera instancia espero que sea de Eznaider o Mariel, pero ver el nombre en la pantalla hace que mi corazón sobresalte y que mis nervios me ataquen, no lo puedo creer, es simplemente imposible, cierro los ojos y veo de nuevo, tal vez estoy viendo mal, quizá esto es no se, un sueño... Es, Camila.

-"Hola Marco"

No se que responder, que le puedo responder, que tonto, devolveré el saludo, es que aun no asimilo esto, tengo tantas preguntas que hacerle, la principal, ¿cómo asi decidió escribirme?...

-"Hola Camila" 

En realidad habían muchas mas cosas que podia haberle dicho, por ejemplo, "te extraño" o "por fin" pero no, no creo que deba hacerlo.

-¿Cómo estás?

Me alegra estar hablando con ella, pero me rompe al mismo tiempo, esta es una conversación digna de dos desconocidos, de dos personas que no saben nada entre sí, ella y yo no solíamos hablarnos así, y ahora lo estamos haciendo...

-Yo bien, vine de viaje, ¿y tú?

-Wao, que chévere, ¿a dónde? Yo como siempre, ayudando a mi mamá y así.

-A Huancayo, a visitar unos familiares y así también, hace mucho frío aquí.

-Debes abrigarte.

-Eso lo se, y lo estoy.

-Bien, ¿qué haces?

-Estoy aquí desde la computadora de mi tío, me la prestó por un momento.

-Yo también pude usar la compu de mi casa al menos un rato, pero ya me iré.

-¿ya te tienes que ir?

-Si, hablamos otro día, cuídate.

-Está bien, cuidate igual tu.

Ella lee mi mensaje, al menos eso me indica Facebook, un minuto después, se desconecta, me quedo mirando la pantalla, esperando que tal vez responda, no lo va a hacer, se muy bien que no lo hará, cierro mi cuenta y dejo la computadora prendida, ya no tengo nada más que hacer aquí.

Nacho entra- ¿ya no la usas?- me queda mirando.

-No, solo era un momento como te dije.

-Cierto, bueno, ahora yo la usaré.

-Está bien, nos vemos después, ire a la sala a ver tv.

Salgo de la habitación en la que se encuentra la computadora y voy a la sala, allí me encuentro a Jordy, viendo una película, me siento a su lado y miro junto a él. Camila me habló, ¿por qué? Osea, ¿qué la motivó a hacerlo? Si no lo hizo todos estos días, ¿por qué ahora? Me causa extrañeza, me alegra, pero a la vez me entristece, sobre todo por la forma en la que hablamos, dos ajenos, a pesar de que lo que siento sigue intacto, hoy por hoy no se si ella siente igual que yo o simplemente ya olvidó todo, quisiera saber.

Noto que Jordy está muy concentrado en su película, me siento abrumado, apenado, cansado emocionalmente, me levanto del sillón y comienzo a subir las escaleras con dirección al techo, ahí, donde puedo sentarme a pensar. Llego e inmediatamente me siento en este lugar que ahora es muy especial para mi.

-"Porfa, dame claridaaaaaad, no se que más decir, de verdad no se que hacer, abuela, muchos dirán que es una simple tontería, cosa de adolescente o porque no de "niños", pero ellos no saben como nosotros nos sentimos, no saben como yo me siento, ayudame Tú, se que puedes hacerlo".

Dije lo siguiente susurrando, para que solo ella pueda escucharme, solo mi abuelita, si tan solo ella estuviera aquí, todo seria más fácil, o al menos eso creo, estoy seguro que me aconsejaría, yo lo sé, tengo la certeza.

-¿hijo?

Mi madre sube las escaleras y me mira sonriente.

-Ma.

-Entonces Paty decia la verdad, vienes aquí a menudo.

-Si, vengo aquí, mi abuelita siempre lo hacía.

-Si, mamá siempre venía aquí, ¿si te dijo Paty que te traía aquí de bebe verdad?

-Si, me lo dijo, pero no lo puedo recordar- me agacho.

Mi madre y yo nos quedamos conversando un largo rato, hasta que la noche comienza a ponerse, el frío azota con mas fuerza y es hora que bajemos, antes ella se adelanta y yo me quedo unos segundos más.

Miro al cielo, hay muchas estrellas, brillan demasiado, me recuerdan al brillo de los ojos de Camila, son tan lindos...

Muchas gracias por seguir leyendo, ¿se esperaban ese mensaje de Camila? No lo creo, Marco hasta ahora sigue cuestionandose eso, graciaaaas

De tu mano por siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora