[SuJu] Magia, tiempo y amor en una mística isla

Capítulo 11

Yesung y Ryeowook se encontraban acostados uno al lado del otro pero sin tocarse. Hablaban sobre su niñez y momentos que nunca olvidarían. Ryeowook habló sobre cómo él solía vivir en otra isla más pequeña con sus padres hasta un día en el que los Dioses lo enviaron a aquella casa de madera y le dieron órdenes de entrenar. Sus padres ya sabían que pasaría pero aún así les dolió mucho su partida.

Al principio, la casa era una pequeña cabaña abandonada, pero poco a poco entrenó sus habilidades y usó sus poderes para hacerla más cálida y grande. Fue entonces cuando llegó Donghae. Se llevaron fenomenal de inmediato. Hae era bastante revoltoso e inocente, tanto que hasta un chico tímido como él podía disfrutaba de su compañía.

Así fue hasta el cumpleaños Nº12 de Ryeowook, 4 meses después, que llegó Kyuhyun. Kyuhyun solía ser más juguetón. No todo el tiempo, pero sí había momentos en los que se dejaba llevar y los tres jugaban y se divertían. Sin embargo, a medida que fue creciendo se volvió más frío y solitario, solía pasar mucho tiempo leyendo o haciendo cosas solo. Es por ello que Ryeowook trataba de unirlos a los tres haciendo deliciosas comidas o haciendo cosas juntos, también los invitaba a pasear al pueblo. Le hacía feliz aquellos momentos en los que Kyu cedía a sus ocurrencias o a los caprichos de Donghae. Sabía que en el fondo Kyuhyun los quería.

Yesung sólo sonreía ante la imagen de Ryeowook hablando alegremente, por un momento su timidez había desaparecido un poco.

-      Debe haber sido duro para los tres separarse de sus padres… - comentó

-      Sí, lo fue… ¿Tú… no extrañas a los tuyos ahora?

-      ¿Extrañarlos? – Yesung bufó – estar lejos de ellos me hace sentir paz

-      ¿Por qué dices eso? – preguntó sorprendido el menor

-      Wookie, ¿Sabes por qué me gusta ser llamado Yesung? – Ryeowook negó con la cabeza – Porque no me gusta ser Kim Jongwoon

-      ¿No te gusta ser tú?

-      Sé que suena extraño… Siendo Kim Jongwoon, solía ser un estudiante común, sin resaltar, sólo uno más del montón… pero… siendo Yesung, abandoné los estudios para cumplir mi sueño de ser cantante. Cuando canto, todo en mí está feliz ¿Sabes? Todo brilla, es algo que no puedo explicar, siento que todos los problemas son pequeños y se resolverán de una manera u otra – Wookie escuchaba atentamente los pensamientos del mayor, sentía una gran admiración ante su pasión, algo que el menor no conocía, pues no sentía una pasión por algo en especial – Mis padres no estuvieron de acuerdo ya que al ser de la alta sociedad yo sería visto con malos ojos, así que me fui de casa con un poco de dinero que había ahorrado con un trabajo de medio tiempo a escondidas y desde entonces han pasado dos años en los que he vivido por mi cuenta, cantando en restaurantes y clubs.

-      ¿Renunciaste a tu vida de lujos para cumplir tu sueño?

-      Sí, y lo haría una vez más si volviera a nacer, no me arrepiento – Yesung notó cómo un par de lágrimas resbalaban por las mejillas del menor – W-wookie, ¿Estás llorando? ¿Por qué? – preguntó preocupado y Ryeowook no pudo contener su llanto

-      Eres tan asombroso Yesung, en verdad, dejaste atrás todo lo que tenías para hacer lo que amas y has vivido todo este tiempo sin alguien que te prepare comida deliciosa y te de cariño cuando llegues cansado del trabajo – Yesung lo abrazó tratando de que su llanto se calmara – eso realmente me hace sentir muy triste, debiste haberte sentido muy solitario

-      Tus palabras son muy hermosas, Wookie pero no me gusta que llores por mí, prefiero verte sonriendo, eso me hace sentir mucho mejor – Yesung le sonrió cariñosamente y a Wookie, sin dejar de llorar, se le escapó una pequeña sonrisa