Día 1

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El sonido de la alarma hizo que me cayera de mi cama del susto, me había olvidado que cambie de sonido. Aun estaba medio somnoliento. Me dirigí hacia la puerta, no había nadie en la casa, mi madre se habrá ido a trabajar, y mi padre supongo que también, a veces se les olvida que tienen un hijo.

Me pongo mi uniforme e intento sonreír, y pensar que será un buen día, pero eso no existe en mi miserable vida. Puede que mis padres tengan bastante dinero e intenten satisfacerme con eso, pero lo que menos necesitaba en este instante era eso, ocasionalmente pasábamos ratos juntos, esos pequeños momentos que sentía que éramos una familia, se iban de mis pensamientos cuando mis padres discutían por mi o porque papá llegaba tarde o porque mamá no pasaba tiempo conmigo, desde entonces, me di cuenta que tenía que cuidarme solo, no depender de los demás, no esperar un buenas noches hijo de mis padres, pero no por eso mi vida era miserable, habían muchos otros motivos.


Llegue al Instituto, hoy es un día muy de invierno. Antes de irme de mi casa, me puse mi bufanda favorita, me la había tejido mi abuela cuando tenía 12 años. 

Entro a mi salón, como siempre todos están en sus dichos grupos, la cual yo no pertenecía en ninguno, entro el profesor, y todos se dirigieron a sus asientos.

La campana del recreo sonó, intente salir rápido, así Jorge Martinez y su pandilla no me atacaban, pero para mi suerte, era tarde, ni había cruzado la puerta y este ya me tenia arrodillado ante él.

__¿Tienes nuestra paga maricón?__ Dice con un tono grosero.

__Me llamo Marcos, por si no sabes.

__¿Te estás burlando de mi?__ Pegándome una patada en el abdomen.

__Simplemente te dije como me llamo__Sollozando.

Me agarraron de los brazos, levantándome del suelo, dirijo mi mirada hacia la de él, miro sus ojos, llenos de maldad , todo esto por $100, y sus padres trabajan bien, tienen buenos empleos, que pensarían si les dijera que su hijo es un agresivo y maltrata a los más indefensos del colegio.

Este es un de los motivos por la cual digo que mi vida es miserable. Jorge termino de golpearme y se dirigió a mi oído, susurrándome dichas palabras.

_Antes de hablar, piensa en las consecuencia_ Sin antes escupirme en la cara, pisotearme mi bufanda favorita y quitarme mi dinero.

Me espachurre contra mi mochila, me dolía mucho el estomago, cerré los ojos, sentía como mis lagrimas recorrían mis mejillas.

Entro a mi casa, muy adolorido, sin emitir ningún ruido, por si las dudas que mis padres estén allí.
Al llegar a mi cuarto, escucho ruidos de la pieza de mis padres, al estar enfrente de esta, me encuentro a mi madre y a otro hombre, el socio de mi padre, juntos en la cama, mi madre centra sus ojos en los míos, desvió mi mirada de la de ella y me voy a mi habitación

_ y yo pensaba que mi padre era el infiel, un cambio de roles será_ me dije a mi mismo al ingresar en mi cuarto.

Me recuesto sobre mi cama, y siento como el sueño y el cansancio se adueñan de mí por completo.

_Hijo recuerda que debes mirar antes de cruzar la calle_ me dice mi abuela mientras me acomodaba mi collar con el dije de mi cumpleaños numero 7 y mi camisa de color azul marino, ella decía que esa camisa resaltaba mi bella sonrisa y mis ojos azules.

Decía, ella lo decía, ella lo decía ¿Por que ya no lo dice? cierto, ya no esta,  se fue a otro lugar cuando yo apenas tenia 7 años, me gustaría poder estar con ella y poder revivir esos hermosos momentos, poder estar entre sus brazos y poder decirle que estos años que no estuvo los niños en el colegio me fastidiaron por no ser como ellos, decirle que vi a papá con la hermana de mamá, decirle que vi al abuelo escupir sangre, decirle  que mamá me pego por decirle que papa hizo cosas malas, solo con 12 años pude ver todo eso y lo peor de todo es que me calle la boca, para poder cubrir a esas personas que me destruyen día a día, esas personas que lamentablemente son mis padres.

Tan solo 7 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora