No haya nada malo en amarnos |Taehyuck| Taeil/Donghyuck

▪This indecent love▪

Las piernitas de Donghyuck colgaban de las suyas, la cabeza descansaba en su pecho y la pequeña manito morena dibujaba figuras amorfas en la gran palma de su mano.

Taeil estaba seguro de que Donghyuck era capaz de escuchar sus fuertes latidos, su corazón acelerado en una mezcla de felicidad, nervios y miedo a ser encontrados en aquella posición en el salón de clases. Pero tampoco quería apartarse, se negaba a alejar el calor que le daba el cuerpo de su pequeño, el cálido sentimiento de paz, esa inocente alegría.

Taeil se preguntó si estaba bien lo que estaba haciendo. Ja, claro que no lo estaba en ojos moralistas, mas ya habían pasado cerca de tres meses desde que dejó de darle importancia.

Si alguien tenía la culpa de los pequeños momentos de remordimiento que a veces cruzaban su corazón, era el mismo Donghyck, porque fue él quien lo conquistó con insistencia, con una dulce persistencia. Taeil había negado e ignorado los sentimientos que comenzaron a florecer en él, pero jamás se arrepentiría del día en el que los aceptó.

Y es que, ¿quién se podría resistir a su pequeño? Las sonrisas cuando se cruzaban por los pasillos de la escuela, los besitos cortos y traviesos en su labio inferior, robados cuando era el último en salir del salón. Sus ojitos brillantes y atentos cuando se quedaban después del horario escolar para repasar el contenido que no logró entender durante clases.

Donghyuck era inocente, a sus diecisiete añitos era ignorante de lo malo del mundo. Taeil recuerda cuando, hace siete años, él tenía la misma edad que Donghyuck. Eran tan distintos, tan diferentes. Taeil no se deja de sorprender y asombrar por la inocencia de Donghyuck, su ternura, una visión tan blanca del mundo y del amor, sin dolores. Donghyuck era un ángel comparado a como fue él.

ㅡ¿En qué piensas?

Donghyuck pregunta mientras deja de balancear sus pies y fija sus ojos en los del mayor.

ㅡ¿Sabes qué pasaría si nos descubren así?

Donghyuck rodó los ojos.

ㅡ¿Desde cuándo te preocupas por eso?

ㅡSiempre me preocupo por eso.

ㅡNo cuando estás conmigo.

Su pequeño no tenía idea de lo que pasaba por su cabeza cuando estaban juntos, las miles de situaciones peligrosas en las que se imaginaba cómo eran atrapados entre sus miles de pequeñas e inocentes muestras de afecto.

ㅡVamos, olvida lo que estás pensandoㅡDonghyuck dio un pequeño besito de pico en sus labiosㅡ. Últimamente he tenido ganas de ir al cine, podrías llevarmeㅡsus pestañas pestañaban cual mariposa mientras hacía un lindo puchero con su labio inferiorㅡHay una película que quiero ver.

Taeil miró con lástima sus grandes y brillantes ojitos. No podía dejar que los vieran, no podía arriesgarse a nada.

ㅡSabes que no pueden vernos juntos fuera del establecimientoㅡDonghyuck frunció los labios, separándose de su cuerpo y poniéndose de pie, cruzando sus brazos a la altura del pechoㅡVamos, no te pongas así.

ㅡEstoy cansado, profesor.

Donghyuck enfatizó la palabra lentamente, recalcando la horrible palabra que había aprendido a odiar cuando eran pronunciadas por sus labios. Él lo sabía, lo hacía a propósito.

ㅡDime Taeilㅡpidió con suplica. Esa palabra lo hacía sentir miserable, sintiendo que manchaba el nombre de su querida vocaciónㅡ. Ven, acércateㅡ. Taeil tiró de los brazos de Donghyuck y lo sentó nuevamente en sus piernas, sus pies comenzaron a balancearse otra vezㅡ. Solo espera un poco más, espera a que termine el año escolar, espera hasta que salgas de este lugar y entonces, podremos estar juntos sin restricciones. Prometo que dejaré este lugar también, para que no nos miren con prejuicios.

Donghyuck dibujó una sonrisa en sus labios.

ㅡ¿Lo prometes?

ㅡLo prometo.

Donghyuck pasó sus brazos por los hombros de Taeil, atrayéndolo más cerca, abrazándolo fuertemente.

ㅡMe haces realmente feliz, TaeilㅡTaeil cerró sus ojos, entregándose por completo a su pequeño alumnoㅡ. Nada más te debe importar que hacerme feliz. No estamos haciendo nada malo, no estamos dañando a nadie, pero si decides dejarme, entonces me dañarás a miㅡDonghyuck tomó la cara de Taeil entre sus dos manos, juntó sus frentes, cerrando sus ojosㅡ, y eso te juro que no te lo perdonaré.

Posesivo, atrayente. Donghyuck se había apoderado por completo de él. Se había adueñado de él. Y Taeil sonrió, porque en su primer año de profesor ya había roto toda regla, había sobrepasado toda cercanía con uno de sus preciados alumnos, y se sentía perdido, confundido. Taeil ya no sabía quién había corrompido a quién.

                                  ***

El Taehyuck me pone muy soft, son muy lindos;;
Amo las historias de amor entre profesor-alumno. Cuando yo estudiaba, siempre me imaginé que llegaba un joven profesor y nos enamorabamos jaja pero todos eran viejos, que sad:'^