PigBear (Otayuuri)

19. Insaciable

Los ojitos de Yuuri fueron de apoco abriéndose, le costaba ver y es por que estaba amaneciendo.

Con algo de dificultad se estiró, dándose cuenta de algo:

No estaba en su habitación, ni en su cama y definitivamente no estaba solo.

-Buenas noches, mi amor –lo saludó con una magnifica sonrisa en sus labios.

-O..Otabek.. ¡Estas desnudo!

-SÍ, y tú también.

Comprobándolo que efectivamente lo estaba.

Oh mi Dios!

-Yuuri, hicimos el amor toda la noche ¿y tú no lo recuerdas? Eso hasta me ofende –reconoció risueño.

Y solo en aquel momento las neuronas del japonés, parecieron hacer sinapsis, y totalmente avergonzado se tapó con las sábanas su rostro avergonzado.

Trató de pararse para ir hasta el baño, pero el dolor de sus caderas y ese incomodo caminar confirmaba todo.

Otabek lo había hecho suyo, en todo el sentido de la palabra.

Una extraña sensación invadió su cuerpo, y sin saber por qué, comenzó a llorar

Su novio habría esperado cualquier reacción, menos aquella, que lo desconcertaba.

-¡Mi amor! Por favor no llores –le consolaba abrazándole y acariciando su espalda.

-Perdóname si fui muy brusco, me deje llevar por mis impulsos.

-No.. es…. eso –esbozó como pudo entre los hipeos.

-¡Es que me gustó mucho, pero estaba tan nervioso que apenas lo recuerdo! –reconoció avergonzado.

El moreno se sonrió, sabía para donde iba todo eso.

-¿Quieres que lo repitamos? –musitó pícaro besando su hombro desnudo.

-mm bueno ya.

Aquella calurosa mañana el kazajo, descubrió lo insaciable que podía llegar a ser su novio.  

Y eso, por Dios que le encantaba.

-Entonces ustedes..-trataba de ejemplificar con un gesto bastante obsceno –¿he?

-Sí así fue –resoplo más tranquilo, ya era la quinta vez que lo se lo explicaba.

-¡Que sucio! –exclamó.

Yuuri, la verdad, no esperaba otra reacción de su primo.

-Pero..

-¿Qué quieres saber Yurio?

-¿Te dolió?

-¿Tu qué crees?

-Que admiro el hecho que siquiera te puedas sentar.

Ese comentario les sacó una buena carcajada a ambos

Ya más calmados,  el nipón retomó la conversación.

-¿Cómo te sentiste después de haberlo hecho con Inzhu?

-¡Y a ti que te importa! ¡Cerdo estúpido! –lo reprendió coloradísimo y arrojándole un libro que tenía a mano.

A Yuuri no le extrañó ese comportamiento agresivo, pero sí el hecho de que se sonrojara tan rápido.

-¿Eres virgen? –preguntó sin reparos.

La respuesta fue un asentir con la cabeza, y su primo no pudo sino que enternecerse.

-¡No pongas esa cara Katsudon del demonio! ¡Que ni sueñes que dejaré que me lo metas! –gritó indignado, con un dedo amenazador y tapándose con la carpeta de apuntes, hasta salir de la habitación.

-¡Vámonos Potya, que  el cerdo es peligroso!

Todas las acciones siguiente, incluyendo el tomar a Potya para irse, las hizo dándole la espalda.

Y Yuuri con toda la malicia se acercaba casi que acechándole..

Pareces un lindo gatito asustado.

-¡Aléjate Katsudon!

-¿Qué pasa aquí?

La intervención de Otabek y el choque de Yuri con él.

-¡Ahhh!

El kazajo aún tenía un ataque de risa con la historia que  le contó.

-Si lo hubiera visto, mi amor –le decía gracioso su novio -¡este Yuri es todo un gato!

Aquél se quedó callado y sólo se limitaba a sonreírle con dulzura.

-¿Qué pasa? –preguntó inquieto.

-Es la primera vez que me dices mi amor.

Yuuri se enrojeció y que Otabek lamiera sus labios con poca sutileza, no contribuyó en nada a disminuir el calorcito de sus mejillas encendidas.

Tengo que decírselo más seguido.

Capítulo cortito para ir retomando el ritmo.😆

Ya nos va quedando poquito para que se termine esta historia... 😫

Muchas gracias por leer y perdón por la espera. 😊

Como siempre, volveré a actualizar el próximo miércoles 🙌

Besos!❤