Ella....

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Ya habíamos salido del restaurante, llevábamos un rato caminando tranquilamente, la noche era fría, Red sujetaba mi mano fuertemente.

-Oye Aohane, podría pedirte algo?
-Claro, que quieres?
-No vallas al trabajo mañana.
-Y eso porque?

Red tenía una mirada muy seria parecía ir muy enserio -Sólo no lo hagas- me dijo, me molestó que lo hiciera, esta bien si quiere pasar más tiempo conmigo, pero no voy a mezclar mi relación con el trabajo.

-No haré eso Red, ya falte una ves este mes, me lo descontarán si lo hago otra ves.
-No quisiera obligarte a quedarte en casa...pero no me estas entendiendo para nada.
-Tienes razón, no lo entiendo, que rayos te pasa?

Red sólo me miró en silencio, quise olvidar el tema y seguir el camino en paz, pero el continuo.

-Ella es el problema...
-Ella? Estas celoso de Hitomi? No está claro que te e elegido a ti?
-No es eso...es lo que puede hacer alguien en su situación.
-Tendrás que explicármelo mejor, no te entiendo.

Antes de que Red pudiera decir algo me empujó al piso y el sonido de un disparo perforó el ambiente. Busque al culpable pero no vi nada, sólo obscuridad.

-Tengo que sacarte de aquí...
-Q...qué fue eso?!
-Tranquilo... Todo estará bien...

Red se veía muy nervioso, me tomó de la mano y me llevó corriendo por unos callejones, me pareció reconocer el lugar, en ese sitio nos habíamos conocido, ahí estaban las huellas calcinadas en el asfalto.
Red se volteó bruscamente y miro hacia varias direcciones, como si buscara a alguien, de pronto entre la penumbra se vio un brillo plateado y el estruendo del arma volvió a resonar, la cual le había dado a Red en el torso, este callo al piso sin moverse. Mis ojos se llenaron de lágrimas, me acerqué y lo sacudí, esperando una  respuesta, pero no había resultado, continuaba  inmóvil, de entre la obscuridad comenzó a aparecer una figura, avanzaba lentamente hacia mi.

-Ya no hay problema... Ya nada ni nadie te apartara de mí...

Esa voz, me era tan horriblemente familiar, mi piel estaba erizada, tenía miedo de alzar la vista y ver al dueño de esa voz, pero tenía que armarme de valor, y mirarla a la cara. Y ahí estaba, era Hitomi, tenía un arma muy grande a su lado, similar a un rifle, sus ojos parecían  vacíos, si vida.
Se inclinó a mi lado y tocó suavemente mi mejilla "La bestia no te molestara más ahora, mi querido Aohane", me dijo, yo temblaba, tanto de rabia como de miedo. No podía decirle nada...me hizo levantarme, se disponía a sacarme del callejón cuando un pequeño gato negro se cruzó frente a nosotros, me volteé de súbito, buscando el cuerpo de Red, pero solo estaba la mancha de sangre, me sentía feliz de verlo, pero en cuanto empezó a acercarse, Hitomi sacó una navaja y la puso en mi cuello, " Si te importa tanto como dices, te apartarás " le dijo, Red le bufo y comenzó a arder en llamas, el cuerpo del pequeño gato se convertía ahora en una enorme bestia, la mano de Hitomi empezó a temblar ante la criatura. Los ojos de Red parecían sacados del infierno, sus gruñidos exhalaban fuego, el pavimento bajo sus patas chasqueaba y el fuego recorría su cuerpo. Hitomi quitó la navaja de mi cuello y se la arrojó a Red, el la esquivó y empezó a avanzar majestuosa y aterradoramente al mismo tiempo que ella retrocedía aterrada...

"Bueno chicos y chicas, dejaré en sus manos la vida de Hitomi, ustedes me dirán si vive o muere. Estaré esperando sus comentarios para poder continuar con el siguiente capítulo. Es importante para mí saber lo que piensan al respecto, desde ya muchas gracias, les mando un abrazo grande  a todos mis lectores y lectoras"

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