El Corazón de una Mujer Rota

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"Gracias por aportarle belleza a la perspectiva de la realidad"

Siempre he tenido plena confianza en mi memoria, pero cuando trató de recordar cómo nace aquél trascendente amor, se nubla mi pensamiento, y me hace parecer como si todo hubiese sido un simple y corto sueño.

Probablemente las personas que más quieres son aquellas que comparten momentos preciosos contigo. Era un viernes de septiembre, mi amistad con aquellas 4 personas se solidificaba cada vez más; De día Her y yo éramos la burla del grupo, quienes pensaban que eramos más que amigos, por la noche nos convertiamos en profundos confidentes; después de vernos de 4 a 6 horas en la mañana, teníamos 2 horas de videollamada, que veía eternas. ¿A dónde voy con todo esto? Ese viernes los chicos de derecho, aquellos que estudiaban para ser abogados, salieron temprano; Her, Rodrigo y yo decidimos saltarnos aquella clase y quedarnos en el salón 203.

Comenzamos una plática referente a la sexualidad y los besos:

- Un beso es un gusto, algo que haces porque simplemente quieres, no tienes un valor, es sólo un contacto de labios.

Dije yo, convencido de que el contacto humano era tan básico.

- Un beso es símbolo de amor, símbolo de cariño y confianza, es la máxima expresión de la unión de dos personas que se aman, no puedes ir por la vida besando a quien sea.

Refutó Her, asegurando que un beso no era lo que yo creía; nunca había más equivocado en mi vida. En forma de burla le respondí:

- Te besaré para que veas que no significa nada, somos amigos y será algo tan indiferente que no sentirás nada.

Ella se molestó, dijo que jamás se dejaría besar por alguien como yo, alguien que no valoraba un símbolo tan precioso del amor y lo tomaba como un chiste. Creo que fue ya un berrinche el querer hacerlo; no sabía en lo que me estaba metiendo.

Me había comprometido a llevar a Her a la parada de autobuses, pero debía esperar a que ml hermana saliera de clases, Anahi, mi hermana menor estudiaba fisioterapia. Los chicos se fueron y Her y yo nos quedamos hasta las 3 de la tarde a solas platicando, y en eso pronuncié las siguientes palabras, tal vez en aquel momento firme mi sentencia de muerte, articulé una oración que jamás debí haber dicho:

- ¿Cuándo me darás ese beso?

Ella tal vez fastidiada de eso me respondió:

- ¿De verdad quieres un beso mío?

Sólo le afirmé con mi rostro; lo hizo me beso, fue un beso normal, nada fantástico, nada de otro universo, tal vez lo veía así porque antes de eso beso ella ya me había transportado a otro universo. Recuerdo que aún en ese momento lograba escuchar en mi mente a The Turtles con Happy Together, este era el principio de mi fin.











"Me imagino a mí y a tí, lo hago, pienso en tí día y noche" Happy Together. The Turtles.

Tú. Eras, Eres y Serás. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora