Capítulo 11: Buscando Un Camino Lejos De aquí

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Lauren corría muy rápido sin mirar atrás, las lágrimas caían haciendo juego con el sudor de su frente, la desesperación era evidente, no huía, no volvió al pasado pero corría buscando algo de paz mientras las hojas del parque caían, pintoresco cuadro se lucia tras de ella, los colores naranja, rojo y amarillo iluminaban tan triste escena sin pausa.

Lauren: ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué Camila, por qué? –pensaba entre cada paso que daba.

Hola, señora ¿Cómo está hoy? –pregunto la médico mientras le ofrecía una taza de té. –bastante bien, pensaba que no la vería hoy. –respondió regalándole una ligera sonrisa. -¿Por qué no habría de venir a verla? –preguntó confundida. –es que pensaba que estaría con alguien más. -¿Por qué? -bueno, debe tener más pacientes además de una familia. –mis hijas son adultas, pueden cuidarse solas y mi esposo y yo nos divorciamos hace un año. -¿no es hace un año que usted me atiende? –exactamente. –lo lamento. -¿Por qué? –porque de seguro terminaron por estar ocupando su tiempo en mí. –por supuesto que no, solo dejo de haber amor. –Mintió-, mi esposo y yo dejamos de ser compatibles. –añadió. Ambas compartieron unas miradas tentadoras. –si tan solo, si tan solo mis labios pudieran untar en los de ella. –pensaba la médico mientras detallaba a la anciana que sorbía de su taza. –me acorde de algo hoy. –exclamó. -¿si? ¿De qué? –una canción llamada strangers-, fue un bello momento, llore pero de alegría como si hubiera recordado algo muy hermoso. –agregó. –eso es bueno, los recuerdos en su caso, pueden ser una bendición como también una maldición. -¿Por qué? –no lo sé. -¿Qué podría ser mi maldición? ¿Quizás esa persona que no consigo recordar? –aquella pregunta entristeció a la médico, ella quería que pudiera recordarla pero sabía que lo mejor era que se olvidara de ella. –posiblemente, quizás esa sea su maldición. –musitó. -¿Cómo puede alguien ser mi daño? –por lo recuerdos. –contraatacó-, la vida es una tómbola, todo puede suceder y así como hay bien, hay mal, las malas almas siempre lastimaran a las buenas, quizás por eso su herida y si algo dentro de usted no quiere recordar a esa persona, no insista, no caiga en el dolor. –agregó. –usted, doctora, usted es la mejor persona que tengo en este triste lugar. –murmuró abrazándola, al separarse sus mejillas chocaron hasta que sus miradas se hicieron perpetuas. –el cielo no sirve sin la luna, el sol y las estrellas. –musitó. -¿a qué viene eso? ¿Qué quiere decir? –no lo sé, solo lo pensé al verla. La doctora no pudo contenerse sostuvo sus manos y a punto de darle un beso, Sofía apareció. -¿Interrumpo? –exclamó. –no, debo irme, las dejare para que tengan un momento madre e hija. –exclamó nerviosa evitando le hablara. –doctora, no venga hoy. –Explicó-, hoy quisiera a mi madre tranquila. –agregó. –Sofía, no le respondas así a tu... -exclamó confundida-, tu... ¿tú qué? –añadió. –ella no es mi nada, madre ¿sucede algo? –no lo sé, no sé qué iba a decir. –creo que lo mejor será que me vaya. –exclamó. –si, por favor, váyase y no vuelva. –exclamó azotándole la puerta. La medico estuvo un momento arrecostada en la puerta suspirando hasta llorar, sus manos cubrieron su rostro -¿Qué hice, Dios que hice? –musitaba mientras sus lágrimas vestían sus labios y nariz.

¿Qué será de la Luna sin el Sol? El cielo no puede iluminar sin sus adornos, había una Luna suspirando en búsqueda de su Sol, el eclipse se había apagado, el cielo se encuentra templado y oscuro pero el terciopelo dañino del beso del alma que nunca fue seguía buscando su debut pero la Luna lo ha perdido todo. ¿Se puede amar sin haber sido correspondido? ¿Podría llamarse amar a la culpa?

Ally: Lauren, soy Ally contesta tu teléfono, te estamos buscando. –exclamó a través de la bocina.

Dinah: Lauren Michelle Jauregui, vuelve por favor. –exclamó preocupada en el buzón de mensajes de voz.

Camila: Lauren, soy yo, creo saber dónde estás y estaré allá si escuchas este mensaje por favor espérame ahí y si no bueno, espero no equivocarme. –exclamó solloza a través de la bocina.

Lauren había dejado de correr quedándose en el parque donde más había compartido con las chicas, en especial con Camila después de tomar un poco de aire fue a su lugar secreto y justo ahí yace Camila esperándola.

Lauren: ¿Qué haces aquí?

Camila: Vine por ti.

Lauren: No quiero verte. –Exclamó-, vete, vete. –gritó molesta.

Camila: No me iré.

Lauren: ¿Qué haces aquí?

Camila: Lauren, lo lamento. –Explicó-, sé que he fallado otra vez pero te lo dije, era lo mejor, lo mejor para ti es que nosotras no estemos juntas, pero eso no significa que dejare de estar a tu lado. –agregó.

Lauren: Eres mala.

Camila: Lo sé.

Lauren: ¿Alguna vez me quisiste en serio?

Camila: Si. –Suspiró-, aunque no me creas pero si una vez te amé demasiado.

Lauren: Espero que tú y Matthew sean muy felices juntos.

Camila: Por favor, no quiero que dejemos de estar la una para la otra.

Lauren: Esta bien, si eso quieres.

Camila: ¿Entonces vendrás a nuestra boda?

Lauren: Claro.

Same Place III  || The Last Kiss #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora