CAPÍTULO ÚNICO

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Un pelinegro daba vueltas por la habitación seguido de su querido novio, quien no paraba de rogar porque le comprara aquella cámara que había visto con su mejor amigo cuando fueron a la plaza.

—Por favor, hyung —el pelinegro se sentó en la cama y comenzó a negar —. Te prometo que será lo último que te pido...

—Dijiste lo mismo de tu celular. —recordó acariciando la cabeza del menor mientras éste se cruzaba de brazos.

—Pero de eso ya pasó mucho tiempo. —bufó.

—Jungkook, te lo compré el mes pasado.

—Sí, pero... —se levantó quedando frente al mayor, aún pensando en qué hacer para que le comprara la cámara de vídeo que tanto quería —. A Taehyung ya se la compró Hoseok, no es justo que a mí no me la compres.

—Sí, Hoseok le compró la cámara a Taehyung. —concordó Jimin —. Pero fue porque rompió su cámara anterior mientras practicaba una coreografía.

—¡Entonces rompe la mía!

—No.

Jungkook rodó los ojos y se sentó al otro lado de la cama, frustrado porque el mayor no cumplía sus caprichos.

Jimin suspiró cansado y se acercó a Jungkook para abrazarlo por la espalda, recargando su cabeza en su hombro a la vez que repartía besos en sus acaloradas mejillas.

—Vamos bebé, no estés enojado... —dejó un último beso —. Te la compraré el próximo mes.

—¡Pero el concurso de fotografía es la próxima semana! —lloriqueó.

—En ese caso cómprala tú, bebé. —acarició sus castaños cabellos —. No creo que con tú trabajo en la cafetería no te alcance para comprarla.

—Ya me gasté mi salario en otras cosas... —lamentó mordiendo su labio, recordando todos aquellos juguetes sexuales que había comprado para usar con Jimin en una de sus tantas sesiones.

—¿Y en qué te gastaste el dinero, Kookie? —Jimin no era tonto, él sabía perfectamente que cosas había comprado el menor, pero nunca estaba de más avergonzarlo un poco para ver el hermoso sonrojo que aparecía decorando sus mejillas.

—Cosas... —rió apartando la mirada.

—Uh, ¿sí? —se levantó Jimin y comenzó a caminar hasta el armario, buscando algo en el suelo debajo de las prendas —. Quizás... —tomó una caja y la cargó llevándola a la cama, mientras Jungkook reía fuertemente. El castaño no sabía disimular —. ¿Esto?

Vacío el contenido en la cama, viendo como caían dildos, fustas, anillos, vibradores y demás. Jungkook sí que había arrasado con la Sexshop y lo sabía. Para su mala suerte se había olvidado de que tenía que juntar dinero para su querida cámara.

Pero entonces, al ver frente a él a su adorado novio y todas las cosas que había comprado, tuvo una idea algo descabellada, pero que podría servir para dejarles algo de dinero a ambos.

—Jiminnie... —canturreó como niño quien hace una travesura y Jimin levantó una ceja.

—¿Qué pasa, Kookie? —"ahora con qué tontería me vas a salir" quiso decir.

—¿Y si grabamos una película porno? —sonrió dejando ver sus dientes frontales, dándole una apariencia sumamente adorable pero que el mayor no podía ver en este momento por estar ahogándose con su saliva.

—¿Qué? —creyó haber escuchado mal.

—Que si grabamos una película porno —se acercó a él —. Sí, mira —comenzó a explicar —. Conseguiremos bastante dinero por ella si le metemos producción y esas cosas, ya tenemos juguetes y lencería, además para qué negarlo, estamos en buena forma.

ACTION 「ᴊᴊᴋ+ᴘᴊຕ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora