Capitulo 32 - Una Sorpresa

396 22 71
                                    

Días Después...

-Narra Dulce-

Hundo mi cara en la almohada cuando los primeros rayos de sol me pegan en los ojos y trato de dormir un poco más aunque realmente ya no lo consigo, alargo mi brazo buscándolo en la cama pero no lo encuentro. Extrañada me levanto colocándome una bata y cuando voy llegando a la cocina escucho su voz, creo que está hablando con alguien seguramente por teléfono porque aquí solo estamos él y yo, bueno y nuestra pequeña Luna. Acaricio mi vientre y ahora sí puedo sentir como mi hija se remueve y se hace notar, cosa que estos últimos días hace constantemente y sobre todo en las noches o cuando escucha la voz de Víctor, entonces sí parece que tuviera un remolino dentro de mí.

Víctor: perfecto... sí muchas gracias.

Cuelga la llamada y despacio me acerco hasta que lo abrazo por la espalda, lo siento sonreír y deposito un beso en su piel desnuda.

Víctor: buenos días...

Dulce: ni tan buenos... desperté solita en esa cama tan grande.

Víctor: ¿muy grande?

Asiento y se voltea tomándome por la cintura y acercándome a él todo lo que mi vientre se lo permite aunque la verdad tampoco es demasiado grande.

Dulce: ¿Por qué te despertaste tan temprano?

Víctor: tenía que hacer unas llamadas importantes.

Dulce: pues te pido por favor que las llamadas importantes las dejes para después de las diez de la mañana porque en primer lugar estamos Luna y yo ¿o no?

Víctor: por supuesto.

Dulce: entonces nada de llamadas antes de las diez y mucho menos nada de dejarme sola en la cama ¿okey?

Víctor: okey.

Sonrío y ahora acerca nuestros labios hasta que se unen por completo, besándonos despacio hasta que sentimos que nos falta el aire.

Dulce: ¿desayunamos? Me muero de hambre.

Víctor: sí pero primero déjame saludar a mi hija.

Dulce: claro, toda tuya.

Doy un paso atrás y enseguida pone sus manos sobre mi vientre y seguido pega sus labios a él dándole un tierno beso.

Víctor: buen día mi princesa... ya sabes que papá te ama Luna, ya quiero verte mi amor.

Sus palabras me estremecen como cada vez que se pone a hablar con nuestra hija, besa de nuevo mi vientre y se incorpora sin quitar las manos de mí al sentir como Luna le responde a su padre moviéndose como una loca.

Dulce: ¿ya podemos desayunar?

Víctor: si mi amor.

Se ríe y me ayuda a sentar, consintiéndome como siempre sirve nuestro desayuno y mientras lo tomamos de nuevo conversamos sobre la posibilidad de salir de viaje así sea por unos meses, queremos anunciar que seremos papás en estos días y salir de México por un tiempo hasta que todo se calme porque estamos completamente seguros que se convertirá en la noticia del año.

Víctor: pues si quieres podemos viajar por un par de meses, Marcelo quiere que vayamos a Miami.

Dulce: pues sí está bien como tú quieras.

Víctor: también hablé con mi mamá ayer y está deseando de conocerte y también a Luna.

Dulce: ¿quieres que viajemos a Querétaro?

Víctor: si tú quieres sí, allá está toda mi familia y desean conocerte, yo ya conozco a la tuya.

Dulce: sí lo sé.

Quiero AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora