Sigo presa en algún destino.
Miro con miedo el paso del tiempo
abroquelando sueños
que florecen en cada latido.
"No sé a dónde voy" -repetir
constante-
Silencios que florecen.
Presente un pasado
a ritmo de un río
lleno de piedras.
Silencio, obscuridad...
Aparecen historias:
amores imposibles
sueños desgarrados
finales felices.
Suenan coplas
De ayer, de hoy, de siempre...
Un pasado que no hiere,
pasados que fortalecen.
Ahora un silencio sin luz.
Acaparador. Noches
interminables. Preguntas
sin respuestas.
Incertidumbre: el futuro.
La duda, me arrasa.
¿Dónde voy? ¿Qué quiero?
¿Qué sueño? ¿Sueño?
Brotan destellos de luz
en ese obscuro silencio:
"Los sueños muchas veces
se realizan, solo es cuestión
de proponérselos".
Sigo presa en algún destino.
Miro con miedo el paso del tiempo
abroquelando sueños
que florecen en cada latido.
Sombra que me atrapa.
Choca, realidad.
Hay luz, mas no sé
qué hacer con ella.
Sé dónde no quiero volver...
Recuerdos de noches interminables
con sus mil cuestiones.
Obscuridad, no quiero.
No quiero ríos con piedras,
ni recuerdos amargos.
No quiero noches eternas,
ni domingos por la tarde.
Aspiro a destinos
llenos de luz.
Vivir (quizás
en otro país).
A ósculos robados,
pasiones encarnadas,
amor desbordado;
desamor superado.
Ser Niké alada en proa,
ansiosa por descubrir
nuevos puertos.
Prescindir del miedo.
Se acabaron
las noches obscuras.
Ahora sólo cuenta
abrazar los sueños.
