Eggos ;; Mileven

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Un dia como cualquiera Mike se encontraba con sus amigos jugando Dungeons & Dragons  y fue ahi cuando se le ocurrio la mejor idea del mundo; Mike tenia un crush en Eleven y el sabia perfectamente que ella amaba los eggos.

—¡Lo tengo! ¡Tengo la solucion a mi problema!—decia Mike emocionado—

—¿Que sucede ahora cara de rana?—decia Dustin mientras comia un poco de nougat—

Mike no respondio, tomo sus cosas y salio de ahi lo mas rapido posible, se subio a su bicicleta y se dirigio hacia el supermercado a comprar eggos.

Mientras que dejaba su bicicleta en un lugar seguro pudo ver a Eleven entrando al supermercado; el cada dia se preguntaba que habia pasado para que ellos dejaran de hablar, despues de todo lo que habian pasado juntos, el esperaba que sigan siendo mejores amigos.

Mike la observaba de lejos y podia notar lo mucho que habia cambiado, ya no llevaba el cabello rapado, lo tenía un poco largo, aquello no le molestaba pero extrañaba a Eleven con el cabello rapado ya que así la conoció y eso le traía muchos recuerdos, de cuando ellos eran amigos y reían juntos pero ahora es solo eso... recuerdos, recuerdos de como la conoció bajo la lluvia, aquel dia no había sido el mejor pero al verla asustada y con frío decidió ayudarla sin pensar que con el tiempo aquella chica ocuparía la mayoría de sus pensamientos.

Dejando el temor de lado, Mike dejo su bicicleta y decidió entrar al supermercado sin que ella se diera cuenta de que el estaba ahí; se dirigió al pasillo en donde estaban los eggos y se encontró con aquella chica que le había robado el corazón.

—Hola Eleven—dijo Mike con una sonrisa mientras tomaba unas cajas de eggos—

—Hola Mike—decia Eleven también con una sonrisa—

—¿Como estas? —decia Mike mientras la miraba fijamente con una sonrisa—

—Estoy bien ¿Y tu?—decia Eleven mientras tomaba una caja de eggos—

—Me encuentro genial —decia Mike con una sonrisa —desde que te vi—dijo Mike en un susurro para que ella no escuchara—

—¿Comeras todo eso?—decia Eleven riendo mientras señalaba todas las cajas de eggos que llevaba Mike—

—Will, Dustin, Lucas y yo nos quedaremos viendo películas hasta tarde así que comeremos eggos, ya sabes como en los viejos tiempos ¿Te gustaria acompañarnos?—decia Mike sonriendo para ocultar sus nervios—

—Me gustaría pero tengo un par de cosas que hacer—decia Eleven evitando la mirada triste de Mike—

—De todos modos por si quieres ir ya sabes donde estaremos —decia Mike esperanzado en que ella diga que ira luego pero ella solo asiente y se va—

Mike creía que Eleven estaba mejor sin el pero lo que el no sabia es que ella lo extrañaba muchísimo, extrañaba todo de el, extrañaba que el le dijera lo linda que estaba pero ella trataba de demostrar lo contrario, no volteo a ver a Mike porque sabia que el estaba mirándola triste,por eso decidió no voltear porque le partiría el corazón verlo triste y que la causa sea ella; sabia que el estaba triste porque ella lo había alejado de su vida, lo sabia porque ella pasaba lo mismo que el, ella también sufría por el.

Ya era de noche y Mike se encontraba en su habitación junto a sus amigos viendo una película pero Mike no estaba concentrado en la película, el estaba esperando que Eleven apareciera y se quede a ver películas con ellos así como antes pero ya eran las 12 y las esperanzas se desvanecían.

—¿A quien esperas Mike?—decia Lucas mientras miraba fijamente a Mike—

—¿Yo? A nadie—decia Mike disimulando—

—¡Amigo! Eleven no llegará, quien necesita chicas si tienes puddin—decia Dustin para abrir otro envase de puddin—

—¿Tu como sabias que la estoy esperando?—decia Mike mientras miraba seriamente a Dustin—

—¿Es obvio no? ¿A quien mas vas a esperar?¿A tu mama?—decia Dustin soltando una carcajada recibiendo un golpe en el brazo por parte de Mike—

Mike sabia que Eleven no iba a llegar pero al menos tenia un plan para que al menos vuelvan a ser amigos: Poner eggos en su casillero todos los días.

Al día siguiente:

Mike llego temprano a la escuela para poder dejar los eggos y una nota sin que Eleven se diera cuenta.

Ya eran las 7:15 y Eleven siempre llegaba a esa hora, Mike lo sabia por eso llego antes.

Eleven se dirigió hacia su casillero como lo hacia normalmente y entonces vio una nota.

"Se que no sabes quien soy pero deja me decirte que hoy luces perfecta, el cabello largo te queda bien pero.. ¿Sabes algo?  Extraño verte con el cabello rapado, por cierto, se que te encantan los eggos así que te deje unos, esperalos cada día junto con una nota"
—Tu nuevo admirador.

Eleven al leer esa carta no pudo evitar sonreír, ella amaba los eggos y aquel lindo gesto le había encantado pero no sabia de quien se trataba cosa que la intrigaba bastante.

—Tengo un nuevo admirador—decia Eleven en un susurro mientras sonreía—

Mike había visto todo y el hecho de ver a Eleven feliz, le hacia feliz.