Ya nos hallábamos sentados ante la mesa del restaurante y aún miraba entorno con especial asombro.
Era un local lujosísimo y habíamos muchas personas que saludaban a Oliver desde sus asientos.
Creo que no debí decirle a Oliver que lo había sentido llorar.Aún no había dicho dos palabras seguidas desde que le hice mención.
Comimos en silencio como un poco aturdidos, o de súbito, Oliver me dijo:
–Tengo que hacerte una confesión, Mappy, y te la voy a hacer ahora. Tú esperabas mi declaración de amor, y no la de Denis, y no te equivocaste.–¿Cómo?
–No me mires de ese modo, Mappy. Es verdad que he llorado a Denis profundamente, tengo un dolor intenso dentro de mí, pues siempre hemos vivido juntos y nos hemos querido. Era mi hermano pequeño y me parecía que mamá no estaba capacitada para atenderlo y cuidarlo, y era yo el que más me preocupé de eso. Cuando proteges a una persona, sin querer, vas amándola de una forma entrañable. Eso me ocurrió con Denis. Pero en aquella ocasión en que yo estaba en la universidad y él andaba aún por la ciudad cerca de ti, era yo el que iba a declarte mi amor.
–¿Tú?
–Sí, tienes una intuición especial y no te has equivocado. Yo estaba enamorado de ti, pero Denis se me adelantó, y nunca hubiese podido hacerle daño. Yo iba a decirte que la única mujer que amaba eras tú. Por eso, cuando llegue el momento, te pediré que te cases conmigo. Es más, te lo estoy pidiendo ya.
Me quedé tan sorprendida y sobrecogida a la vez, que lo debí de mirar con los ojos muy abiertos.
–Nunca dejé de quererte, Mappy.
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Una Boda En Dos Etapas.
RomanceMappy había viajado para casarse con Denis, su novio de siempre... ¿Por qué, entonces, fue Oliver quien llegó a buscarla al aeropuerto?